Los Mochadedos sembraban el terror en el noroccidente de Honduras

Esa estructura criminal, calificada como la más sanguinaria en secuestros, tiene en su haber más de 50 plagios. Esta semana capturaron a la última de sus integrantes. Ya está desarticulada

Los siete miembros de la banda Los Mochadedos capturados en flagrancia en La Arada, Santa Bárbara, eran el núcleo de esa organización criminal, según las autoridades policiales.

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San Pedro Sula, Honduras

La desarticulación de la banda Los Mochadedos es calificada por las autoridades de la Unidad Nacional Antisecuestros (UNAS) como el golpe más fuerte que le han asestado a la industria criminal del secuestro.

Esa estructura criminal, calificada como la más sanguinaria en cuestión de plagios, operó dos décadas y tiene en su haber más de 50 secuestros. La última de sus integrantes, alias la Estrellita, fue detenida en La Arada, Santa Bárbara, el miércoles 14 de agosto tras una orden de captura pendiente.

Los miembros de esa organización delictiva tenían como modus operandi actuar con crueldad, pues, le cercenaban los dedos a sus víctimas para mandárselos como prueba de vida a sus familiares.

Esa banda también asesinó con saña a varios de los secuestrados después de cobrar los rescates que exigían por su liberación.

El blanco de Los Mochadedos eran personas de la clase alta o media alta, en su mayoría empresarios, y el monto de los rescates que cobraban eran de 30 a 40 millones de lempiras.

Una de sus víctimas fue el empresario Gustavo Leonel Canahuati, secuestrado el 28 de noviembre de 2018 cuando salía de su empresa de energía en Naco, Cortés.

El empresario fue encontrado ultimado dentro de un saco el 9 de diciembre de ese año en la carretera de occidente a la altura de la colonia San Jorge del sector de Cofradía después de que su familia pagara en primera instancia un rescate de 500,000 dólares y después un millón de lempiras, según lo informado por las autoridades.

Las indagaciones de la UNAS establecen que la banda venía operando desde el 2002 en la zona noroccidental de Honduras. El mayor auge de secuestros de esa estructura criminal fue de 2006 a 2015 y estuvo operando hasta 2022, cuando casi queda desarticulada.

El principal centro de operaciones lo tenían en Cofradía, que es donde residían y también operaban en varios pueblos de Santa Bárbara.

El 24 de abril de 2022 secuestraron en Cofradía a un empresario de la construcción por quien pedían 30 millones de lempiras de rescate.

En la investigación de ese caso, la UNAS logró identificar a todos los miembros de la banda y capturaron en flagrancia a siete de ellos en una montaña de La Arada, Santa Bárbara, donde tenían cautivo al empresario de la construcción a quien ya le habían cercenado el dedo meñique de una de sus manos.

Juan José Valle Tabora es sindicado por las autoridades policiales como el cabecilla de la organización delictiva.

Al empresario lo tenían encadenado de pies y manos y con los ojos vendados ya listo para asesinarlo después de que cobraran el rescate, pero se salvó porque la Unidad Nacional Antisecuestros logró intervenir a tiempo y lo rescataron.

A algunas de sus víctimas las dejaban en libertad después del pago, pero a gran parte de ellos los asesinaban porque utilizaban como señuelos a mujeres que los enamoraban y cuando quedaban de verse en determinado lugar los secuestraban.

Como las mujeres que habían servido de señuelo ya las conocían los secuestrados para los plagiarios se corría el riesgo de que los identificaran y por eso mataban a la víctima después de que cobraban el rescate.

Las autoridades policiales informaron que en el caso del empresario de la construcción de Cofradía por el cual fueron capturados el señuelo fue una mujer y al momento de recibir el pago lo hubieran matado, pero lograron intervenir a tiempo y lo rescataron con vida.

Con la detención de los siete miembros de la banda delictiva, incluyendo a su cabecilla identificado como Juan José Valle Tábora, quien también se hacía llamar Emerito Soriano Zaldivar, prácticamente desarticularon la organización criminal.

Uno de los factores que llevó a la captura de los secuestradores es que la UNAS identificó que el negociador siempre era un hombre que tenía problemas en la pronunciación y eso facilitó su identificación.

El 6 de marzo de este año los siete miembros de la banda Los Mochadedos identificados como Emérito Soriano Zaldívar (también llamado Juan José Valle Tábora), Juan Carlos Canales García, Daniel García, Darwin Elías Oliva García, Samuel Madrid Castellanos, Sayra Dinora Tinoco Méndez y Tania Yamileth Oliva García fueron condenados a 30 años de prisión por el delito de secuestro agravado en perjuicio del empresario Hulman Alexis Sáenz Urquia.

Los siete integrantes de la banda Los Mochadedos fueron condenados a 30 años de prisión por el delito de secuestro agravado en perjuicio de un empresario.

La Policía refirió que con la captura que ejecutaron en la aldea Candelaria de La Arada, Santa Bárbara, el miércoles 14 de agosto de la octava miembro de la banda identificada como Estrella Dubón Reyes (de 28 años), alias Estrellita, se desarticuló totalmente esa organización delictiva.

De acuerdo a lo informado, Estrellita era quien se encargaba de cuidar a los secuestrados y de curarlos cuando les cortaban los dedos.

Las autoridades policiales informaron que la UNAS está trabajando para acreditarle a los condenados cinco secuestros más.

Se informó que con la desarticulación de Los Mochadedos prácticamente se erradicaron los secuestros tradicionales en la zona noroccidental, a excepción de Choloma donde se están registrando, pero secuestros exprés que los están cometiendo miembros de la Pandilla 18.

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