Las consecuencias de Elon Musk como dueño de X

Por Steven Lee Myers, Stuart A. Thompson y Tiffany Hsu. / The New York Times

Cuando Elon Musk compró Twitter hace un año, dijo que quería crear una “plaza pública digital común”.

“Dicho esto, Twitter obviamente no puede convertirse en una batalla campal de infierno”, escribió.

Un año después, de acuerdo con estudio tras estudio, la plataforma se ha convertido precisamente en eso. Renombrado como X, el sitio ha experimentado un aumento en el discurso de odio. Millones de personas han sido expuestas a información errónea sobre el cambio climático. Los gobiernos y agentes extranjeros han difundido propaganda divisiva con poca interferencia.

Musk y su equipo han afirmado repetidamente que estas preocupaciones son exageradas. Sin embargo, docenas de estudios han mostrado lo contrario, demostrando un aumento de contenido nocivo.

La guerra entre Israel y Hamas ha inundado todas las plataformas de redes sociales con información falsa, pero el conflicto en particular ha captado hasta qué punto X se ha convertido en el tipo de sitio que Musk había prometido evitar cuando tomó las riendas.

“Con el florecimiento tan dramático de la desinformación sobre el conflicto entre Israel y Hamas en X, parece que cruzó la raya para mucha gente donde pueden ver —más allá del cambio de marca— que el viejo Twitter realmente ha desaparecido”, dijo Tim Chambers, de Dewey Square Group, que rastrea las redes sociales. “Y la nueva X es una sombra de ese ente anterior”.

Aunque sigue siendo uno de los servicios de redes sociales más populares, la gente visitó el sitio casi 5.9 mil millones de veces en septiembre, 14 por ciento menos que el mismo mes del año pasado, reporta la firma de análisis de datos Similarweb. Musk señaló este verano que los ingresos por publicidad habían caído 50 por ciento. Culpó a la Liga Antidifamación, uno de varios grupos que han catalogado el aumento del discurso de odio en X, por “intentar acabar con esta plataforma”.

Pero la mayoría de los problemas surge de los cambios que instituyó Musk.

Una investigación realizada en parte por el Instituto para el Diálogo Estratégico concluyó que los tuits antisemitas en inglés se duplicaron con creces después de que tomó las riendas. Un informe de la Comisión Europea encontró que el contacto con cuentas pro-Kremlin creció un 36 por ciento en el primer semestre de este año después de que se eliminaron medidas de mitigación.

Musk disolvió un consejo asesor centrado en cuestiones de confianza y seguridad y despidió a veintenas de empleados que se ocupaban de ellas.

X sólo está detrás de los 16.3 mil millones de visitas mensuales de Facebook y los 6.4 mil millones de visitas de Instagram, reporta Similarweb.

Entre sus primeros actos como propietario fue revertir las prohibiciones a miles de cuentas, incluyendo aquellas que habían difundido desinformación sobre covid y las elecciones presidenciales estadounidenses del 2020. Quizás el cambio más impactante bajo el mando de Musk ha sido a las palomitas azules que alguna vez comunicaban veracidad y denotaban cuentas verificadas. Las puso a disposición de cualquier cuenta por 8 dólares al mes. En abril, comenzó a eliminar las insignias azules de las cuentas verificadas. Proliferaron nuevas cuentas que se hacían pasar por funcionarios públicos, agencias gubernamentales y celebridades, causando confusión. La plataforma luego recompensó a quienes pagaron por sus etiquetas azules dando mayor proyección a sus publicaciones.

Musk ahora ha entrado en conflicto con la Ley de Servicios Digitales de la Unión Europea, una nueva ley que exige que las plataformas de redes sociales restrinjan la desinformación y otros contenidos violatorios dentro de los 27 países de la unión.

Después de que estalló la guerra entre Israel y Hamas, Thierry Breton, un comisionado europeo que supervisa la implementación de la ley, advirtió a Musk en una carta publicada en X, diciendo que la compañía necesitaba abordar “el contenido violento y terrorista que parece circular en su plataforma”.

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