Xiomara Castro, la única mujer gobernando en América

“Le espera una tarea doblemente difícil por ser mujer, pero podrá llevarla adelante”, dijo Cristina Fernández.
Líderes de la región reiteran su apoyo a Xiomara Castro.

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SAN PEDRO SULA. A sus 62 años, Iris Xiomara Castro Sarmiento marca un nuevo capítulo de la historia nacional al convertirse hoy en la primera mujer en ser la presidenta de la república.

Tras más de un siglo de gobiernos militares, liberales y nacionalistas, la ahora jefa de Estado de Honduras será, de momento, la única mujer que estará gobernando en América.

Su liderazgo y amplia aceptación trascienden fronteras. Desde su triunfo en las generales del 28 de noviembre pasado, contrapartes de la región, muchos de ellos presentes hoy en su investidura, han expresado sus deseos de trabajar y cooperar en conjunto con ella y con su gabinete.

A 67 años de la primera conquista política de las mujeres hondureñas: el derecho al sufragio, la sociedad ha experimentado notables cambios, pero la aspiración de liderazgo de las mujeres —tal cual ocurre dentro y fuera de América Latina y el Caribe— se topa con un progreso lento.

“Juntas empezaremos a accionar por nuestros derechos. Este es nuestro momento”, aseguró la mandataria en un mensaje en sus redes sociales a propósito del Día de la Mujer hondureña.

Desde hoy, con Xiomara Castro ya son 13 las mujeres de América Latina y el Caribe que de 1974 a la fecha han alcanzado la presidencia de sus respectivos países. “Mis fervientes deseos de éxito en un país urgido de respuestas que no renuncia a la esperanza”, dijo Laura Chinchilla, expresidenta de Costa Rica (2010-2014) y ahora consultora y catedrática internacional.

También el expresidente uruguayo José Mujica, a través de un video, calificó de grato el triunfo de Castro, quien asume las riendas de un país “ tan martirizado por la historia, tan golpeado por la realidad, por la incomprensión política”.

El exmandatario dijo que pese a no conocerla en persona, reconoce su trayectoria. “Te deseo de todo corazón que tengas la apertura y la solvencia y el apoyo necesario para darle un respiro a tu pueblo, a tu sociedad y abrir un hilito de esperanza en el largo martirologio de América Central. Desde el sur, un abrazo querida compañera y en ti a todos tus compatriotas”.

También la vicepresidenta y dos veces mandataria de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, dijo ayer durante su charla magistral “Los pueblos siempre vuelven”, la cual impartió en la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah), que tras el término de su conferencia hablaría con Castro para decirle que “no es fácil ser presidenta mujer, porque todavía hay, en nuestras sociedades y muchas veces en nuestros propios compañeros o compañeras, aunque parezca mentiras, cierto resabio de la sociedad patriarcal, que nosotros llamamos de algún modo en Argentina machismo”.

En criterio de la vicepresidenta argentina “cuando una mujer, además de pintarse, peinarse o ponerse un atuendo para venir aquí, además piensa y sobre todo se atreve a decir en voz alta lo que piensa y tomar decisiones, bueno, se lo perdonan bastante menos que a los hombres”.

Fernández de Kirchner recordó que en 2007, cuando asumió la presidencia de su país, “yo le decía a Néstor (Kirchner), mi compañero, estas cosas, que además eran tema de machismo, de por ser mujer y él me decía ‘no, no, no’, poco tiempo antes de partir —en 2010— me reconoció que tenía razón. Esto además por las ideas, por los intereses que se afectan, etcétera, etcétera, fundamentalmente también es por tu condición de mujer, no lo duden”, dijo la funcionaria.

Por ello, agregó, “espero que todos ustedes ayuden mucho a la compañera Xiomara (Castro), porque le espera una tarea difícil, doblemente difícil por ser mujer, pero estoy absolutamente convencida que la podrá llevar adelante, porque la vi salir a pelear por quien era su compañero, por la democracia aquí en las calles y la vi una y otra vez y venir, y finalmente la vamos a ver jurar como presidenta”.

Haciendo historia

En su plan de Gobierno, Xiomara Castro hace hincapié sobre “el diagnóstico desolador del problema de género”. Indicadores nacionales y extranjeros revelan que Honduras es uno de los peores países en violencia de género en el continente, “y ese problema ha empeorado en vez de mejorar”.

Cada año, se reciben unas 20 mil denuncias por violencia doméstica; cada tres horas se denuncia una agresión sexual y cada 21 horas, muere una mujer asesinada por su condición. Además de la pobreza que sufre el 70% de la población hondureña; las mujeres y personas LGBTI se ven amenazadas por la discriminación y violencia estructural por razones de sexo y género. “La victoria de la primera mujer presidenta en Honduras representa un gran paso en la influencia que estamos ejerciendo las mujeres en diferentes aspectos sociales y políticos”, dijo la titular del Comisionado de Derechos Humanos, Blanca Izaguirre.

“Hace 67 años que se nos permitió votar, el camino para una mujer en Honduras no ha sido fácil, pero hoy es trascendental y ocupamos los cargos necesarios para lograr los cambios que anhelamos”, subrayó Izaguirre.

Fue el 25 de enero de 1955, durante la administración de Julio Lozano Díaz, cuando se emitió el decreto para que las mujeres hondureñas votaran, lo que pudieron hacer para elegir al presidente José Ramón Villeda Morales (1957-1963), quien fue derrocado el 3 de octubre de 1963 cuando estaba por concluir su mandato de seis años.

Izaguirre, quien también es la primera mujer que rectora el Comisionado de Derechos Humanos en Honduras, augura un “futuro prometedor” a Castro, aunque afirma que tendrá “grandes desafíos” en un país en el que impera “una cultura machista”.

La mujer en Honduras es víctima de “misoginia y campañas de desprestigio y discriminación”, señaló la defensora del pueblo, quien reclamó para las mujeres más espacios de participación para la toma de decisiones políticas, económicas y sociales.

Honduras registra “un avance significativo” en la participación de la mujer en política, pero ellas todavía siguen sufriendo violencia, desapariciones forzadas, violaciones, represión e intimidación debido a la “indiferencia de muchas autoridades”, señaló.

Más desafíos

En Honduras, con 9.5 millones de habitantes, más del 51% son mujeres, pero eso no se ve reflejado en los círculos de poder debido a la inequidad y falta de oportunidades que padecen muchas de ellas en un país centroamericano donde además sufren violencia de género.

El Reglamento de Paridad establece que los partidos deben integrar en sus plantillas de elección al menos el 50% de participación de mujeres, pero en el Parlamento hondureño las féminas tienen en este período una representación del 26.6%.

La coordinadora del Programa de Fortalecimiento del Derecho a decidir de las Mujeres, Regina Fonseca, dijo que tiene claro que pese a la llegada de la primera mujer a la Presidencia, “todavía falta muchísimo por hacer” para prevenir y eliminar toda forma de violencia en su contra.

Los problemas que afectan a las mujeres hondureñas “no se resuelven solo con la llegada de ella (Xiomara Castro), se necesitan cambios culturales progresivos.

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