En la Ruta Lenca de Honduras exigen que nuevas carreteras no sean de “azúcar”

Yamaranguila, Intibucá.

El sueño de unir la regiones central y occidental de Honduras por medio de una carretera óptima y segura entre Siguatepeque (Comayagua) y Santa Rosa de Copán (Copán) ha sido una larga pesadilla de la que los ciudadanos de ese corredor se van despertando por tramos.

En total, la vía completa mide casi 200 kilómetros, y de acuerdo a Google Maps debería recorrerse en cuatro horas y media, pero nada más lejos de la realidad. El llamado Corredor Lenca no solo está incompleto; media parte de la vía está destruida y casi intransitable.

El colmo de esta situación es que la carretera, tras su rehabilitación allá por 2012, apenas duró un par de años en buenas condiciones.

En la actualidad, el asfalto vertido entonces, ha desaparecido casi por completo en buena parte del corredor entre San Juan, Yamaranguila, y La Esperanza, jurisdicción de Intibucá, pese a que en aquel entonces solo ese pedazo de la obra costó L 72 millones.

Cabe recordar que con ese proyecto dividido en tres tramos y que costó 692 millones de lempiras, el cual se impulsó en el gobierno de Juan Orlando Hernández, el objetivo era potenciar el turismo rural y promover la cultura lenca.

Fue así como se incluyó la pavimentación con concreto hidráulico desde San Juan a Gracias, que en sigue en buen estado, al igual que el eje vial de Gracias a Santa Rosa, recientemente bacheado.

No todo es malo en cuanto a la red vial principal de esa productiva zona del país donde las hortalizas, el café y los granos básicos mueven la economía local.

La buena noticia para quienes se mueven por allí es que al menos los 67 kilómetros que unen a La Esperanza con Siguatepeque ya comenzaron a ser intervenidos.

Esa otra parte de la arteria también está destruida y de noche es un riesgo recorrerla, principalmente cuando llueve o hay neblina. Lo positivo es que allí ya arrancó el proyecto en el que se repavimentará ese trayecto a un costo de 983 millones de lempiras, obras que se ejecutarán en un periodo de 19 meses, de acuerdo al Informe de Avance Físico y Financiero de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT) presentado a Finanzas.

Dicho proyecto, que será de concreto hidráulico, fue dividido en dos partes. La empresa Prodecon tiene a su cargo el tramo Jesús de Otoro a La Esperanza a un costo de L 331,742,705.81) y la empresa Sermaco tiene la parte entre y Siguatepeque - Jesús de Otoro que costará L 320,574,128.50.

Aunque se alegra porque al fin arrancaron los trabajos en la carretera CA- 11A, Rumualdo Bejarano, alcalde de Yamaranguila, Intibucá resiente que el pedazo de vía que los une a La Esperanza y a San Juan, y en estado deplorable, no vaya a ser reconstruido sino que solo bacheado.

Cuenta, que la deuda con la red vial de la región es inmensa, pero han visto que recientemente le han “metido mano” a algunas vías secundarias que no tocaban desde hacía 30 años, aunque en papeles decía que se les daba mantenimiento a millonarios costos para el asombro de los que han sufrido su mal estado. En otras vías, también de tierra, la alcaldía tendrá que hacer intervenciones porque la SIT no las abarcará todas.

“Sobre la carretera internacional de Siguatepeque a La Espera que van a construir nuevamente, yo participé en la licitación, y en la oferta y los términos de referencia señalan que la carretera será de concreto hidráulico de un grosor de 20 centímetros”.

Para el otro tramo -San Juan a La Esperanza, pide acelerar la obra de reparación antes de que lleguen las lluvias, puesto que el proyecto ya licitado se encuentra en Honducompras.

“Si tuvieran los fondos para hacerla de nuevo con concreto sería mejor, porque ahí se tapa un bache y se abren otros dos. Ese fue un mal proyecto. Esa carretera es nueva y no duró ni seis años. Era asfalto azúcar a la que ni un centímetro de grosor le pusieron. Esa fue una estafa, la verdad porque no se necesita ser ingeniero para saber que tampoco le dieron un buen tratamiento técnico a la terracería, está totalmente deteriorada”, lamentó.

Roberto Santos, alcalde La Campa, Lempira, se mostró complacido porque al proyecto que hará realidad el sueño de tener su carretera pavimentada por fin se le ve avance.

La vía que unirá este hermoso pueblo turístico con Gracias, cabecera de Lempiras también está en marcha. “Es nuestro sueño, tuvimos que presionar, que protestar para que lo retomaran y estamos vigilantes para que la constructora no se vaya a ir sin antes terminar”, expone. Ahí se trabaja en la terracería y se harán 30 kilómetros nuevos de carretera.

En tanto, el alcalde Lucío Molina Cruz, del vecino municipio de San Sebastián, dice que a ellos les tocará seguir luchando por que algún día el pavimento se extienda hasta allá. De momento, toca pelear para que le den mantenimiento a la de terracería.