El clima encarece al aceite de oliva

Por Santul Nerkar / The New York Times

Últimamente hay algo diferente respecto al aceite de oliva que Michelle Spangler compra, embotella e infunde con sabores para su tienda, Infused Oils & Vinegars, en Dallas, Texas. No es el sabor, sino el costo: los precios mundiales del aceite de oliva se han disparado a niveles récord, más que duplicándose en el año pasado.

Spangler tiene un acuerdo con un proveedor que la protege contra rápidos aumentos de precios así, pero todavía espera pagar hasta 20 por ciento más. Planea aumentar sus precios entre un 10 y un 15 por ciento a principios del próximo año.

“No es un producto barato, y eso probablemente hará que algunos de mis clientes abandonen esa línea de productos”, dijo.

El aceite de oliva es un producto básico que se cotiza a nivel mundial, y los acontecimientos en una parte del mundo repercuten en lugares lejanos. La sequía en España, el mayor productor de aceite de oliva del mundo, ha devastado las cosechas recientes, y el mal tiempo ha afectado las cosechas de aceitunas en otros grandes productores como Italia, Grecia y Portugal. El resultado es que los precios suben a alturas vertiginosas, muy por encima de los 9 mil dólares por tonelada métrica.

Eso significa botellas más caras. En Estados Unidos, que importa la mayor parte del aceite que consume, una botella de 750 mililitros de aceite de oliva extra virgen de Bertolli que costaba alrededor de 9 dólares en octubre del 2022 costó alrededor de 11 dólares este octubre, reporta IRI, un proveedor de datos.

El sur de Europa representa más de la mitad de la producción mundial de aceite de oliva. La cosecha comenzó allí el mes pasado y la Comisión Europea dijo que la producción en España, Italia y otros países se recuperaría sólo ligeramente de la caída del 40 por ciento de la temporada pasada, limitando el abasto y elevando los precios.

El aceite de oliva se ha vuelto tan caro que ha atraído a bandas criminales, con algunos robos particularmente descarados en granjas y fábricas de España y Grecia.

Shawn Addison es propietario de Olive Oil Source, un mayorista en California. En julio, su mayor proveedor, que obtiene su aceite de Australia y California, le informó que el precio al mayoreo del aceite de oliva subiría más del 30 por ciento.

Algunas empresas como la de Addison están mirando al hemisferio sur, pero el impacto de la escasez en el Mediterráneo puede ser difícil de evitar, ya que la rebatinga por el escaso abasto complica obtener un buen precio de aceite de oliva chileno o argentino.

Leah Bradley, directora financiera de Veronica Foods, un proveedor de aceite de oliva en California, dijo que Sudamérica y Australia tuvieron buenas cosechas el año pasado, lo que mitigó parte del daño en España.

Ya que el aceite de oliva se produce en tantas partes del mundo, el temor entre los vendedores no es tanto la escasez, sino qué tanto más están dispuestos a pagar los consumidores.

Gray Brooks, propietario de Pizzeria Toro en Durham, Carolina del Norte, dijo que el aceite de oliva era crucial para el sabor y la textura de la masa de su pizza.

El mes pasado, aumentó los precios del 5 al 10 por ciento, y aproximadamente la mitad del aumento se debió al costo del aceite de oliva, que obtiene de Italia. No cambiará su receta, pero dijo que el aumento a los costos de los alimentos había dificultado su trabajo.

“Muchas personas como yo estamos sintiendo el peso de esto”, dijo.

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