PAE, la polémica píldora que divide a la sociedad

San Pedro Sula

Cuando el asunto de la píldora anticonceptiva de emergencia (PAE) o Plan B entra a la agenda pública, automáticamente se forman dos frentes que dividen a la sociedad.

Los primeros son los grupos pro vida, aquellos que hablan y luchan en favor del respeto a la vida de aquellos niños que no pidieron nacer ni ser concebidos, y por lo general están ligados a las iglesias o médicos especialistas.

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Los segundos son los pro derechos de las mujeres, casi siempre relacionados con organizaciones no gubernamentales que luchan por el derecho de las mujeres a elegir qué hacer con sus cuerpos.

Esta semana, el ministro de Salud de Honduras, José Manuel Matheu, informó que se legalizará la pastilla anticonceptiva de emergencia (PAE) para las víctimas de violación, ya que no es un método anticonceptivo.

En Honduras, la pastilla está al alcance de quienes la necesiten de forma clandestina, y cada vez cuesta menos hallarla.

Las principales usuarias son aquellas que tuvieron relaciones sexuales sin protección y que no desean un embarazo, por lo general jóvenes, entre quienes la pastilla es de uso común.

En San Pedro Sula se vende en conocidas pulperías que operan 24 horas o se consiguen sin problema en la tienda de Facebook y algunos vendedores hasta la llevan a domicilio por precios que van de 100 a 300 lempiras.

La polémica sobre el uso de la pastilla también gira en torno a si puede llegar a ser abortiva o si solo es efectiva para impedir embarazos no deseados antes de que se conciban.

Daysi Díaz Cobos es ginecóloga y recientemente dio una charla a miembros del Colegio Médico sobre qué es la PAE y cómo funciona. También la impartió a la comunidad que integra la organización 40 Días por la Vida, donde se aconseja el no uso de la píldora de emergencia.

Aunque ella desaconseja usar la PAE, asegura que su ponencia fue apegada a la ciencia y a lo que dice la literatura médica, pues es difícil poder contrastar la información, ya que son pocos los estudios sobre la píldora y sus efectos.

Además, admite que es un asunto muy controversial y cargado de sesgo donde entran en juego las posturas religiosas.A nivel político, el tema se ha considerado un distractor o cortina de humo para evitar asuntos de interés nacional de mayor prioridad.

Díaz Cobos conversó con LA PRENSA Premium que la efectividad de la PAE puede surgir bajo dos supuestos mecanismos, el que dice que puede impedir la ovulación, y el segundo, que impide la implantación (si un embrión no se implanta, muere).

“Dependiendo el momento en el que se toma la pastilla y dependiendo el ciclo de la mujer, y del momento en que tuvo relaciones sexuales, así va a ser el mecanismo que pueda ocurrir”, expuso.

Esa diferencia es la que limita que la pastilla actúe como abortiva o anticonceptiva.

“La información está muy sesgada. Se ha cambiado el concepto de lo que es la implantación. Es triste porque se maneja que la vida empieza al implantarse, no antes. No estamos hablando nada religioso”.

Lo que causa la pastilla pende de una delgada línea entre el momento que se dio el coito, cuál es la ventana fértil de la mujer, el tiempo en que se toma la pastilla.

“Este medicamento (PAE) lo que tiene es que dependiendo del momento en que se usa va actuar como un mecanismo o como otro”, manifestó.

Pavlova Polanco, médico y especialista en derechos sexuales y reproductivos de Plan Internacional Honduras, dijo que como institución no están de acuerdo en que la PAE solo sea permitida legalmente en caso de que la víctima haya sufrido violación sexual.

Nosotros seguimos las recomendaciones internacionales como las de la OMS, que nos dicen que debe permitirse para todas las mujeres en tres momentos: cuando falla el anticonceptivo, cuando no se utiliza un método y para personas que han sufrido violencia sexual.

“Cada día, las estadísticas nacionales nos muestran el rango de edad en los que se están dando embarazos y partos, y son en jóvenes, y hasta tenemos niñas menores de 10 años embarazadas”.

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“La PAE es el medio para evitar que se conciba producto de una violación. La PAE no es abortiva, evita la concepción”, afirmó. Las violaciones en niñas y mujeres son muy frecuentes.

Polanco señaló que si bien la píldora se consigue, lo ideal es que el fármaco esté disponible, de venta libre y que esté en los centros de salud, que el médico la prescriba sin repercusión legal y que las mujeres, donde se encuentren, puedan tener acceso a ella.

En 2017 se realizó la Encuesta de violencia contra niños, niñas y adolescentes (EVCNNA).

Con base en las encuestas realizadas a mujeres y hombres de 18 a 24 años que reportaron haber sido víctimas de abuso sexual infantil, se estimó que la prevalencia para las mujeres es de 16.2% (103,064 mujeres) y para los hombres es de 9.9% (59,433 hombres).

Esto significa una estimación de tasa diaria de 26 mujeres y hombres que habrían sido víctimas antes de los 18 años (considerando que hay casos reincidentes); es decir, en Honduras, en promedio más de un menor es abusado sexualmente cada hora, pero en la mayoría de los casos también hay reincidencia de sus abusadores.