Ofrecen “gangas” en la web, WhatsApp y Facebook para estafar a compradores de carros usados
Se multiplican las operaciones de pagos a distancia para comprar vehículos usados.
Exclusivo para Suscriptores
¿Ya tiene su suscripción? Únase a nuestra comunidad de lectores.
SuscríbaseGracias por informarse con
La Prensa
Alcanzó su límite de artículos
Suscríbase y acceda a artículos, boletines, eventos y muchos más beneficios, sin límite.
SuscríbaseGracias por informarse con
La Prensa
Artículo exclusivo bajo registro
Inicie sesión o regístrese para acceder al mejor contenido periodístico.
Iniciar SesiónGracias por informarse con
La Prensa
En Honduras se mueven enormes cifras de dinero a través de transferencias bancarias y en “cash” por compra de vehículos usados al año, por lo que es un mercado rentable no solo para los honestos, también para aquellos que solo piensan en cometer fraudes y estafas valiéndose de la inexperiencia e ingenuidad, sobre todo de quienes buscan adquirir su primer carro en la vida.
Comprar automóvil es un momento emocionante en donde solo se piensa en conducir, pero es imperativo fijarse en detalles de la venta, que incluye aspectos mecánicos, estéticos y todo lo que el vendedor hace firmar. Adquirir vehículo va más allá de un precio atractivo y modelo de tus sueños, tiene posibles riesgos como el de ser víctima de estafa.
Se sabe que hay un “boom” de páginas de internet que ofrecen autos seminuevos a precios bajos. Aunque sí existen portales seguros, también hay sitios falsos donde proliferan las redes de estafa.
Individuos usan imágenes de archivo de carros que aparentan estar en buen estado, organizan remates que parecen “gangas” y ofrecen entrega de carros a cambio de adelantos, ese es uno de los tantos métodos de estafa.
La Dirección Policial de Investigaciones (DPI) brindó a la Unidad de Investigación de LA PRENSA Premium bases de datos que retratan seis modalidades de estafa que están en auge en el territorio nacional.
Antisociales fotografían las características del vehículo, indagan sobre el dueño y publican en redes sociales la oferta. La víctima se comunica con ellos y recibe información, luego hacen el contrato y piden se deposite una cantidad de dinero. Cuando la víctima va por dicho vehículo no se presenta el vendedor, entonces se denuncia contra el dueño del carro y cuando se hace la verificación el propietario real ni cuenta se da de la transacción realizada.
Otra forma se practica mucha en San Pedro Sula y consiste en grupos criminales que acostumbran a comprar un vehículo y se roban otro del mismo año y marca. Luego, sacan copia de la documentación del carro original y van al Instituto de la Propiedad (IP) a reportar el extravío de papeles para utilizar los anteriores en la venta del auto robado. Después sacan las piezas del auto original, se las ponen al carro robado y venden los dos vehículos. Solo pueden matricular uno y el otro queda ilegal, entonces cuando la víctima quiere acusar no puede.
Al comprar un vehículo usado una buena manera de evitar estafa es revisar la documentación asociada al automóvil.
Vendedores aducen que necesitan el 50% para traerlo de Estados Unidos y el otro 50% cuando ya está en el país. Como lo venden a bajo precio, la víctima cae en la trampa y entrega parte del dinero, pero el carro nunca llega.
Promocionan el carro, la víctima lo mira y lo compra. El vendedor dice que después darán los documentos, mientras tanto el vehículo no puede circular porque la revisión está en trámite. A los meses llegan con una nota de embargo a decomisar el carro porque el vendedor anterior lo había empeñado por cierto dinero y se acortaron los plazos.
Venden carros a punto de dañarse y los manipulan usando líquidos para que no salga humo. La víctima compra y a los días se funde el automóvil, cuando ellos en sus documentos manifiestan que no se hacen responsables si este se avería.
