Obras inconclusas, contratos directos y poca información en reparación de escuelas

TEGUCIGALPA, HONDURAS. – Con una sonrisa y una disposición ejemplar por aprender, Daniel o ‘Danielito’, como le dicen sus familiares, acude cada mañana a la Escuela Urbana Mixta República de Perú, ubicada en la colonia Pedregal de Tegucigalpa, la capital de Honduras, donde las precarias condiciones inciden en cada uno de sus más de 600 alumnos.

“Mire, mi niño -Daniel- se tiene que sentar en las sillas para los más pequeños para recibir clases porque las aulas que construyeron no cuentan con las condiciones apropiadas, da pesar porque siempre me llega con dolor en las piernas y yo no tengo el suficiente dinero para ponerlo en una -escuela- privada”, dijo su madre.

El ministro de la Secretaría de Educación, Daniel Sponda anunció la intervención escolar en 2022 de al menos 1,002 escuelas para mejorar su infraestructura, de las cuales 95 son ejecutadas por la institución y las restantes 907 son responsabilidad de las alcaldías y la cooperación internacional.

“En los 12 años de la dictadura no se hizo ni una tan sola escuela y nosotros ya llevamos intervenidas casi mil, lo que quiere decir que ellos -el Partido Nacional- no hicieron en una década lo que nosotros prácticamente ya hicimos en nueve meses”, señaló en esa ocasión Sponda.

Sin embargo, la Unidad de Investigación de LA PRENSA Premium se trasladó a varios centros educativos de la capital y encontró proyectos aún inconclusos desde la administración anterior, falta de priorización en reparaciones escolares, adjudicaciones vía contratación directa en varios proyectos de alta suma amparados en la emergencia por las lluvias del 2022 y que la histórica cifra de mil escuelas también incluye reparaciones menores -como pintura y mejoras.

De hecho, los padres de familia y las autoridades del centro República del Perú creyeron que serían uno de los priorizados en el Plan Maestro de Infraestructura de la Secretaría de Educación al estar con las reparaciones desde 2020, pero no fue así, así que siguen clamando por una solución.

”Iniciaron en 2020, 2021 y a finales de 2022 se fueron. Todo está inconcluso, nada han terminado. Nos dejaron como novias de pueblo (vestidas y alborotadas). De la constructora siempre que llamamos nos dicen que mañana van a venir, otras veces dicen que no hay dinero, siempre nos inventan algo”, mencionó la Elizabeth Alemán, subdirectora del centro educativo República de Perú.

Daniel, quien casualmente comparte nombre con el ministro de Educación, desconoce los factores que lo han llevado a recibir clases en pupitres que no son para jóvenes de su edad.

A él -como cientos de estudiantes más- solo les interesa saciar la sed de conocimiento cada mañana, aunque luego sufran de dolor en sus extremidades por no tener las condiciones propicias para su formación.

La primera visita que realizó el equipo periodístico de LA PRENSA Premium fue en la Escuela Urbana Mixta República de Perú, en la colonia capitalina de El Pedregal, donde se comprobó que aproximadamente ocho aulas que fueron construidas desde 2020 todavía no cuentan con el encielado del techo de las aulas y baños.

Además, faltan conectores en las paredes, pizarras y celosías en las ventanas del instituto que ni siquiera aparece en la lista de los centros escolares intervenidos.

También había humedad en el suelo de las aulas construidas, las hélices de los ventiladores de techo instalados chocaban entre sí y algunas aulas fueron mal pintadas.

“Hicieron un trabajo pésimo, no había ni luz, el director tuvo que buscar quién le hiciera una conexión. Teníamos un poste que agarraba fuego y ante la falta de respuesta, el director tuvo que arreglarlo, viera qué feo aquel chispero”, agregó Alemán.

La última construcción realizada fue un muro en el parqueo de los docentes, donde la constructora encargada no colocó el portón y por la inseguridad de la colonia capitalina los maestros prefieren no utilizar el plantel.

Este rotativo hizo una segunda visita a la Escuela de Aplicación República de Paraguay, en la residencial Bella Oriente de Tegucigalpa.

Ahí se pudo observar una rápida y amplia construcción en marcha, aun cuando los alumnos están recibiendo clases de forma virtual, a diferencia de la Escuela República de Perú, lo que demuestra la falta de priorización en las obras de construcción escolar.

La tercera visita fue en la colonia Tres Caminos, en el Jardín de Niños Amílcar Rivera Calderón, donde la obra tampoco está culminada, pues faltan paredes por pintar y la instalación de concertinas en un muro.

A través del portal HonduCompras este rotativo evidenció que la Secretaría de Educación adjudicó bajo la modalidad de compra directa un total de ocho contratos al proveedor Corrales Ingenieros S. DE R.L. DE C.V.

Cada contrato consistía en la reparación de una escuela, para ocho en total, en el departamento de Olancho, una inversión valorada en 19,171,760.11 millones.

También se identificó con la misma modalidad el proveedor Elvin J. Amador Construcciones, cuya inversión fue de 24,151,023.75 millones para la reparación de también ocho centros educativos en La Esperanza, Intibucá.

