La disputa territorial entre Belice y Guatemala de siglos de antiguedad

Guatemala y Belice han buscado durante años resolver la disputa en el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya.

Foto: Alejandro Cegarra para The New York Times

Personal militar guatemalteco (izq.) confronta a Voluntarios Territoriales Beliceños en el Río Sarstún este mes.

mié 21 de febrero de 2024

Por: Simon Romero/The New York Times

El barco pasó junto a los manglares, un laberinto de ramas cubiertas de espinas. Estábamos en Belice, mostraban nuestras señales de GPS.

Pero entonces, miembros del Ejército de Guatemala, vestidos en camuflaje y boinas, nos vieron. Se acercaron en su propio bote y tomaron sus rifles, los dedos cerca de los gatillos.

“¡Acaban de entrar a aguas guatemaltecas!”, gritó uno en español cuando estaban como a un metro de distancia. “Solicitamos que se dirijan hacia el puesto de mando guatemalteco más cercano”.

Wil Maheia, líder del grupo beliceño con el que íbamos, gritó en respuesta: “¡No, están invadiendo aguas de Belice! ¡Si nos arrestan, será un secuestro!”.

$!Wil Maheia (der.) y otros miembros de los Voluntarios Territoriales Beliceños, listos para patrullar el Río Sarstún.

Belice, el país menos poblado de Centroamérica con alrededor de medio millón de habitantes, está envuelto en una disputa territorial de siglos de antigüedad con Guatemala, el gigante de la región con 18 millones de habitantes. El conflicto ha provocado tensiones en el refugio de contrabandistas que han surgido alrededor de la frontera en disputa entre los dos países, generando temores sobre una mayor inestabilidad en una región marcada por las guerras contra las drogas y el éxodo de inmigrantes a Estados Unidos.

El enfrentamiento de ese día de febrero en un tramo remoto del río Sarstún duró sólo unos minutos. Miembros de las fuerzas navales del Ejército de Guatemala, fuertemente armados, y los Voluntarios Territoriales Beliceños, desarmados, un grupo que afirma la soberanía en áreas en disputa, se lanzaron acusaciones entre sí antes de que el piloto de nuestro bote registrado en Belice se diera vuelta y se alejara a toda velocidad.

Ambos países han buscado durante años resolver la disputa en el Tribunal Internacional de Justicia de La Haya. Pero como no se espera un fallo hasta el próximo año, o posiblemente después, la sensación de malestar es mayor en Belice, que podría perder una parte de su territorio ante un vecino mucho más grande.

Reto para Arévalo

Guatemala está limitada a perder un reclamo sobre tierras que no ocupa oficialmente.

Si bien las posibilidades de choques militares reales parecen remotas, las autoridades beliceñas están nerviosas por las actividades ilícitas en la zona en disputa, incluyendo la pesca ilegal; migración no autorizada; el cultivo de coca, utilizada para fabricar cocaína; e incursiones de Guatemala que alimentan un aumento en la deforestación.

También enfrentan presión de los ciudadanos de Belice para que adopten una postura más firme en la disputa.

Maheia, de 62 años, un conservacionista, formó los Voluntarios Territoriales de Belice hace más de una década. “Nuestros líderes dejaron de defendernos”, dijo. “Pensé: ‘Este es mi país y voy a hacer algo para protegerlo’”.

$!Voluntarios Territoriales Beliceños revisan el lado beliceño de la orilla del Río Sarstún buscando indicios de invasión ilegal.

Cada dos o tres meses van en bote al extremo sur de Belice, por el Río Sarstún, y plantan la bandera beliceña en medio de los manglares. Después de filmarse repetidamente enfrentando acoso verbal por parte de soldados guatemaltecos, el Gobierno de Belice reasignó soldados el año pasado a un puesto militar desierto en la desembocadura del río.

Aún así, las tropas guatemaltecas simplemente retiran las banderas de Belice, alimentando la ira en todo el País.

La toma de posesión en enero de Bernardo Arévalo, el líder más progresista de Guatemala en décadas, generó esperanzas en Belice de que el enfoque de Guatemala hacia la disputa finalmente podría suavizarse. Pero Carlos Ramiro Martínez Alvarado, Ministro de Relaciones Exteriores de Guatemala, dejó claro que la Administración Arévalo seguiría adelante con su reclamo sobre territorio beliceño.

“Es una política de Estado, no de un Gobierno”, dijo Martínez Alvarado.

Se cree que Guatemala reclama más de la mitad del territorio de Belice, aunque Martínez Alvarado dijo que los detalles precisos del reclamo son secretos.

“Abandonar el reclamo sería una señal de debilidad”, afirmó Roberto Wagner, analista político en Ciudad de Guatemala. “Quien lo haga soportará el estigma de la opinión pública que dice: ‘Ese es el que regaló Belice’”.

Jody García contribuyó con reportes a este artículo.

©The New York Times Company 2024

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