Una Pequeña Caracas nace en Nueva York

Los venezolanos se están convirtiendo en uno de los grupos de inmigrantes de más rápido crecimiento en Nueva York.

Foto: Todd Heisler/The New York Times

Corona y otros barrios de Queens tienen una nueva camada de negocios que atienden a la creciente población venezolana.

mar 27 de febrero de 2024

Por: Winnie Hu y Raúl Vilchis/The New York Times

Bajo una vía elevada del metro en el barrio Queens de la Ciudad, Victor José Hernández estaba preparando los pepitos que había perfeccionado en Caracas, Venezuela.

Acomodó pollo y carne de res recién asados junto con otros ingredientes sobre un pan francés cortado a la mitad y roció la pila con salsa de ajo casera y queso cheddar rallado. Luego lo derritió con un soplete.

El puesto de pepitos apareció el invierno pasado en Roosevelt Avenue, un bullicioso corredor que se extiende junto a las comunidades de habla hispana en Jackson Heights, Elmhurst y Corona. A solo unos pasos, un restaurante ecuatoriano ofrece karaoke con canciones de amor venezolanas. Y la fila para comprar arepas se extiende hasta la banqueta de un café venezolano.

¿Podría estarse formando una Pequeña Venezuela?

Aunque la Ciudad de Nueva York tiene los barrios de inmigrantes como sus cimientos, nunca ha tenido un barrio venezolano. Muchos de los primeros venezolanos que llegaron tenían recursos y no necesitaron unirse.

Pero eso ha cambiado a medida que los venezolanos se convierten en uno de los grupos de inmigrantes de más rápido crecimiento en NY.

$!Vendedores ambulantes han agregado pulseras venezolanas a sus puestos para sus nuevos clientes venezolanos.

“Siempre comienza con un restaurante o un carrito de comida”, dijo Murad Awawdeh, de la Coalición de Inmigración de Nueva York, un grupo de defensa. Eso lleva a otros negocios e instituciones culturales.

Oleada migratoria

En el 2021, antes de la oleada reciente, solo 15 mil 182 neoyorquinos de los 8.7 millones de residentes de la Ciudad eran de ascendencia venezolana, arroja un análisis del censo realizado por Social Explorer, una empresa de investigación de datos. Les ha ido mejor que a otros grupos hispanos. Los hogares venezolanos reportaron un ingreso promedio de 74 mil 936 dólares al año, en comparación con 48 mil 866 dólares anuales para los hogares hispanos en general.

Pero desde la primavera del 2022, más de 136 mil inmigrantes —muchos de ellos de Venezuela— han llegado a Nueva York, muchos con una necesidad desesperada de ayuda.

Miguel Linares, de 23 años, rentó un cuarto el año pasado después de mudarse con su familia de Florida y, antes, de Perú y Venezuela. Su madre, Georgina Bencomo, lo ayudó a organizar una pulga, vaciando bolsas de ropa sobre mantas tendidas en la acera.

Sandra Sayago, de 36 años, era doctora en Venezuela antes de emigrar en el 2016 con su hija. Halló trabajo en un restaurante mexicano y luego se casó con el dueño, Alfredo Herrero. Nostálgica, comenzó a preparar la comida que había aprendido a cocinar de su abuela. La pareja abrió El Budare Café en el 2021. Dieron la bienvenida a inmigrantes venezolanos con comidas gratis y, recientemente, han visto que a muchos les ha ido mejor.

En el Palacio De Los Pepitos, el jefe de Hernández, Marvin Ramírez, de 34 años, hijo de una madre inmigrante colombiana que creció en Manhattan, dijo que decidió abrir su propio puesto de pepitos después de escuchar de amigos venezolanos que no podían encontrar auténticas comida callejera venezolana en Nueva York.

Dijo que se propuso hacer buena comida y terminó reuniendo a los venezolanos en un vecindario que quizás algún día podrían llamar Pequeña Caracas.

“Creo que es hora”, dijo. “Todo mundo debería tener ese lugar donde pueda sentir que no está a tantos kilómetros de casa”.

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