Según una revisión a las bases de datos facilitadas por Educación, estos contratos corresponden a las reparaciones aprobadas en el marco de los daños de las lluvias de 2022 (PCM-24-2022).

En total, se repartieron 61 contratos de reparación de infraestructura escolar en 24 compañías, por el orden de 141.8 millones de lempiras.

Merece recordar que a inicios de agosto el Poder Ejecutivo aprobó otro PCM para la reparación y reconstrucción de unos 12 mil centros educativos, mediante un convenio con las alcaldías.

De acuerdo a la Ley de Contratación del Estado, las obras públicas deben realizarse con una precalificación de las compañías interesadas para garantizar que sean competentes.

Por otro lado, se debe comprobar la capacidad de operación de los proveedores, especialmente cuando se trata de obras simultáneas en distintos lugares, ya que muchos de ellos iniciaron en noviembre de 2022.

Por otro lado, varios de los contratos fueron identificados con la especificación de “reparaciones varias”, aun cuando la ley indica que deben ser detalladas las obras que se realizarán y el tiempo que conllevará la entrega, pues en muchos casos las construcciones con inversiones millonarias fueron pausadas o avanzan lentamente.

Este es el caso de la escuela John F. Kennedy, donde las reparaciones iniciaron en 2022 y en agosto de 2023 continúan, mientras las autoridades de Educación manejan la obra como “finalizada”.

Al respecto, este rotativo conversó con el abogado Jan Cirius Majano, jefe de la Dirección General de Adquisiciones, quien se comprometió a investigar la situación ya que por ser nuevo en el cargo desconocía lo ocurrido.

No obstante, hasta el cierre de esta edición no se obtuvo respuesta.

Por su parte, el experto en temas educativos Jonny Varela lamentó la ausencia de un informe del ministro de cuánto se ha invertido en el proceso de infraestructura escolar.

“Así como él hizo los concursos docentes donde hubo transparencia, entre comillas, en público y todo, entonces de esa misma manera hubiera hecho la propuesta de licitaciones y adjudicaciones para el tema de infraestructura”, mencionó.

Juan Carlos Coello, jefe de la Dirección General de Construcciones Escolares y Bienes Inmuebles (DIGECEBI), proporcionó a LA PRENSA Premium la lista de las más de mil escuelas que fueron intervenidas el año pasado.

”El tema de infraestructura escolar se tiene que ver como patriotas, que toda la población se una, que todos los involucrados tengan que ver sean regidos y coordinados por la Secretaría de Educación porque somos el ente rector y controlador. Quien demanda la priorización al FHIS somos nosotros”, explicó.

Sin embargo, al revisar el listado se encontraron varios nombres de centros escolares repetidos, lo que vuelve difícil confirmar si hay 1,002 centros intervenidos, como lo anunció Educación, o son 1,002 intervenciones.

Por ejemplo, la escuela Grevil Avelar Chávez, ubicada en Yarula, La Paz, y la escuela José Cecilio del Valle en El Paraíso, se repiten dos veces.

Además, tampoco indica el tipo de obra que se realizó en cada centro por parte de Educación.

El portal de transparencia recoge 95 escuelas intervenidas por Educación, mientras que de las 907 restantes no se tienen registros, pese a ser este órgano el rector. A través de los reportes, LA PRENSA Premium confirmó que se trata de obras sufragadas por cooperantes y las transferncias municipales.

La respuesta de las autoridades al respecto fue que el dato “no ha sido subido a la plataforma por no estar completa la ficha técnica, que recoge las fotografías e información del centro escolar”.

“Los temas de transparencia son temas delicados y como Educación tiene fobia hacia el tema de sociedad civil no creo que estén permitiendo auditoria y que sectores puedan ser garantes de esos procesos”, apuntó el experto académico Varela.

La cuarta visita de este rotativo fue a la escuela John F. Kennedy, ubicado en la populosa colonia que lleva como nombre el mismo apellido, donde las obras iniciaron en 2022 pero en agosto de 2023 no habían culminado.

Durante la visita, se pudo ver a varios trabajadores pintando detalles en el techo del instituto, arena y otros materiales de construcción dispersos en el suelo. Sin embargo, es uno de los centros que figura como finalizado en el listado al que accedió este rotativo.

Para Varela, la problemática en la infraestructura escolar tiene que ver con la formación de las personas que lideran la Secretaría de Educación. “Los secretarios de Educación no son expertos en infraestructura y tienen gente al frente que no están capacitados como los viceministros, inclusive el mismo Sponda que su formación es de historiador entonces no tienen esa formación para poder liderar”, mencionó.

“En el gobierno anterior cuestionaron que el ministro de Educación era agrónomo y la ministra de Salud era pedagoga, y ahora veo una reunión que a los alcaldes se les van a dar dinero para que puedan construir escuelas y veo que el ministro de Educación, o sea un historiador es el que está liderando un proceso de infraestructura en el país. Como que no, ¿verdad?”, cuestionó.

Mientras el tic tac del reloj acompaña el transcurso de los días escolares, los criterios del Plan Maestro de Infraestructura parecen no concordar con la realidad de cientos de escuelas a lo largo y ancho del país. Sin embargo, la misión trasciende la mera construcción y reparación de edificios, pues urge la priorización y transparencia en el proceso.