Guerra entre Israel y Hamás provoca una fuerte crispación en Medio Oriente
El ataque asesta un golpe a los diálogos para normalizar relaciones entre Israel y Arabia Saudita, que acuerpa la causa de un Estado palestino. Además, la intromisión de Hezbolá podría hacer escalar el conflicto.
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Casas destruidas tras los ataques israelíes en la Franja de Gaza. Las Fuerzas de Defensa de Israel anunciaron que están aumentando su disposición y preparación para “implementar una amplia gama de planes ofensivos operativos”. Foto: EFE
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En la era digital donde lo lejano puede verse tan cerca, el conflicto bélico entre las Fuerzas de Defensa de Israel y las milicias de Hamás, en la Franja de Gaza, conmociona a la sociedad mundial, pero su diplomacia actúa con cautela y moderación.
El sábado 7 de octubre el mundo despertó con la noticia del brutal ataque que, desde la Franja de Gaza, el grupo Hamás lanzó contra territorio israelí, acribillando a centenares de civiles y decenas de militares; secuestrando también a otros que ahora amenaza con decapitar.
Desde el 2007, Gaza, un territorio palestino con una extensión de unos 360 kilómetros cuadrados y una población de unos dos millones de habitantes, está bajo el control de Hamás, un grupo de milicianos palestinos de la vertiente más radical del islam y que niega a Israel el derecho a existir.
Frente a la sorpresiva agresión, la mayoría de los países consideró el devastador contraataque israelí como su derecho a la defensa. Israel anunció una guerra larga que, dada su evolución, a los analistas se les hace difícil predecir el desenlace.
Para el experto en temas internacionales, Graco Pérez, el fin de los enfrentamientos podría depender de la capacidad de negociación y disuasión que tengan las grandes potencias para hacer entender a los países que financian el terrorismo que si continúan con ese tipo de acciones van a recibir una fuerte respuesta.
Actualmente, el conflicto está focalizado entre las defensas israelíes y el grupo Hamás, que es apoyado indirectamente por países como Líbano, Irán y Siria. Si la escalada continúa la crisis podría extenderse en toda la región del Medio Oriente, afirmó.
La Franja de Gaza es un territorio pequeño con una alta densidad poblacional, por lo que cualquier acción militar va a dañar a los civiles o va a producir daños colaterales y “eso lo sabe el grupo terrorista y por eso precisamente se esconden dentro de la población civil”, criticó.
Sin diálogo
Las razones del ataque a Israel por el momento solo Hamás las conoce. Expertos, entre ellos Pérez, barajan que se da cuando Arabia Saudita, una de las potencias regionales y que siempre ha respaldado la idea de un Estado palestino, está negociando un acuerdo para normalizar relaciones con Israel, rotas desde el 2016. Por eso hay quienes consideran que el evento armado podría tener consecuencias en la geopolítica del mundo árabe.
Apenas unas semanas antes, el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, había dejado de lado la cuestión palestina en su discurso ante Naciones Unidas afirmando que la normalización en 2020 de las relaciones con tres naciones árabes, gracias a los llamados Acuerdos de Abraham, anunciaba “una nueva era de paz”.
Además, insinuó que su país estaba a punto de lograr un logro mayor: su reconocimiento por parte de Arabia Saudita, guardiana de los dos lugares más sagrados del islam. Medios y analistas internacionales sostienen que el ataque asestó un golpe a estas negociaciones y temen que Arabia Saudita vuelva a su retórica de la causa palestina como principal eje.
Motivación
Asimismo, también mencionan que posiblemente otra intención de Hamás sería propinar un golpe de impacto para ganar la popularidad entre la población palestina como el único movimiento capaz de hacerle contrapeso a Israel aprovechando el desprestigio que ha tenido Al Fatah-otra de las facciones armadas palestinas- en los últimos años.
De igual manera, hay quienes consideran que otro fin posiblemente sea atraer la atención mundial sobre el tema de los territorios palestinos ocupados por Israel. Una conflictividad entre árabes y judíos que resurge en esta era moderna en una disputa por la tierra, luego que después del Holocausto de la Segunda Guerra mundial, las Naciones Unidas, en 1947, repartiera la provincia de Palestina que estaba bajo el mandato británico. Mediante resolución 181 el organismo internacional otorgó el 55 por ciento del territorio palestino a los judíos y el 45 por ciento a los árabes, mientras que Jerusalén quedó bajo control internacional y el resto para los árabes (incluida la Franja de Gaza).
- > 15,822 víctimas se registran, según el Centro de Información Israelí de Derechos Humanos, en los territorios ocupados B’tselem. Entre las víctimas hay palestinos e israelíes que han perdido la vida de forma violenta desde la primera intifada (levantamientos) de 1987. De estas muertes, el 88% han eran palestinos.
- > 4,000 muertos hay según monitoreo internacional, entre el 7 y 15 de octubre cuando personas murieron producto de la guerra. En Israel, al menos 1,400 personas perdieron la vida por los ataques de Hamás, mientras que los bombardeos israelíes dejaban 2,600 víctimas.
- > El conflicto por el territorio empieza desde 1948, con la creación del Estado de Israel. Pero las diferencias entre judíos y palestinos, religiosamente, se remontan en la historia a Abraham y sus hijos Isaac e Ismael.
- > Acuerdos de Abraham para normalizar relaciones entre Israel y 4 países árabes: Emiratos Árabes, Baréin, Sudán y Marruecos.
La resolución que entró en vigor en mayo de 1948 dio lugar al nacimiento del Estado de Israel. Desde entonces esta región se volvió un territorio de alta tensión político militar.
Geopolítica
Para el analista Miguel Cálix, este conflicto puede redibujar no solo la situación en la región de Oriente Medio, sino también la situación diplomática a nivel global, aunque estratégica y geopolíticamente es complicado porque se trata de un problema que las potencias crearon después de la Segunda Guerra Mundial y que han sido incapaces de resolver 75 años después.
Llama a estar atentos a lo que podría ser el ingreso en el conflicto de Hezbolá (Hizbulá, una milicia y grupo político), que ya lanzó desde Líbano varios misiles contra posiciones militares israelíes. “Hezbolá es una fuerza más organizada y preparada que Hamás que puede tener la capacidad de incendiar a otros países adyacentes”, advirtió Cálix.
Consideró que la comunidad internacional entendió que Israel fue objeto de un ataque sorpresa y artero, pero la respuesta desproporcionada puede volverlo un villano. El derecho de responder no debe llevar al abuso y entendemos que la situación política interna en Israel se presta para que ese discurso altisonante, manifestó.
Este analista es del criterio que este conflicto va a evolucionar a una nueva estabilidad en la región, pero será una estabilidad donde vamos a vivir en un estado de guerra de baja intensidad que no sabemos cuánto va a durar.
Cuando Israel habla de aniquilar al grupo Hamás debe entenderse que se trata de un grupo radicalizado que tiene aliados alrededor del mundo, reflexionó.
Por otro extremo, Estados Unidos apunta a que Irán pudo haber apoyado a Hamás, ya que sería uno de los beneficiados para que la diplomacia entre Arabia Saudita e Israel no prospere, a lo que Alí Jameini, líder supremo de Irán, negó que su país esté detrás del movimiento Hamás, pero al mismo tiempo mostró su apoyo a Palestina y alabó a quienes planearon el ataque a Israel.