EEH apenas invirtió el 55% de lo acordado en la concesión

San Pedro Sula

Las evidencias están sobre la mesa y los entendidos coinciden en que el consorcio de Empresa Energía Honduras (EEH) no logró cumplir los principales objetivos de su concesión.

El más importante, la reducción de las pérdidas de energía en el sistema de interconectado nacional demostró ser un rotundo fracaso, pues no solo no se logró reducir la incidencia, sino que estas incluso aumentaron.

De acuerdo con el más reciente informe de Manitoba Hydro International (MHI), el ente supervisor del cumplimiento del contrato de concesión, publicado por la Superintendencia de Alianzas Público Privadas (SAPP) y fechado el 24 de febrero de 2023, el nivel de pérdidas del último mes medido (enero 2023) fue de 38.9%, para un resultado global, en los últimos 12 meses, de 34.3%, es decir, por encima del nivel calculado justo antes de la entrada en acción de la concesionaria, hacia finales de 2016, cuando el nivel global de pérdidas era de alrededor de 30%.

Pero el fracaso en el logro del objetivo principal viene acompañado de otro factor clave: la falta de inversiones en la mejora del sistema de distribución.

Si bien es cierto, EEH alega que la intervención (en septiembre del 2021 la Enee tomó control del contrato de concesión) dejó atada a la compañía para desarrollar su plan de inversión, desde antes mostraba una baja ejecución del mismo, a juzgar por los informes emitidos por la empresa supervisora.

En ese sentido, para este análisis solo se tomaron en cuenta los primeros cinco años de operación, antes de la intervención, con datos de la SAPP.

Por ejemplo, en su primer año de operación (2017) se contemplaba una inversión de 73.5 millones de dólares, pero al cierre lo ejecutado apenas fue de 29.6 millones, según MHI.

Para el segundo año de operación se repitió la historia: de los 66 millones de dólares a ejecutar en 2018, la cifra apenas alcanzó los 42.4 millones de dólares.

En 2019, el desempeño fue peor, ya que se había trazado una inversión de 70 millones de dólares, pero solo se ejecutaron 31.4 millones de dólares.

En el cuarto año de operaciones (2020) tampoco se cumplieron los objetivos. Resulta que hubo una inversión de 16.3 millones de dólares, en contraste con los 61.7 millones de dólares planeados.

Para 2021, cuando se dio la intervención en septiembre, la historia no fue diferente. De 52.7 millones de dólares programados, solo se invirtieron 24.1 millones de dólares.

En ese sentido, de 323.9 millones de dólares que EEH debía invertir, según el contrato, apenas ejecutó 143.9 millones de dólares, lo que representa un 55.5%.

Se le agrega a esa cifra lo ocurrido durante la intervención. De acuerdo con el informe antes citado, EEH tenía programado, para su sexto año de contrato, la ejecución de una inversión de unos 16.4 millones de dólares, de los cuales, según la misma fuente, solo se ejecutaron 2.8 millones. Mientras que en el séptimo año (el corriente) la inversión es nula.

Pero cuando se trata de cumplir, EEH parece no estar sola, pues la empresa estatal también ha tenido su parte en incumplir ciertas condiciones del contrato de concesión.

Edgar Aguilar, analista investigador de la Asociación para una Sociedad Más Justa (ASJ), explica que el Estado le pagaba anualmente a EEH unos 3,150 millones de lempiras, lo que equivale a un pago mensual aproximado de 10.5 millones de dólares, pero, de acuerdo con Aguilar, el contrato estipula un pago mensual de 15 millones de dólares.

“Este es un pago por honorario fijo, que se fijó sin haber hecho el VAD, que es el valor agregado distribución, un estudio que no se hizo y esto se definió, si bien arbitrariamente, es una de las irregularidades en el proceso de contratación, y el Estado también por su parte decidió, ‘bueno, yo solo puedo pagar 10.5 (millones)’, pero ahí va aumentando una deuda por 15 millones, que es lo que establece el contrato”, dice el analista.

Por su parte, Erick Tejada, ministro de Energía y gerente en funciones de la Enee, no tuvo reparos en decir que el contrato de concesión otorgado a EEH fue, desde un inicio, “lesivo” para el Estado. El funcionario criticó que EEH nunca pudo cumplir ni con el plan de inversiones, ni con el mantenimiento de la red de distribución ni, por supuesto, con la reducción de pérdidas.

De hecho, Tejada ya adelantó sobre las acciones legales que ya se han tomado y que se tomarán contra la concesionaria por daños y perjuicios a la luz del incumplimiento de los objetivos.

Pero las consecuencias de no alcanzar los objetivos trazados van más allá de meramente proporcionar un servicio de energía eléctrica.

“Esto nos debe preocupar a todos los hondureños, ya que son mas de 10 mil millones de lempiras anuales que se pierden por pérdidas técnicas y no técnicas. Si se redujesen a un 15%, el Gobierno no tendría necesidad de incrementar impuestos o de endeudarse”, señala el presidente del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), Mateo Yibrín.

Ante el eventual traspaso de responsabilidades de EEH de vuelta a la Enee, el dirigente gremial expresó sus dudas en cuanto al grado de agilidad que la Enee pueda mostrar para atender las necesidades de distribución, pues le reconoce a EEH cierto grado de éxito en su capacidad para atender emergencias.

“Al asumir esto la Enee debería ser todo sujeto a la ley de contratación del Estado, que no es mala, pero no permite que se atiendan las necesidades del subsector eléctrico en el tiempo y forma que se requiere”, dice Yibrín.