El sistema se esfuerza poco por fomentar el desempeño en los docentes

San Pedro Sula

Honduras no suele figurar mucho en las mediciones globales de educación y existen razones de peso para ello.Uno de los principales problemas es un sistema que ha terminado por desvirtuar el desempeño docente, provocando con eso una crisis en la educación pública hondureña de la que se habla poco, y que tiene al docente, la persona que se para frente a los estudiantes para impartirles conocimiento, como principal protagonista.

De acuerdo con los expertos, el problema no radica en la preparación de los docentes, sino en su accionar posterior, cuando ya forman parte del sistema educativo.

“La crisis no es tanto de formación, porque tienen la formación mínima. La crisis es de desempeño porque el sistema lo que hace es incentivar la mediocridad”, asevera Mario Alas, coordinador del Observatorio de la Educación de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán (UPNFM).

Alas apunta hacia la derogación del reglamento de la Ley Fundamental de Educación como una de las principales causas por las que, en la actualidad, no se evalúan apropiadamente el desempeño de los docentes.

Según este experto, lo que ha estado sucediendo en la práctica, es que se siguen criterios más subjetivos y poco científicos para evaluar el desempeño, tales como la opinión de los compañeros docentes, de los directores, e incluso de los padres de familia, pero, asegura, no considera como factor de desempeño si sus alumnos están o no aprendiendo.

Por otro lado, el sistema también adolece de incentivos para estimular la excelencia académica entre los profesores, así como de la supervisión apropiada que exija cuentas por los resultados académicos que se obtienen.

“(El sistema) no premia al que trabaja, sino que, con el discurso de los colegios magisteriales de que todos son iguales, entonces sí, todos ganan igual, el que trabaja y el que no trabaja. El que llega y el que no llega”, apunta Alas.

El informe Estado de las Políticas Docentes 2022, preparado por la fundación Ferema, añade la cuestión salarial al problema de fondo al indicar que “la debilidad de la gestión del recurso humano docente en Honduras se evidencia claramente al señalarse que los salarios de los docentes no están vinculados a su desempeño profesional. Solamente se establecen incrementos salariales por antigüedad, por obtener diplomas y/o títulos y por ocupar cargos directivos”. Esto tiene como resultado que el sistema “no estimula el buen desempeño en el aula”, dice este informe.

LA PRENSA Premium trató de obtener una reacción de la Secretaría de Educación, pero, hasta el momento de redactar este reportaje, todavía no había recibido respuesta.

Uno de los grandes avances en la educación que reciben los hondureños se dio cuando la formación de los docentes se trasladó al nivel superior. De acuerdo con la Ley Fundamental de Educación, para ingresar al sistema educativo hondureño se requiere de al menos una licenciatura en el área de educación.

Denis Yanes, coordinador de la carrera de Pedagogía de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (Unah-vs), indicó que “la carrera de pedagogía y ciencias de la educación (...) persigue formar a los profesionales en administración educativa”.

Para lograr este objetivo, explicó se prepara a los aspirantes a docentes en el manejo de competencias administrativas, administración financiera, de espacios físicos y de recurso humano.

Esta formación se complementa con orientación educativa y consejería. Para quienes deseen una especialización, existen las maestrías, estudios de posgrado mediante los cuales, el docente graduado puede ampliar su nivel académico.Pero son los propios estudiantes quienes nos explican sus motivaciones y expectativas sobre la carrera docente.

“La educación es un agente de cambio. Entonces eso me emocionó bastante y por eso elegí estudiar la pedagogía, para ser yo un agente de cambio”, dijo Marcela Lara, estudiante de primer año de la carrera de Pedagogía.

“Desde que yo era pequeña siempre me llamó la atención el poder trabajar con los niños. También, cuando estaba en la escuela, admiraba mucho a una profesora de segundo grado porque ella amaba la carrera. Y nos enseñaba bastante, aprendíamos, utilizaba distintas formas, ya que todos aprendíamos de diferentes maneras. Entonces, ella me inspiró a estudiar pedagogía”, nos dijo una alumna de último año de Pedagogía, quien aceptó ser entrevistada con la condición de mantener su anonimato.

Sin embargo, la realidad con la que el nuevo docente se encuentra en las aulas puede ser muy diferente a sus expectativas. La alumna de último año relató que mientras efectuaba su práctica, se encontró con que los métodos utilizados por sus colegas resultaban muy anticuados, lo que evidencia la falta de preparación continua de los docentes.

Por supuesto, también hay excelentes maestros en el sistema educativo, pero, ante la falta de incentivos, estos buenos educadores son cada vez más difíciles de retener.

La Ceiba. El magisterio del departamento de Atlántida se declaró en calamidad doméstica desde el pasado martes, por impago de salarios.

Los docentes suspendieron clases y estas se reanudarán hasta que se les haga efectivo su salario, indicaron. “La mitad de los docentes aún no recibimos los salarios; si no se cancelan vamos a seguir sin dar clases. La acción no es de salir a protestar, sino de brazos caídos o de calamidad doméstica”, aseguró René Chávez, dirigente magisterial. Igual situación ocurre en Yoro, especialmente en el municipio de Arenal, donde hay más de 30 maestros que trabajan de manera interina y no están recibiendo salario.

“La departamental les dio resolución a más de 30 maestros y no aparecen en planillas. Son docentes que están como interinos y la departamental se comprometió a buscar la estructura para ellos, y nada”, dijo Javier Núñez, dirigente magisterial en Yoro.