Continúa la fiesta en medio del dolor en Nueva Orleans
Bourbon Street sigue siendo un imán para los turistas aún después del ataque. Sin embargo, también es un lugar que muchos residentes locales evitan.
Foto: The New York Times
Bourbon Street es un sitio turístico en auge. Pero para quienes viven y trabajan allí, personifica luchas persistentes. (Emily Kask para The New York Times)
Por: Rick Rojas
e Isabelle Taft/The New York Times
Una mujer salió de un bar hacia Bourbon Street sosteniendo dos bebidas alcohólicas fluorescentes. Un parrandero que sólo llevaba una tanga y un sombrero vaquero negro abrazaba una columna afuera de un centro nocturno. Y a unas cuadras, Joseph Holmes, de 25 años, bailaba tap en la banqueta a cambio de propinas, tal como lo hacía desde que tenía 5 años.
Sin embargo, no había forma de confundir esa noche del 3 de enero con una velada normal en el corazón de Nueva Orleans, aseguró Holmes. Un dolor palpable se cernía sobre el Barrio Francés desde que un hombre arrolló a una multitud con una camioneta cargada de armas y explosivos la madrugada del 1 de enero, cobrando las vidas de 14 personas y lesionando a docenas.
“Si no fuera así como principalmente me gano la vida, no estaría aquí ahorita”, expresó Holmes.
Nueva Orleans es famosa por infundir dolor con levedad y música, una tradición de celebrar la vida y exaltar a los muertos. La atmósfera en Bourbon Street desde el ataque ha sido claramente diferente. Pero el miedo y la frustración no eran suficientes para justificar la ausencia. Había turistas a los que atender y entretener. Las condolencias no pagarían la renta.
Afuera del Fat Catz Music Club, una niña de 4 años tamborileaba en una cubeta de plástico para recibir propinas. Su tío dijo sentirse incómodo respecto a estar allí, pero no tenían techo y necesitaban dinero.

Turismo en Nueva Orleans
Para los turistas, Bourbon Street es un destino de comida, jazz y juerga desenfrenada. La calle es el epicentro de la industria del turismo que impulsa la economía de Nueva Orleans.
No obstante, para la gente que vive y trabaja allí, personifica las luchas más persistentes de Nueva Orleans. Una es la precariedad económica de los empleos en la industria de servicios. También existe la creencia de que la estructura de poder de la Ciudad está más interesada en preservar el turismo que en apoyar a los residentes.
Además, está una omnipresente violencia sangrienta con armas de fuego. El año pasado, se registraron cinco tiroteos fatales en el Barrio Francés, revelan cifras de la Policía.
Bourbon Street sigue siendo un imán para los turistas aún después del ataque. Sin embargo, también es un lugar que muchos residentes locales evitan.
Jennifer Jones, conocida como la “Dama Bailarina”, ha actuado y se ha divertido en Bourbon Street. Pero también cree que el sitio ahora tiene mucho que ver con levantarse la blusa y beber grandes cantidades de alcohol.
La gente cuyo sustento depende de trabajar en el Barrio Francés enfrenta una decisión difícil que sólo tiene una respuesta posible: ir a trabajar, por más afligidos, preocupados y agotados que estén.
“El trabajo de la hospitalidad es una labor de sanación”, dijo Mark Schettler, un barman veterano y director ejecutivo de Shift Change, un grupo que apoya a los trabajadores de la industria de servicios. “Y este fue un ataque a nuestra catedral”.
A lo largo de Bourbon Street, la gente ha dejado flores, veladoras y animales de peluche. En la esquina de las calles Bourbon y Canal, el muro exterior de una tienda Walgreens estaba cubierto de mensajes escritos a mano, como “el terrorismo no ganó”.
Una vez más, Bourbon Street fue un imán —para residentes, visitantes y aquellos que se abrían paso penosamente a través del dolor desatado por el ataque.
“Estuve allí”, comentó Jovon Bell, de 45 años, quien se levantó la camiseta para mostrar los parches adhesivos de su visita al hospital.
El ataque subrayó lo contradictoria que puede ser Bourbon Street. Ryne Hancock es un disc jockey en WTUL, una estación de radio de Nueva Orleans, y es originario de la Ciudad.
“Odio Bourbon Street”, dijo.
“Representa alegría”, añadió de inmediato.
Quería dejar un mensaje para las víctimas y estar rodeado de la comunidad.
Campbell Robertson contribuyó con reportes.
©The New York Times Company 2025