Más de 500 familias claman por alimentos, medicinas y agua en los excampos

Las personas se encuentran en pequeñas champas que construyeron en los bordos. En la zona no hay energía eléctrica ni agua potable.

Foto: Fotos Héctor Edú

Unas doce lanchas trabajan desde el sábado en rescate de personas y traslado de víveres.

mar 27 de septiembre de 2022

7 min. de lectura

El Progreso, Yoro

Al rededor de doce lanchas navegaban ayer el río Ulúa desde tempranas horas de la mañana, llevando agua, alimentos de primera necesidad, combustible para las plantas generadoras de energía y algunos medicamentos a las personas que se encuentran atrapadas en el sector de los excampos bananeros.

Río abajo, desde el puente La Democracia hasta Campo Monterrey, se observan unas 150 champas construidas con ramas y lonas en los bordos, donde decenas de familias continúan esperando que el caudal del Ulúa baje para regresar a sus hogares.

" “Hemos trabajado desde hace una semana llevando ayudas y sacando gente, pero la necesidad es grande” "

En los recorridos, que duran entre tres y cinco horas, los grupos de voluntarios, miembros del Ejército y el Cuerpo de Bomberos, encuentran a pobladores haciendo señas con los brazos a la orilla del río para pedir ayuda humanitaria.

El pasado martes, un grupo de 20 personas esperaban en Finca Cobb a que una de las lanchas del equipo de voluntarios les llevara agua y algunos alimentos que enviaban sus familiares.

Más abajo, en campo Las Flores, unos 100 pobladores, entre locales y vecinos de las comunidades aledañas, estaban atentos a la llegada del vehículo acuático para recibir donativos.

$!Son miles los afectados en los excampos bananeros; en los bordos hay muchos niños que carecen de calzado y ropa limpia, expuestos a enfermedades por el agua estancada y el lodo; las personas corren a recibir las lanchas y agradecen las ayudas que envían desde la ciudad.

Necesidad

En Amapa, unas 120 personas, entre las que se encontraban niños, mujeres y personas de la tercera edad, salieron al encuentro de los colaboradores, para descargar bolsas con agua, raciones de alimentos y un saco de comida para ocho caninos que fueron rescatados por sus dueños antes de que el agua llegara hasta el techo de las viviendas.

En la colonia Suyapa, ubicada en el kilómetro 70, otras 200 familias decidieron quedarse para cuidar sus casas y las pocas pertenencias que lograron sacar.

Desde el sábado, estas doce lanchas han estado trabajando sin descanso para realizar rescates y llevar víveres a los afectados, pero les ha resultado imposible llegar a todas las personas que necesitan ayuda.

" “En varios lugares el agua ha bajado y algunas personas decidieron volver a sus casas para hacer limpieza”. "

Son más de 500 las familias que continúan en el sector de los excampos bananeros, donde el paso terrestre fue obstruido por la ruptura de ocho bordos y el suministro eléctrico fue interrumpido, así como el de agua potable.

Anadely Meza, quien reside en Campo Monterrey desde hace 49 años, relató que el jueves de la semana pasada, cuando el bordo de contención que se encuentra en Amapa se rompió, unas 130 familias salieron de sus casas para instalarse en los bordos.

Según narró, los primeros días viajaban por carretera hasta Urraco Pueblo para abastecerse, pero desde el sábado se encuentran incomunicados y están subsistiendo gracias a las ayudas que les llevan.

$!Empresas, familiares y personas particulares llegan a diario al puente La Democracia a dejar donaciones para los afectados.

Pérdidas

Por su parte, José Leiva, de 49 años, quien vive en la aldea Palos Blancos, relató que logró sacar a su familia antes de que comenzaran las filtraciones.

Leiva dijo que se quedó con dos hermanos en el barracón para cuidar sus gallinas y el ganado que sacó hasta el bordo para prevenir pérdidas.

