Cortés, donde hay más escuelas dañadas por Eta y Iota

Según informe de Educación, La Lima, El Progreso, San Pedro Sula, Choloma y Villanueva están entre los municipios con más centros afectados por Eta y Iota.

Al menos 728 centros educativos fueron dañados por los huracanes.

El kínder de la colonia Filadelfia ya no puede alojar a los 45 niños que tenía porque sigue abandonado.

Parte de la escuela de Guaruma 2 fue reconstruida, pero otra parte sigue destruida.

En una aula prestada de un kínder, Nancy Argeta imparte clases, su escuela fue destruida

En la aldea La Danta, el padre de familia Edwin Miranda trabaja en la reconstrucción.

Niños de escuelas de La Lima aún siguen sin ir a clases presenciales y trabajan con tareas asignadas.

Escuela de Guaruma Uno fue reconstruida, pero no hay clases.

La reconstrucción del CEB Ramón Montoya de El Higuero en Choloma está parada por falta de fondos.

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SAN PEDRO SULA

Mientras Edwin Miranda, padre de familia de la comunidad de La Danta en los bajos de Choloma, trabaja en levantar un muro perimetral destruido por las tormentas Eta y Iota, la maestra Nancy Gabriela Argueta imparte clases de tercer grado en un aula prestada de un kínder de la aldea El Higuero en la misma zona, pues el centro básico adonde trabajaba quedó destruido.

Ambos se sacrifican para que los niños continúen sus clases de forma presencial; pero resienten la falta de apoyo y la poca agilización de parte del Gobierno para que, después de dos años afectados por la pandemia del covid y las tormentas, vuelvan a tener centros educativos con condiciones seguras.

El kínder y escuela Manuel Bonilla de La Danta, donde Edwin Miranda tiene sus hijos, sufrió graves daños en las aulas y muro perimetral.

Actualmente tienen una matrícula de más de sesenta niños, que siguen en sus casas haciendo tareas asignadas por maestros.

Con el apoyo de personas que les han colaborado económicamente y de un grupo de padres de familia han logrado levantar el muro frontal, para poder asegurar que los estudiantes no salgan a la calle principal adonde circulan muchos vehículos pesados, pero aún les queda la mayor parte por construir.

Este es uno de los 728 centros educativos que resultaron con daños durante las tormentas Eta y Iota a nivel nacional en noviembre de 2020, según información proporcionada por la Secretaria de Educación a este medio.

Un análisis de la Unidad de Datos de LA PRENSA Premium a estos archivos determinó que casi el 37% de los centro educativos dañados por esos fenómenos (es decir, 266 instituciones) están en el departamento de Cortés. Le siguen como más afectados Yoro, con el 15.9% y Francisco Morazán, con 11.3%.

Impacto

En el centro de educación básica Ramón Montoya, de El Higuero, las tormentas destruyeron tres aulas y las otras tres aún tienen intacto el lodo.

Pero en noviembre del año pasado iniciaron la construcción de tres aulas, de las cuales solo están las columnas levantadas, mientras que parte del hierro y madera que estaban utilizando están tirados en el predio porque la obra está parada desde hace varios meses, pues no han hecho desembolsos por parte de las autoridades gubernamentales.

Esta es una realidad que comparten 35 edificios educativos en Choloma producto de los estragos de Eta y Iota.

No obstante, el municipio con mayor afectación en centros de prebásica, básica y media fue La Lima, si prácticamente uno de cada diez centros escolares dañados en Honduras está en ese sector (76 escuelas afectadas).

El Progreso, Yoro, San Pedro Sula y el Distrito Central, Francisco Morazán, en ese orden, fueron los otros municipios donde hubo bastantes daños.

Según el diagnóstico de la Secretaría de Educación, se detalla que en los centros del área rural fue donde hubo mayores daños, dejando 284 recintos escolares perjudicados, lo que representa un 39%. En la zona urbana, 203 escuelas y colegios resultaron afectados (28%).

Del 33% de escuelas no se sabía el área al que pertenecen. Es importante señalar que este listado fue elaborado durante la administración anterior y no se han proporcionado informes, al menos de manera pública, de avances de reconstrucción de la infraestructura escolar.

Retorno

A nivel nacional, la destrucción causada por Eta y Iota tiene aún a miles de alumnos sin recibir clases presenciales, ya que pese al llamado del ministro de Educación, Daniel Esponda, muchos no podrán hacerlo porque sus centros no están habilitados.

Cabe resaltar que en la colonia Filadelfia,de La Lima, aunque el centro de educación básico República de Suecia fue reconstruido -con apoyo de organismos internacionales, según testimonios de padres de familia-, no tiene pupitres y por eso no se ha regresado a clases.

A la par está el centro de prebásica, el cual está complemente abandonado: aún está rodeado del lodo seco que dejaron las inundaciones y las aulas siguen sucias.

Madres de familia como Oneyda Castañeda ven cada vez más difícil que sus hijos regresen a las aulas, pues indican que no les ha llegado ayuda para repararla.“Hemos estado reconstruyendo nuestras casas y recuperando las cosas que perdimos y ahora ya no tenemos donde mandar a clases a los niños”, lamentó.

La situación se complica más para la primaria, de los 728 centros educativos con daños, 400 son del nivel básico, 119 de prébasica, 55 de educación media y un total de 147 aparecen en los registros sin especificar.

Ante el abandono de los centros educativos dañados, padres de familia se han unido para reparar la infraestructura escolar, pero otros simplemente optan por no matricular a sus hijos.

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