Se van chinos talentosos, pero muchos rehúyen Estados Unidos

Muchas personas han empezado a pensar en abandonar el país después de que China enmendó su Constitución para permitir que Xi Jinping gobernara de por vida.

Foto: Xinmei Liu

Algunos profesionales de la tecnología eligieron Canadá y países europeos en lugar de Estados Unidos debido a sus mejores prestaciones sociales.

mar 17 de octubre de 2023

Por Li Yuan / The New York Times

Asistieron a las mejores universidades en China y Occidente. Gozaban vidas de clase media en Beijing, Shanghai y Shenzhen y trabajaban para empresas tecnológicas al centro de la rivalidad tecnológica de China con Estados Unidos.

Ahora viven y trabajan en América del Norte, Europa, Japón y Australia. Los chinos están escapando de la opresión política, de perspectivas económicas sombrías y de culturas laborales a menudo agotadoras. El éxodo incluye cada vez más a profesionistas de la tecnología y a otros chinos de clase media bien educados.

“Dejé China porque no me gustaba el entorno social y político”, dijo Chen Liangshi, de 36 años, que trabajó en proyectos de inteligencia artificial en Baidu y Alibaba, dos de las principales empresas tecnológicas de China, antes de abandonar el País a principios del 2020. Tomó la decisión después de que China abolió el límite de mandato Presidencial en el 2018, una medida que permitió a su máximo líder, Xi Jinping, permanecer indefinidamente en el poder. “No volveré a China hasta que se vuelva democrática”, afirmó. Ahora trabaja para Meta en Londres.

Entrevisté a 14 profesionistas chinos, incluyendo a Chen, e intercambié mensajes con docenas más sobre por qué decidieron irse. La mayoría trabajaba en la industria tecnológica de China, lo que fue sorprendente porque los salarios son altos.

Pero la mayoría se había mudado a países distintos de Estados Unidos, que no está aprovechando la pérdida de talento bien educado de China.

En las décadas de 1980 y 1990, cuando China era pobre, sus mejores y más brillantes buscaban estudiar y trabajar —y quedarse— en Occidente. La emigración neta alcanzó su punto máximo en 1992, cuando más de 870 mil personas abandonaron el País, arrojan datos de las Naciones Unidas.

Beijing trabajó duro para retenerlas, ofreciendo incentivos para atraer de vuelta a personas capacitadas. En el 2016, más del 80 por ciento de los chinos que estudiaron en el extranjero regresaron a casa, muestran datos del Gobierno, contra aproximadamente 25 por ciento 20 años antes.

Abandonan China

La tendencia se ha revertido. En el 2022, a pesar de las restricciones de viaje, más de 310 mil chinos, en términos netos, emigraron, arrojan datos de la ONU. A tres meses de finalizar este año, la cifra ya alcanzó el mismo nivel que durante todo el 2022.

Muchas personas que entrevisté dijeron, como Chen, que habían empezado a pensar en abandonar el País después de que China enmendó su Constitución para permitir que Xi gobernara de por vida. La campaña “Cero Covid”, con casi tres años de confinamientos y cuarentenas, fue la gota que derramó el vaso para muchos de ellos.

La mayoría de las personas con las que hablé citó el complicado e impredecible proceso estadounidense para solicitar visas y estatus de residente permanente al explicar por qué no eligieron Estados Unidos.

El número de visas estudiantiles otorgadas por EU a ciudadanos chinos, durante mucho tiempo un punto de partida para futuros emigrantes prometedores, comenzó a disminuir en el 2016, al deteriorarse las relaciones entre los países. En los primeros seis meses del 2023, Gran Bretaña otorgó más de 100 mil visas de estudio a ciudadanos chinos, mientras que EU otorgó alrededor de 65 mil visas de estudiante F1.

Algunos profesionales de la tecnología eligieron Canadá y países europeos en lugar de EU debido a sus mejores prestaciones sociales, equilibrio entre la vida laboral y personal y sus leyes de control de armas.

La mayoría aceptó un recorte salarial al emigrar. “Siento que estoy pagando por la libertad”, dijo Zhou, un ingeniero de software educado en EU que renunció a su trabajo en un startup de conducción autónoma en Beijing. Ahora trabaja en una empresa automotriz en Europa occidental. “Lo vale”, dijo.

Pandemia

Otro emigrante, Zhao, viajó a EU para obtener un doctorado en ingeniería hace cinco años. Describió cómo la respuesta de China a la pandemia hizo que comenzara a cuestionar sus creencias.

“No puedo volver a un País donde todo se construyó sobre mentiras”, afirmó.

Pero no será fácil permanecer en Estados Unidos. Zhao tiene una oferta de trabajo y obtendrá un estatus de empleo temporal como graduado en un campo de ciencia, tecnología, ingeniería o matemáticas. Eso durará tres años. Participará en una lotería para obtener una visa de trabajo H-1B. Hay 40 por ciento de posibilidades de que no gane la lotería al final de los tres años. Quizás tenga que volver a la escuela para permanecer en EU o pedir a su empresa que lo transfiera a un puesto en el extranjero.

“A veces, cuando pienso en esto por la noche, siento que la vida está llena de desgracias e incertidumbre”, dijo Zhao. “Entonces no puedo dormir”.

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