Oleada de migrantes abruma a las autoridades en el sur de Estados Unidos

Los cruces masivos de migrantes en las última semanas desbordan a la Patrulla Fronteriza.

Foto: Fred Ramos para The New York Times

Migrantes son llevados a ser procesados por agentes de la Patrulla Fronteriza de EU en Sásabe, Arizona.

mié 3 de enero de 2024

Por Natalie Kitroeff/ The New York Times

En un lugar remoto del desierto de Arizona, cerca de un agujero en el muro fronterizo, docenas de migrantes se apiñaban alrededor de fogatas de leña.

Huyendo de la guerra en Sudán, de las pandillas violentas en Centroamérica o de los cárteles mexicanos, los hombres habían cruzado ilegalmente a Estados Unidos, caminado sobre terreno accidentado durante horas y llegado aquí exhaustos, hambrientos y con frío.

Querían entregarse a las autoridades para pedir asilo, pero estaban varados aquí, a kilómetros del pueblo más cercano, Sásabe.

Entonces, cuando bajaron las temperaturas, un convoy de agentes de la Patrulla Fronteriza de Estados Unidos llegó, subió a los hombres a una camioneta para ser procesados y se apresuró a buscar más personas en necesidad de rescate.

“No estamos preparados para lidiar con esto”, dijo Scott Carmon, comandante de vigilancia de la Patrulla Fronteriza. “Es un desastre humanitario”.

Esta es la crisis que se desarrolla en la frontera sur de Estados Unidos, a medida que los encuentros con migrantes alcanzan nuevamente niveles récord y ponen a prueba la capacidad de las fuerzas del orden estadounidenses, con repercusiones de gran alcance para la Administración Biden.

$!Migrantes aguardan las patrullas fronterizas en un campamento junto al muro de EU en Sásabe, Arizona.

Miles de migrantes llegan cada día, procedentes de África, Asia o Sudamérica, impulsados por la violencia implacable, la desesperación y la pobreza. En mayo, la Administración Biden celebró brevemente cuando disminuyeron los cruces, incluso después de que se levantaron las restricciones fronterizas de la era de la pandemia y muchos temieron que se abrirían las compuertas. Pero las cifras se han disparado en los últimos meses, despertando críticas tanto de republicanos como de demócratas y temores dentro de la Administración de que el asunto dañe el futuro electoral de los demócratas.

En una semana reciente, el número de detenciones alcanzó más de 10 mil al día —presionando al máximo a la Patrulla Fronteriza y abrumado a pequeños pueblos a ambos lados de la frontera, donde personas han sido canalizadas por contrabandistas consolidando nuevas rutas para evadir captura.

“En términos de migrantes por día, diciembre del 2023 rebasa cualquier promedio que hayamos visto”, dijo Adam Isacson, experto en migración en la Oficina de Washington para América Latina. “Todos los funcionarios que comentan al respecto, a todos los niveles, dicen que están cerca o más allá del punto de quiebre”.

Antony J. Blinken, Secretario de Estado de EU, y otros altos funcionarios viajaron a México el 27 de diciembre para hablar del aumento en la migración con el Presidente Andrés Manuel López Obrador, mientras funcionarios estadounidenses monitoreaban una caravana de más de 2 mil migrantes que se desplazaba al norte vía México hacia Estados Unidos. Es poco probable que la caravana llegue a EU, dijeron los expertos, pero ha llamado la atención de los medios de comunicación a la marea de inmigrantes que han cruzado la frontera.

“Si cruzas en un lugar muy remoto, no habrá muchos agentes y eso eleva tus posibilidades de ser liberado en Estados Unidos”, dijo Isacson. “No hay lugar donde poner a la gente. No pueden retenerte”.

En Arizona, los funcionarios fronterizos cerraron un puerto de entrada clave a los cruces legales a principios de diciembre para concentrarse en los ilegales.

Izzeddin, un migrante sudanés de 32 años que pidió ser identificado sólo por su nombre de pila, figuró recientemente entre una docena de hombres de su tierra natal en el campamento de Arizona.

Una guerra civil en Sudán ha obligado a millones de personas a abandonar sus hogares, incluyendo a estos hombres, que dijeron haber perdido a familiares y dejado a sus seres queridos en campos de refugiados para viajar a Estados Unidos.

Izzeddin dijo que él y sus compañeros estaban esperando que “la patrulla fronteriza venga a recogernos y nos brinde protección”.

“No importa si hace frío”, dijo sobre las condiciones en Arizona. “Aquí hay paz”.

Hamed Aleaziz y Emiliano Rodríguez Mega contribuyeron con reportes.

©The New York Times Company