Ley para el Fomento y Desarrollo demandan las mipymes
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La modificación y cumplimiento de la Ley para el Fomento y Desarrollo de la Competitividad de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Mipyme) aprobada en 2008 es una de las principales peticiones del sector al gobierno entrante.
La pequeña empresa no logra recuperar los empleos perdidos a causa de la crisis económica derivada de la pandemia, sus bajas ventas y la falta de acceso al financiamiento, que son obstáculos que no le permiten crecer.
El decreto 135-2008 creado durante la administración de Manuel Zelaya Rosales y que tiene como objetivo fortalecer institucionalmente la organización pública y privada de apoyo a la mipyme, describe la promoción de sus productos, financiamiento, acceso a créditos, apoyo para exportar, programa de capacitaciones y compras del Estado al sector de la micro, pequeña y mediana empresa.
La ley destaca que todos los años, hasta un 30% de las compras del Estado serían contratadas a las mipymes, un fideicomiso en el Banco Hondureño de la Producción y Vivienda (Banhprovi) que anualmente (por 10 años) no sería menor a 50 millones de lempiras para el desarrollo y ejecución de los programas instituidos por esa ley y la creación de líneas especiales para la financiación de la mipyme destinadas para capital de trabajo, fondos de garantía y capital de riesgo.
Aunque la ley señala muchos beneficios para los pequeños empresarios, estos aseguran que nunca se ha cumplido y solicitan al nuevo gobierno que el decreto sea modificado de acuerdo con las necesidades actuales y que se ejecute a cabalidad.
Gabriel Molina, gerente de la Empresa Sostenible del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), informó que en Honduras el 95% de las empresas son mipymes y el 90% de estas son de carácter familiar y generan alrededor de 1,350,000 empleos.
Esperanza Escobar, presidenta de la Asociación Nacional de la Mediana y Pequeña Industria de Honduras (Anmpih), dijo que aunque son un sector de mucha resiliencia, la pandemia causó graves efectos en la economía de la que no logran recuperarse.
Pese a que no hay datos oficiales, Escobar estima que en el país hay más de medio millón de mipymes entre formales e informales.
A raíz de la pandemia, calcula que en la micro y pequeña empresa perdieron alrededor de un 25% de los empleos.Escobar reconoció que con los despidos y suspensiones masivas en las empresas, la informalidad creció de manera exponencial.
Hasta mayo de 2021, el Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), estimaba que unas 300 mil personas se habían convertido en nuevos informales a nivel nacional.
En la pandemia también creció el número de negocios formales liderados por mujeres que llegó alcanzar un 56%.
Anteriormente era de un 45%. Muchas son empresas de alimentos, servicios, maquillaje, limpieza y medicinas naturales.Ventas en línea. Escobar detalló que los sectores de comercio y servicios son la mayoría de negocios que promueven sus productos por internet.
Muchos empresarios se vieron obligados a dejar sus locales por no poder pagar la renta y comenzaron a promoverse en redes sociales y páginas web. Algunos han regresado a sus espacios comerciales físicos, pero la mayoría continúa con tiendas virtuales.
Como pequeños empresarios, Escobar dijo que requieren acceso a financiamiento para comprar materias primas y oportunidad en el mercado de manera diferenciada; es decir, que no traten a la micro y pequeña empresa como a la gran empresa, que cuenta con mayores oportunidades, sostiene Escobar.
“Estamos muy esperanzados en que en este nuevo gobierno se faciliten más las cosas para el sector mype (micro y pequeña empresa). Nosotros hemos estado solicitando ser escuchados por la comisión de transición para dar a conocer los problemas que tenemos como sector”, expresó Escobar.
Efraín Rodríguez es dueño de una cafetería y un taller de accesorios para vehículos, compartió que debido a la pandemia tuvo que reducir su planilla de siete a dos empleados en la cafetería.“Bajó un 70% las ventas, estamos en proceso de recuperación.
En la parte automotriz, la actividad se mantuvo y así algunos rubros fueron más afectados que otros”.Rodríguez indicó que los altos costos de la tarifa eléctrica y los constantes cortes de energía han afectado grandemente al sector.
Enfatizó que necesitan créditos y financiamiento diferenciado, porque no cuentan con garantías ni la misma capacidad que la mediana y gran empresa.
La Ley de Apoyo a la Mipyme aprobada por el gobierno actual y que venció en noviembre de 2021 es una de las iniciativas que benefició mucho a los emprendedores y pequeños empresarios, ya que exoneraba del pago de impuestos y tasas municipales y el impuesto sobre la renta por cinco años.
“Esa ley debe quedar permanente, porque ha sido muy positiva. Realmente se tiene que reforzar los programas e iniciativas positivas que hizo este gobierno en apoyo a la mipyme”, dijo.
Victorino Carranza, presidente del Gremio de la Micro y Pequeña Empresa (Gremype), manifestó que no pueden invertir en sus negocios porque no tienen acceso a financiamiento, de esta forma no pueden mejorar sus ventas y recuperar los empleos perdidos.
“Necesitamos que se cumpla la Ley para el Fomento y Desarrollo de la Competitividad para que podamos salir adelante como pequeños empresarios”, sostuvo Rodríguez.