Consejos para criar niños buenos

La Universidad de Harvard hizo un estudio en el que da algunas claves importantes para que los padres de familia puedan
educar a buenos ciudadanos

Compartir también es una característica de una buena persona. Si los niños ven a sus padres compartir, ellos harán lo mismo.

Claves para educar buenas personas: Harvard: Hacer del cuidado de otros una prioridad. Los padres de familia tienden a poner en primer lugar las necesidades y deseos de sus hijos. No obstante, los niños deben aprender a equilibrar sus necesidades con las de otros, desarrollando así, la empatía y la solidaridad como valores fundamentales. Un ejemplo es tratar de ayudar a un amigo o compañero en problemas en lugar de alejarse.

Proporcionar oportunidades para que practiquen la amabilidad. Estudios han demostrado que las personas que son capaces de expresar la gratitud son más propensos a ser útiles, generosos, compasivos y, por lo tanto más felices y saludables. Ayudar a un amigo con una tarea o una asignación que no entiende es una forma de que el niño aprenda a practicar la amabilidad con otros.

Padres presentes. Una de las claves para entender cómo criar a niños buenos radica en ser padres presentes. La presencia en la crianza es la interacción constante y la estimulación. Jugar, mantener conversaciones, guiar y acompañar a los hijos es fundamental para que ellos crezcan siendo personas más empáticas y, en un futuro, se conviertan en buenos padres de familia.

Los adultos son un claro modelo de conducta. Los niños aprenden los valores éticos observando las acciones de los adultos. Ser un modelo de conducta significa que debemos practicar la honestidad y la justicia. Para ganarnos el respeto de los más pequeños debemos reconocer nuestros errores y defectos, así como también respetar los puntos de vista diferentes de cada persona.

Educar en gratitud. Esto no es solo enseñarles a decir “gracias” en cada momento. Implica básicamente, educarles en la generosidad, en la amabilidad, en saber apreciar las cosas sencillas del día a día, en el altruismo y el respeto ajeno. Es esencial que los niños aprendan la gratitud de nosotros. Seamos capaces de dar las gracias a nuestros niños por cada cosa que hacen.

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SAN PEDRO SULA. “El que es bueno en la familia es también un buen ciudadano”, decía el poeta griego Sófocles, y cuánta razón tenía. Todo padre de familia sueña con que sus hijos se conviertan en personas de bien y sean ciudadanos ejemplares.

Sin embargo, los valores que se fomenten dentro del hogar son factores decisivos para que este deseo se haga realidad. La crianza de los hijos es una ardua labor que requiere de tiempo, paciencia, esfuerzo y mucho amor. Todo esto sin olvidar algo esencial, ser el mejor referente para nuestros hijos.

Cuando somos buenos con otros, esto repercute de una manera positiva en nuestras vidas. “Buscando el bien de nuestros semejantes encontramos también el nuestro”, decía Platón.

Es por esta razón que es tan necesario educar a nuestros hijos en esta fortaleza humana.

“Los padres tenemos que preparar a nuestros hijos para el camino, no el camino para los hijos. Es decir, muchas veces queremos quitar todas las piedras de tropiezo que ellos puedan encontrar, queremos facilitarle la vida. Sin embargo, debemos darles las herramientas para solventar las situaciones adversas, y que esto ayude en la formación del carácter, los valores y los principios morales, de los que tanto carecemos hoy en día”, comenta la psicóloga y consejera escolar Rosario Murillo.

Delegar tareas en el hogar. En un mundo cada vez más complejo y caótico, la nobleza de corazón es un faro que debería guiar a las nuevas generaciones en cada momento de sus vidas.

Además de predicar con el ejemplo, la psicóloga explica que los padres “pueden ayudar a sus hijos a ser buenas personas fortaleciendo el carácter.

Un aspecto importante en la vida del ser humano es tener responsabilidades desde pequeños. Que se involucren en las tareas del hogar, en dejar preparados sus útiles escolares o alimentar mascotas... Este tipo de tareas ayudan a que los menores aprendan a trabajar en equipo y, por lo tanto, a ser buenos con otros”, cuenta.

Durante la crianza de los hijos, los padres suelen cometer algunos errores, aunque en su interior no sientan que están haciendo algo mal. Por ejemplo, la experta menciona que una de las fallas de los progenitores es pensar “mis hijos no van a sufrir lo mismo que yo sufrí”.

“En el afán de que no queremos que sufran, no les enseñamos a resolver problemas por ellos mismos. Darle a los hijos todo lo que no tuvimos de niños no es lo mejor, nos olvidamos de lo más importante que es la formación del carácter”.

En cuanto a los niños que no son empáticos con otros, la psicóloga aconseja a los padres trabajar de cerca con ellos para cambiar esta situación.

“Para cambiar este tipo de patrones de los niños que molestan a otros, lo mejor es acercarse a ellos, llenarlos de cariño. La mayoría de estos menores tienen mucha falta de amor, y otros son víctimas de violencia”, concluye.

Crianza de los hijos