“Subí las gallinas a las últimas gradas del barracón para evitar que se ahogaran y un muchacho me está ayudando a cuidar el ganado en el bordo”, comentó.

Detalló que desde la semana pasada, ha caminado con el agua a la cintura para llegar hasta la orilla del río y ayudar a organizar los víveres que les proveen, asegurándose de que estos se repartan de manera equitativa.

El hombre de 49 años informó también que durante las lluvias, varios vecinos tomaron la iniciativa de crear grupos de vigilancia, para monitorear los niveles del Ulúa y no ser sorprendidos por una crecida repentina.

El campeño expresó que estos últimos días han sido difíciles, no han dormido bien por el temor a revivir la pesadilla de Eta y Iota, muchas personas han pasado hambre y otras han comenzado a enfermarse.

Además, lamenta que cada vez que llueve los campos se inundan, generando pérdidas económicas, tanto por la afectación en los cultivos como en sus viviendas.

Agregó que esperan que las autoridades puedan hacer algo para mitigar las inundaciones, como la reparación de los bordos, el dragado de ríos y construcción de represas.

A la vez, hizo un llamado las instituciones gubernamentales y personas de buen corazón para que envíen más ayudas, ya que en varias comunidades hay adultos mayores que padecen de alta presión y diabetes, así como niños que necesitan abrigo y alimentos.

María Lourdes Rodríguez: “En el kilómetro 70 estuvimos una semana sin recibir ayudas”

Al menos unas 120 personas permanecen en el bordo de la colonia Suyapa en el kilómetro 70, levantando los brazos cada vez que ven pasar una lancha para pedir que les provean agua y víveres.

El pasado martes, María Lourdes Rodríguez, presidenta del patronato, decidió llamar al coordinador de un grupo de voluntarios para solicitar, entre sollozos y con voz entrecortada, que los apoyaran llevándoles agua.

Al ver llegar a la lancha, los pobladores corrieron hasta la orilla del río Ulúa, para recibir con alegría al grupo de colaboradores que les llevaban paquetes de agua, provisiones y alimento para las mascotas.

$!María Lourdes Rodríguez.

María relató que 201 familias permanecen en la zona desde hace una semana y hasta ayer no habían recibido ayudas, pese a que hicieron varias solicitudes a instituciones gubernamentales y cuerpos de socorro.

La líder comunitaria detalló que en el lugar hay adultos mayores que necesitan atención médica, además de decenas de menores que requieren de leche en polvo, pañales y toallas húmedas.

Aunque ayer recibieron unos 20 paquetes con alimentos y 100 bolsas de agua, la necesidad en el kilómetro 70 continúa siendo grande.

Heydi Sarahí Moreno: Logró sacar a su hija en hombros para llevarla a revisión médica

Heydi Sarahí Moreno es una joven de 21 años, que ayer salió de su casa con el agua al pecho y su hija de dos años cargada en hombros, para llegar hasta el bordo del Campo Monterrey, en busca de ayuda para poder llevar a su pequeña al médico.

Moreno relató que pasó cuatro días en la parte superior de su barracón, debido a que el sector donde vive comenzó a llenarse tras la ruptura de los bordos en varias comunidades aledañas.

El agua tapó el primer nivel de la vivienda, por lo que ella, su hija y otra joven que las acompañaba quedaron incomunicadas.“Gracias a Dios, cuando comenzó a subir el agua logramos llevar una estufa a la parte alta del barracón.

$!Heydi Sarahí Moreno.

Había comprado harina y alimentos que son fáciles de preparar, así sobrevivimos estos días”, contó mientras sostenía a la menor en brazos.

La joven logró conseguir transporte a eso de las 11:30 am y durante el recorrido hasta el puente La Democracia, en El Progreso, Yoro, compartió que se dirigía a Mezapa, Atlántida, donde vive parte de su familia.

Agregó que al llegar, lo primero que haría sería llevar a su hija a un centro asistencial para que la revisara un doctor, ya que desde el lunes presentaba un cuadro de diarrea que le preocupaba.