Todos a vacunar...

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“La matrícula está bastante baja”, es un decir, porque si de cada niño inscrito, hay seis ausentes en el inicio del año escolar, aunque sea en el área administrativa, el sistema educativo público se halla aún por tercer año frente a un gran desafío descomunal por tercer año con trágica visión para miles de niños hondureños que quedarán rezagados y serán muy fácil presa de la delincuencia organizada.

Como un gran frente nacional, sin ideología envenenadora, debiera dirigir el esfuerzo hacia la educación real para todos y, como paso previo, la vacunación pediátrica también universal a muy corto tiempo. Porque si se dejan pasar semanas y meses escucharemos el anuncio del fin del año escolar y hasta con fanfarrias echando cifras al viento y eludiendo realidades. Iniciamos marzo y con él el comienzo de las tareas educativas, pendientes todavía sus perspectivas, pues la presencialidad se abre paso, muy lentamente, con restricciones mientras la virtualidad, pese a sus enormes deficiencias y bajos resultados, se mantiene.

Esta incertidumbre se origina en el deterioro de los centros y mobiliario educativos, gravemente dañados por fenómenos naturales, y por la falta de inmunización de escolares por medio de la vacunación masiva de niños y jóvenes. Todos a vacunar, todos a estudiar debiera escucharse en las altas esferas de la nueva administración cuyo lastre de pugnas internas muestra el mismo o parecido rostro del pasado.

Claro que se nos puede aplicar a los adultos, funcionarios o padres de familia, “consejos vendo que para mí no tengo”, pues la renuencia de adultos en completar el programa de vacunas es alta. A la no inscripción hay que sumar la gran desgracia anual de la deserción con un nivel muy alto no atendido por los gobiernos.

Alarma la escasa presencia de los problemas educativos en la agenda gubernamental escolar más dedicada a los números, cifras y estadísticas que a los centros escolares, lo cual refleja hasta el momento, mirada hacia atrás y no visión firme al futuro.

Este diario ya ha lanzado su iniciativa con eco en empresas e instituciones para la reconstrucción y dotación de mobiliario y equipo a centros educativos arrasados por fenómenos naturales. Estas escuelas tendrán en un corto tiempo las condiciones favorables para el regreso a clases, como demanda la población escolar.

Si ello se completa con la vacunación de los alumnos veremos a niños recobrando la confianza en ellos mismos, la autoestima compartida con compañeros y la sociabilidad al salir del reducido ámbito de la casa. Salud y educación ejes imprescindibles para mejorar la calidad de vida de los todos los hondureños, no sólo decir y pregonar.

Editorial La Prensa
Honduras