Cánceres de cérvix y estómago son los que más matan a hondureños
Duelo y dolor rodea a miles de familias que perdieron a sus seres queridos producto de los embates del cáncer.
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San Pedro Sula, Honduras.
En los últimos cinco años y medio, la sombra del cáncer ha arrebatado la vida de 3,517 personas que eran atendidas solo en el sistema de salud público de Honduras, dejando un rastro desolador de pérdida y sufrimiento en los hogares.
Cada número y estadística representa mucho más que una cifra fría, son historias interrumpidas, sueños truncados y familias rotas. Esta enfermedad ha teñido de luto a comunidades enteras, desde las tranquilas calles de Santa Rosa de Copán hasta los bulliciosos corazones de San Pedro Sula y Tegucigalpa.
Detrás de cada número hay un rostro, entre ellos, 357 hondureños que cayeron ante el cáncer de estómago, 217 luchadores que enfrentaron la batalla y fueron vencidos frente al cáncer de cérvix, y 243 corazones valerosos que sucumbieron ante la leucemia. Los pulmones y los pechos de 229 y 228 personas, respectivamente, se vieron asediados por el cáncer y dejaron de funcionar.
Los cánceres de estómago y cérvix, los más letales en Honduras de acuerdo con lo identificado por las autoridades sanitarias, han emergido con el pasar de los años desafiando la detección temprana y presentando síntomas sutiles que a menudo pasan desapercibidos.
Los especialistas médicos señalan que el diagnóstico tardío es una de las principales razones detrás de su alta tasa de mortalidad. En el caso del cáncer de estómago, muchos pacientes presentan síntomas vagos, como malestar abdominal o indigestión, que fácilmente se atribuyen a otras causas menos preocupantes.
Por otro lado, el cáncer de cérvix suele desarrollarse de forma asintomática en sus etapas iniciales, lo que dificulta su detección hasta que ya ha avanzado significativamente.
Aparte de los obstáculos médicos, barreras sociales y de acceso a la salud han contribuido en muertes por estos cánceres. En muchas comunidades, la falta de conciencia y educación sobre la importancia de los exámenes de detección y la prevención ha llevado a un bajo índice de búsqueda de atención médica oportuna.
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Factores económicos, geográficos y culturales también dificultan el acceso a los servicios de salud, lo que lleva a un retraso en el diagnóstico y tratamiento adecuado.
Aunque las tasas de mortalidad por muchos tipos de cáncer individuales también han disminuido, la mortalidad por otras formas de cáncer no ha cambiado e incluso aumentó.
En el fragor de la batalla contra esta enfermedad se encuentra una estadística desgarradora e impensable: el grupo de edad de 60 a 66 años, una generación que debería estar disfrutando de su merecido descanso, pero que es diezmada cada vez más por el cáncer, convirtiéndose en víctimas inesperadas de esta cruenta realidad.
Registros de la Secretaría de Salud que conoció este medio de comunicación también revelan que desde 2018, 1,960 hermanas, madres y amigas cayeron víctimas del cáncer, dejando un vacío insondable en el tejido social.
El científico Marco Tulio Medina, en conversación con LA PRENSA Premium pormenorizó el impacto de los cánceres a nivel poblacional y lo último en cuanto a alternativas médicas para contrarrestar el cáncer.
El investigador detalló que a nivel de país, cánceres como próstata, pulmón, colon y recto han incrementado su daño en los hombres. Ejemplificó que particularmente el de pulmón se debe al elevado consumo de tabaquismo de la población.
Al respecto, desde el departamento de Neumología del Instituto Cardiopulonar El Tórax se alertó en mayo pasado que en Honduras mueren anualmente más de 500 personas por enfermedades relacionadas con el tabaquismo. Sumado a esto, en el Instituto Hondureño para la Prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia (Ihadfa) se indicó que en Honduras, con 9.7 millones de habitantes, alrededor del 60 % consume algún producto de tabaco.
Medina continuó diciendo que en las mujeres ahora se experimentan más diagnósticos de mama, pulmón, colon y recto. En el caso de niños y niñas, la leucemia linfoblástica aguda, el linfoma de burkitt y linfoma de hodgkin se están volviendo cada más comunes.
“En Honduras hay una gran cantidad de cánceres que pudieran prevenirse , aunque hemos avanzado , ya que se ha trabajado con la Agencia Atómica Internacional que ha ayudado en tratamientos como el acelerador lineal. De igual manera, actualmente se le apuesta a quimioterapias más específicas, hay inmunoterapia y se avanza en estudios de tratamientos con anticuerpos monoclonales usando tecnología ARN, que se usó por ejemplo en el caso de las vacunas anticovid”, explicó Medina.
Entre las principales causas del crecimiento paulatino de muertes por esta enfermedad es la ausencia de medicamentos en las farmacias y el poco personal especializado para este nivel de atención.
Luis Girón, presidente de la Asociación de Pacientes Oncológicos en el país, mencionó que aunque en el Seguro Social ha habido últimamente un abastecimiento de un 60% de medicinas, a nivel público la situación no es alentadora.
“Una de las cosas que más nos preocupan son lo engorroso de los procesos de compra, incluso de habla de una licitación fallida y eso alarma más porque tendríamos que esperar. Las muertes por esta enfermedad han aumentado y miramos que cada semana hay casos nuevos, esto es preocupante”, externó.
Girón recordó que una de las quejas recurrentes de los pacientes es la no disponibilidad de medicamentos a tiempo, lo que resulta aún más complejo si pretenden comprarlos por cuenta propia, y aunque puede ser una opción para algunos, los precios elevados hacen que sea inaccesible para muchos. Esto es especialmente preocupante para la población de clase media-baja, ya que se estima que entre el 90% y el 95% de las personas que buscan atención oncológica pertenecen a este grupo socioeconómico.
Estas organizaciones juegan un papel crucial en la lucha contra el cáncer al proporcionar apoyo emocional, información, y al trabajar para mejorar el acceso a la atención médica y medicamentos.