Herlinda, de reina del cártel a posible presa de por vida

Así Herlinda se adueñó de un clan que traficaba cocaína valorada en millones de dólares.

La sentencia contra la hondureña se conocerá el 28 de marzo de 2023.

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San Pedro Sula, Honduras.

De pocas palabras y siempre vestida con ropa sencilla, doña Herlinda Ramos Bobadilla se convirtió en la cabecilla del grupo criminal Montes Bobadilla, que traficaba drogas a Estados Unidos desde 2005 y hasta ordenó asesinatos, ahora se enfrenta a una cadena perpetua en prisión.

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La matriarca del clan se declaró culpable de participar en una conspiración a gran escala para traficar cocaína para importarla a Estados Unidos. Documentos judiciales de la Corte del Distrito este de Virginia establecen que desde 2006 hasta 2016, Herlinda Ramos-Bobadilla, alias Erlinda Bobadilla o Chinda (de 62 años), se desempeñó como líder de la organización de narcotraficantes Montes-Bobadilla, o “Los Montes”, uno de los cárteles de la droga más grandes de Honduras.

Francia, una aldea de Limón en Colón, la cuna de la Montes Bobadilla, estaba sometida por el grupo criminal, que recibía envíos marítimos y aéreos clandestinos de cocaína desde fuentes en América del Sur con la complicidad de autoridades policiales y militares.

Los envíos individuales de cocaína generalmente transportaban cientos y, a veces, más de mil kilogramos de cocaína. El grupo criminal, liderado por Herlinda con sus hijos y otros parientes, transportaban la droga a Guatemala y eventualmente a México y tenía como destino final Estados Unidos. Tras la muerte de su esposo en 2010, Herlinda Ramos Bobadilla tomó el mando de la organización junto con su hijo Noé Montes Bobadilla.

Doña Herlinda, según la acusaciones de Estados Unidos, participó en la negociación de transacciones de cocaína con otros narcotraficantes en América Central y del Sur, administró las ganancias que la organización obtuvo de la venta de cocaína y, en ocasiones, pagó a las fuentes de suministro de la cocaína que compraba Los Montes.

Además empleó a personas armadas para trabajar bajo su dirección y control, incluso brindando seguridad para ella y sus envíos de cocaína. Según documentos judiciales, junto con su hijo Noé y con ayuda de Devis Leonel Rivera Maradiaga, ordenó la muerte en su salón de belleza en Tocoa de Yolanda Canales Ramos, porque creían que la mujer era informante del gobierno de Estados Unidos.

“El cártel de Los Montes, bajo el liderazgo de la acusada y su familia, traficó miles de kilos de drogas ilícitas y cometió atroces actos de violencia, incluido el asesinato, provocando una devastadora ola de miedo y destrucción que repercutió desde Honduras hasta los EE. UU.” dijo Jessica D. Aber, fiscal federal para el Distrito Este de Virginia.

“Mi agradecimiento a todos nuestros fiscales y socios encargados de hacer cumplir la ley que trabajan incansablemente para desmantelar peligrosas organizaciones de narcotraficantes, como Los Montes, que ponen en riesgo tantas vidas inocentes. Este esfuerzo es un mensaje para aquellos que continúan operando estos cárteles: no están por encima de la ley y no están fuera de nuestro alcance”.

“Los procedimientos de hoy demuestran el compromiso de la DEA de responsabilizar a los delincuentes violentos, nacionales y extranjeros, que trafican drogas mortales en nuestro país y ponen en riesgo a nuestras familias.

El Cartel de Los Montes era una organización viciosa de tráfico de drogas que envenenaba a nuestros ciudadanos y se involucraba en la violencia para sacar provecho del tráfico de drogas. Nuestro mensaje a los líderes de las organizaciones criminales es claro, no flaquearemos hasta que se erradique la distribución de drogas y la violencia relacionada con ella”, dijo Jarod Forget, agente de la División de la DEA en Washington.

Recompensa

Estados Unidos ofreció una recompensa de 5 millones de dólares por Herlinda Ramos Bobadilla y sus hijos Tito y Juan Carlos. La Policía de Honduras detuvo a la matriarca en un operativo el 15 de mayo de 2022, donde murió su hijo Tito Montes.

Juan Carlos logró huir y aún está vigente la recompensa de 5 millones de dólares. El grupo criminal sigue operando en zonas de Tocoa, Colón.

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