Pandemia en Honduras: las 8 semanas que se convirtieron en 3 años

Hoy se cumple el tercer aniversario del primer caso confirmado de la enfermedad que dejó más de 472,000 contagiados y 11,000 fallecidos. Se avizora el fin de la pandemia.

El uso de equipo de protección y la toma de temperatura se volvieron habituales en los últimos años. La campaña de vacunación ha logrado inocular a un aproximado de casi el 70% de la población, son muchos los hondureños que todavía no completan su esquema.

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Covid-19

San Pedro Sula

El 11 de marzo de 2020, Honduras recibió la noticia que esperaba y temía a partes iguales. Ese día, las autoridades hondureñas le informaban a la población sobre la confirmación del primer caso de covid-19, por lo que el país se unía al resto del mundo en declarar situación de pandemia.

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Los optimistas cálculos iniciales postulaban que medidas como el confinamiento, la distancia social, el uso de mascarilla y la desinfección constante podrían prolongar la emergencia sanitaria durante unas ocho semanas, o lo que es lo mismo, dos meses. Ahora, a tres años de aquel suceso, ¿cuál es la situación actual?

Según los datos más recientes publicados por la Secretaría de Salud (Sesal), un total acumulado de 472,116 hondureños se han contagiado en algún momento de la enfermedad en los pasados tres años, de los que, lamentablemente, más de 11,000 murieron a causa del virus, de acuerdo con las cifras oficiales.

En todo este tiempo se han analizado más de 1.6 millones de muestras, y si aislamos las cifras de 2023, las autoridades sanitarias contabilizan unos 6,500 contagios hasta comienzos de marzo, a la vez que se han producido unos 30 fallecimientos, lo que deja una tasa de letalidad del 0.5%, en tanto que la mortalidad por cada 100,000 habitantes es de 0.21 fallecidos.

De todo lo anterior se desprende que, si bien la incidencia de contagios y de muertes ha disminuido considerablemente, el virus que produce el covid-19 sigue presente.Para saber en qué punto de la pandemia nos encontramos, LA PRENSA Premium le hizo la respectiva consulta a los expertos.

Si bien las opiniones difieren, estas coinciden en que la situación actual es mucho más favorable, en el sentido de que, gracias a las campañas de vacunación y las mutaciones más recientes del virus, menos letales que las primeras, ya se puede avizorar el fin de la pandemia en el horizonte.

Esa fue la opinión que nos ofreció el neurólogo y científico hondureño Marco Tulio Medina.“En este momento, después de tres años, estamos ya avizorando la salida de la pandemia, se ha observado una reducción arriba del 95% o más de la pandemia a nivel de Honduras y a nivel internacional, y las variantes, sobre todo las últimas que han surgido, como las subvariantes del ómicron, producen síntomas leves y no llevan al cuadro inflamatorio grave que lleva a la muerte”.

El Congreso Nacional aprobó esta semana el decreto que elimina el uso obligatorio de mascarilla.

La campaña de vacunación ha jugado un papel fundamental en la reducción de la incidencia de la enfermedad. El doctor Medina, citando un estudio publicado por la prestigiosa revista médica británica The Lancet, señala que, gracias al desarrollo y la posterior ejecución de las campañas de vacunación, unos 14 millones de personas salvaron su vida al inocularse.

En el largo plazo, el doctor Medina llama a “fortalecer el sistema de salud público de Honduras” como estrategia para prevenir nuevas epidemias en el futuro.

La Secretaría de Salud, por su parte, informa que, desde comienzo de la campaña de vacunación en Honduras, en el primer semestre de 2021 y hasta mediados de enero pasado, se habían aplicado un total de 16.1 millones de dosis de las diferentes vacunas. De ellas, 6.4 millones corresponden a la primera dosis, 5.6 millones a la segunda dosis y 4 millones a los refuerzos.

Esto significa que 6.3 millones de hondureños han recibido al menos una dosis de vacuna, pero también que 3.3 millones todavía no reciben ninguna, de acuerdo con las cifras de Sesal y del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS) compiladas hasta el 16 de enero de 2023. En fechas recientes se habla de eliminar la obligatoriedad del uso de la mascarilla en lugares públicos.

Esta misma semana, el Congreso Nacional aprobó un proyecto de decreto en ese sentido. Sin embargo, voces en el sector médico destacan los riesgos de esta clase de iniciativas.

En su espacio informativo “Aquí con mi médico”, el doctor Omar Videa, especialista en medicina interna, insistió en seguir “pidiendo que se usen las mascarillas dentro de la estrategia para luchar contra el covid-19”, pues si bien “estamos viviendo una temporada tan baja, nunca antes vista de covid-19 durante toda la pandemia”, el uso de la mascarilla sigue siendo “esencial”.

En lo que al fin de la pandemia se refiere, “estamos muy cerca, pero hasta que no termine esta condición debemos seguir cuidándonos”, aconseja el doctor Videa.

Haciendo un recuento sobre lo vivido los últimos tres años, el doctor Medina reflexiona en que, pese a las circunstancias, se logró enfrentar la pandemia con el apoyo de organismos como la OPS y la OMS, y pese a situaciones que entorpecieron los esfuerzos, como el caso de los hospitales móviles, o la campaña antivacunas.

Plantea la necesidad de la creación de “una alianza académica con el objeto de prepararnos ante la posibilidad de otras amenazas de salud a corto y mediano plazo”.

Para la epidemióloga Roxana Araujo, la situación de la pandemia en Honduras se encuentra en un punto “intermedio”, en el cual “no sabemos cómo va a continuar. Desde el punto de vista epidemiológico ya no le vamos a llamar pandemia, porque es cierto que está todavía en los países, pero ya esto es como una enfermedad endémica”, lo que quiere decir que, aunque ya no sea tan letal como antes, el virus del covid-19 “llegó para quedarse”.

Araujo observa que todavía quedan muchas interrogantes, entre estas el origen de la enfermedad, cuya investigación, al parecer, todavía no muestra resultados concluyentes.

La epidemióloga rescata también el desarrollo de las vacunas bivalentes, que combinan la cepa del virus original y las nuevas variantes, como la ómicron, y que han demostrado ser más efectivas a la hora de crear anticuerpos.