Estados Unidos: Hondureños huyen de grosera ley de DeSantis

San Pedro Sula

De fondo suena un rap. Es el cantante hondureño MR JC el del Palabreo el que lo entona...

“Un lunes en la mañana prendo la televisión y veo a Ron DeSantis hablando de migración. Me siento en el sofá y le presto mucha atención, se repite la historia en diferente locación...Mal agradecido, ya se te olvidó que los latinos la Florida construimos. Cuál es el racismo, deja el egoísmo si ante los ojos de Dios aquí todos somos los mismos. Como ciudadano americano me siento discriminado, en aprobar que si un indocumentado anda con un residente, también será multado. A ustedes ya más bien los hubieran botado porque tienen el cerebro de gusano. Aquí toda la raza está con mis hermanos. Esto va pa’ Honduras, Guatemala y mis mexicanos, también salvadoreños, Venezuela y colombianos. Uff, pa’ todos los latinos también”.

La canción que prometió terminar si alcanzaba más de 500 comentarios en TikTok ya lleva casi 700, y es una afrenta al gobernador del estado de Florida, Ron DeSantis, uno de los cuatro candidatos republicanos que quieren suceder al presidente de Estados Unidos, Joe Biden, en el poder.

El hondureño canta con sentimiento, con enojo y rabia. Recientemente, el gobernador promulgó la ley SB 1718, considerada la más restrictiva y grosera porque afectará no solo a los migrantes ilegales, sino a los legales y a todo aquel ciudadano de EE UU que los apoye con el solo hecho de llevarlos en sus carros, trasladarlos a un hospital o darles un empleo.

Puede leer: “Sin nosotros no hay Florida”, dicen migrantes a DeSantis en masiva marcha

Las consecuencias de esa ley que ya fue aprobada y que entrará en vigor el 1 de julio son palpables a lo largo y ancho del estado de Florida, en el que viven más de 770,000 migrantes ilegales, en su mayoría centroamericanos, cubanos y venezolanos, según el Migration Policy Institute, con sede en Washington, DC.

Ya se reportan pérdidas en cultivos de fresas, mangos y granos básicos en la parte media y norte de Florida, ya que los inmigrantes han dejado sus trabajos.

En hoteles y restaurantes del sur del estado pasa lo mismo por el temor a ser fichados.

Justamente el viernes, la presidenta del Partido Demócrata de Florida, Nikki Fried, denunció que familias enteras de trabajadores indocumentados se van del estado y, por ello, las “cosechas se pudren”, ya que están sin recogerse en el campo y faltan empleados en sectores esenciales a causa de la política migratoria de DeSantis.

Añadió que los tres motores de Florida, agricultura, turismo y construcción, la “espina dorsal de la economía floridana”, van a sufrir a corto, medio y largo plazo a causa de la ley SB1718 por su dependencia de la mano de obra indocumentada, expresó.

Según Fried, se calcula que viven en Florida, un estado de más de 21 millones de habitantes, casi 800,000 indocumentados. Un 60% de los trabajadores de la agricultura floridana está en situación migratoria irregular y, por tanto, están amenazados por la ley de DeSantis.

Es que, entre otras cosas, la ley firmada por DeSantis establece que todas las compañías con más de 25 trabajadores deberán confirmar el estatus legal de sus nuevos empleados a través del sistema E-Verify -una web que permite constatar la empleabilidad de un inmigrante desde el punto de vista legal- a partir del 1 de julio, cuando entre en vigor la norma.

Sobre esto, el artista hondureño que ha hecho famosos varios temas sobre inmigración, en conversación con LA PRENSA Premium, señaló que lamentablemente DeSantis está usando la misma estrategia que usó Donald Trump.

“Él hace y dice lo que tiene que hacer con tal de obtener lo que necesita. Ron De Santis sabe que no hay posibilidad mala, y sabe que al hablar de los latinos aquí en Estados Unidos todo se va a revolver. Y claro que afecta a nuestros paisanos de Honduras, pero no solo a ellos, sino a todos los latinos. Mucha gente se ha ido de aquí de la Florida por lo mismo”, lamentó.