El vendedor publica que se ofrece carro o se permuta, la víctima mira el interés, lo lleva y en lo que hacen el intercambio el carro del vendedor está endeudado. Mediante una nota judicial lo decomisan y la víctima no puede recuperar el vehículo anterior ni el que compró.
Aunque no suele ser habitual, también hay estafas en las que el vendedor se convierte en la víctima. Normalmente aparece un comprador que intenta acelerar la venta y acude a cita con un talonario que indica el precio exacto y contrato de compra venta que ambos firman. El vendedor ingresa el cheque en su cuenta con la buena fe que todo está bien, pero después recibe llamada del banco para informarle que no se puede ejecutar la transferencia.
Según análisis, de 2015 a marzo de 2022 hubo 496 denuncias de estafa por compra de carros usados, la mayoría ocurrieron el año pasado y casi todas las víctimas fueron hombres.
Los departamentos de Francisco Morazán y Cortés son los lugares con más estafas reportadas de este tipo. Se conoció que un total de 310 denuncias se dieron en el Distrito Central, que incluye a la capital Tegucigalpa, y 48 en San Pedro Sula, la segunda ciudad más importantes del país.
Gabriel Espinoza, jefe de Delitos Financieros de la DPI en San Pedro Sula, informó en entrevista con el rotativo que en esta ciudad se presentan un promedio de dos a tres denuncias diarias por estafa en modalidad de compra de vehículos y unas 900 denuncias de estafas varias por año.
“Lo que más observamos en esta zona es que ´vendedores´ de carros que vienen de Estados Unidos preguntan a interesados qué vehículos desean, les mandan fotografías, les piden dinero por adelantado, pasa el tiempo y nunca se los traen. También suele ocurrir aquí que piden el 80% del precio del vehículo e indican que al recibir el 20% restante entregarán los documentos, pero cuando el comprador termina de pagar y solicita papeles, se dan cuenta que hay hipotecado y cuando no está al día con el pago de cuotas proceden a decomisarlo”, indicó.
Espinoza afirmó que “estafadores actúan como comerciantes en la venta de vehículos y se promocionan principalmente en Facebook y WhatsApp. Trabajan así y se agencian de jugosas cantidades de dinero por cada carro y persona estafada”.
Cristian Nolasco, quien se ha desempeñado como jefe de operaciones de la DPI, aseguró que las capturas e investigaciones por este tipo de hechos continúan fuertes a nivel nacional.
En lo que va del año 2022 se han recuperado más de 50 carros y 60 motos que fueron reportados como robados en estaciones policiales, según fuente.
Nolasco sugirió a la población que antes de comprar un automóvil pidan una consulta del estatus del carro en las oficinas de la DPI diseminadas en el territorio nacional, donde trabajan agentes que revisan bases de datos enlazadas con el Instituto de la Propiedad y responden de manera inmediata.
Se recomienda además que la persona lleve el carro en caso de identificarse como robado. Destacó que de los principales problemas que hay es que varios de los que denuncian vehículos robados cambian de número periódicamente y esto afecta su posterior ubicación para devolverlos.
Para denunciar estafa, lo primero es narrar los hechos ante investigador y fiscal y brindar las pruebas, aunque lo común es que tanto víctima como victimario concilien y se abandone el proceso por miedo a represalias.
El oficial aconsejó a no pagar un jueves o viernes porque ante una anomalía solo pueden hacerse gestiones bancarias tras fin de semana.
Estafas de este tipo se producen casi siempre en diciembre por el décimo tercer mes y durante cada 15 o 30 de mes por pago de salarios.
“La modalidad más torpe es arreglo por pagos, la gente no sabe que comprar carro no solo es mirar la boleta de revisión. En el caso de los autolotes la dificultad que suele pasar son los traspasos, algunos intermediarios no están al día y ya cuando el nuevo comprador firma se da cuenta lo mucho que se debe por matrícula vehicular y les toca pagar”, señaló.
Especificó para concluir que las estafas a nivel de compra de automotores suelen cometerlas sujetos que trabajan como independientes y no bandas delictivas como tal.