Escuela de sordos, donde los silencios se transforman en oportunidades

La Escuela de los Sordos Para la Educación Regional de Occidente (ESPERO) en Santa Rosa de Copán ofrece una segunda oportunidad a adultos sordos, brindándoles educación gratuita.

Digna Mejía, la reina de la feria de Santa Rosa de Copán, es alumna y maestra en la escuela para sordos del occidente.

Mariela Tejada

La docente Carmen Bueso imparte clases de matemáticas a sus estudiantes de noveno grado.

Carlos Vela, estudiante sordo de 64 años de edad, demuestra que pese a las condiciones o circunstancias, siempre hay oportunidad para aprender y perseverar.

En la escuela de sordos hay maestros no oyentes que están preparados para atender a sus estudiantes con discapacidad auditiva en Santa Rosa de Copán.

Aunque sus aulas son pequeñas, hay espacio para todos e incluso se imparten clases virtuales.

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Santa Rosa de Copán, Honduras.

Santa Rosa de Copán alberga la Escuela de los Sordos Para la Educación Regional de Occidente, conocida cariñosamente como ESPERO, el único centro educativo para personas adultas con discapacidad auditiva en la zona.

Este santuario de conocimiento es mucho más que una institución educativa, es un faro de esperanza para adultos sordos que buscan una educación de calidad y una comunidad que los comprenda.

La inclusión ha cobrado mayor importancia en Santa Rosa de Copán gracias a la reciente participación de Digna Mejía. Esta joven con discapacidad auditiva no solo ganó el certamen de belleza local, sino que también representará al departamento en Miss Mundo.

Su éxito ha elevado el tema de la inclusión en la ciudad y el país.

En ESPERO Digna, es alumna de noveno grado y aspira con continuar sus estudios para ayudar a otras personas que igual que ella, no pueden escuchar.

Detrás del certamen de belleza, Digna es maestra de primero y segundo grado, su desempeño es importante ya que es el momento en que muchas personas aprenden su lenguaje.

Cindy Medina, licenciada en Educación Básica y subdirectora de ESPERO, ha vivido seis años de gratitud en la escuela. Su experiencia la ha transformado profundamente: “es emocionante estar con personas sordas, aquí adentro hay un amor especial. Empecé sin saber nada de señas y me ayudaba una intérprete”.

El proceso de enseñanza en ESPERO es una experiencia enriquecedora para quienes ingresan al lugar. “Nuestros maestros también son sordos”, destacó Cindy.

“Esta experiencia nos convierte en parte de sus vidas; no solo somos sus maestros, sino también amigos, y a veces, incluso padres o madres cuando no los tienen.”

Muchos estudiantes, a pesar de ser adultos, comenzaron su viaje educativo sin conocer ni siquiera su propio nombre. Su progreso, llegando a octavo o séptimo grado, es motivo de orgullo para la subdirectora.

Carlos Vela: el estudiante que desafió las barreras del tiempo

Entre las historias destacadas en ESPERO, se encuentra la de Carlos Vela, un adulto mayor cuya vida cambió gracias a esta institución.

A pesar de su discapacidad auditiva, Carlos se esfuerza por aprender ecuaciones matemáticas con entusiasmo.

Su risa, sus conversaciones en señas y su alegría son contagiosas en la pequeña aula de clases.

A sus 64 años, Carlos destaca entre sus compañeros. “Conocer su lengua a los 60 años de edad lo hace aún más especial”, aseveró la maestra Cindy Medina.

La Escuela ESPERO, respaldada por Misión Hacia Arriba, no solo educa a adultos sordos, sino que también nutre sus almas y los empodera para enfrentar el mundo con confianza.

Este pequeño rincón en Santa Rosa de Copán es un faro de esperanza que ilumina el camino hacia un futuro más inclusivo y brillante para todos.

Lo que hace a esta escuela única, es su horario nocturno y transporte gratuito, permitiendo que aquellos que trabajan durante el día también tengan acceso a la educación.

Los estudiantes de ESPERO tienen la oportunidad de estudiar la primaria completa con clases que abarcan Español, Matemáticas, Ciencias Sociales, Ciencias Naturales, Computación, Inglés, educación bíblica y Lenguaje de Señas Hondureñas (LESHO).

Cada grado cuenta con docentes especializados que facilitan la comprensión y el uso de LESHO, un lenguaje vital para la comunicación de la comunidad sorda.

Educación
Discapacidad
Inclusión social
Discapacidad auditiva
Santa Rosa de Copán
Digna Mejía