Si bien faltan 32 días para que la ley SB 1718 cobre vigencia, desde ya hay temor y muchos hondureños han optado por abandonar sus trabajos y otros se han ido para otros estados.

“Esa ley viene afectando a todo el mundo en el estado de Florida, tanto residentes como ciudadanos. Hay personas que conviven con los que no tienen documentos y se enfrentan a multas por el solo hecho de recibirlos. Hay temor porque los más extremistas, en este caso empresarios, optan por despedir a los inmigrantes para no exponerse a multas”, aseguró el hondureño residente en una ciudad a 40 minutos de Florida, José Luis Cardona.

El que se dedica a la construcción y ya tiene montada su propia empresa de momento no siente el impacto de las acciones de DeSantis; sin embargo, sabe que tarde o temprano lo afectarán.

“Aquí hay trabajo para todos, pero estemos claros, hay labores que los mismos norteamericanos no están dispuestos a hacer. Por ejemplo, ni yo mismo iría a trabajar al campo como jornalero ni a los “roof” (instalar techos). Mis respetos para ellos, ya que trabajan de sol a sol y por malos salarios”, dijo.

Cardona expuso que debido a que el miedo se ha apoderado de muchos inmigrantes, algunos han optado por irse del estado o han decidido abandonar sus empleos en las zonas, principalmente de campos de cultivos, por temor a redadas.

“Lamentablemente al inmigrante lo agarran como un conejillo de indias, políticamente hablando. Lo que se escucha aquí es que DeSantis quiere ser más Trump que Trump, debido a la política que el expresidente sostiene, incluso ya se postuló para presidente, y lamentablemente esa es la campaña que él trae”, expuso.

Desde el plano legal, Carlos Pereira, hondureño y abogado experto en temas de inmigración y asesor político que ha ocupado importantes cargos en el Gobierno, señala que la ley SB1718 está provocando desde ya un caos.

“Se calcula que en todo el estado viven unos 400,000 hondureños, podríamos decir que la mitad están legales y la otra mitad no. Pero esta ley nos afecta a todos, porque si yo tengo papeles y me detienen transportando a un indocumentado, me van a llevar a una cárcel donde voy a estar preso 30 días y me multarán con 10,000 dólares de multa, mientras que el indocumentado va a ser encarcelado y deportado”, lamentó.

Señaló que varias organizaciones de latinos de todas las nacionalidades están presionando para detener esta ley, que se sobreentiende fue creada para medir fuerzas con Donald Trump, ahora rival de DeSantis.

“Sus ambiciones políticas no deben ni pueden estar basadas en las personas más débiles y vulnerables”, lamentó Pereira, que tildó de “mediocre” a DeSantis por intentar agarrar fortaleza con la debilidad de alguien.

“Esta ley que entra en vigor en julio va en contra de la misma naturaleza del estado de Florida, que ha sido históricamente abierto a la inmigración, particularmente la cubana, que fue la que comenzó esta ruta, a abrir puertas a esta dinámica económica (...). Y hay hondureños viviendo en muchas ciudades específicas que difícilmente se habla inglés, sino más español, y eso es por la comunidad de inmigrantes. La ley SB1718 llama la atención porque va en contra de esta población al dificultarles la posibilidad de realizar un trabajo, la adquisición de vivienda. Ron DeSantis ya ha lanzado su candidatura y es conocido por tener posiciones muy parecidas a las de Donald Trump. En este momento, sea en Estados Unidos o en Honduras, o el país que sea, los políticos deben anteponer el bienestar de la sociedad que sus intereses políticos. Como políticos, ellos no apuestan al voto latino, sino al meramente norteamericano, por eso el asunto de inmigración se vuelve tan latente. El republicano siempre va a ir al lado proteccionista de su economía, de los empleos de los ciudadanos estadounidenses, y en contra de los que los llegan a invadir, porque así ven el asunto de inmigración. Hay una doble moral en el discurso político estadounidense porque la mano de obra es necesaria y se valen de vacíos legales para dejarlos pasar en las fronteras”.