Principales tradiciones de fin de año en Honduras
La quema de cohetes y fuegos artificiales son habituales en Honduras, los cielos se decoran con las luces que avecinan una nueva vuelta al sol.
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Redacción. Estamos en el último día del año, un lapso que nos provoca muchos sentimientos encontrados, de felicidad, nostalgia, esperanza, incluso lleno de propósitos, en donde apuntamos a cumplir muchos objetivos que tal vez no pudimos cumplir el año previo o que son nuevos por conquistar.
La celebración de Nochevieja es tradición en casi todo el mundo, de acuerdo con las costumbres y creencias de cada país, para despedir al viejo año y esperar con expectativas el año que comienza.
El 31 de diciembre simboliza el cierre de un ciclo, y qué mejor que despedirlo de la mejor manera, esa que nos hace más felices. Se estima que la primera celebración de fin de año se originó en Mesopotamia en el año 2,000 a.C., entre los meses de marzo y abril, significando el comienzo de las nuevas cosechas.
Representaba el inicio de la primavera y su primera luna con la celebración del Akitu, dando la bienvenida a un nuevo año durante doce días, en los que se realizaban ceremonias en el templo Esagila, el hogar del dios Marduk.
Posteriormente, en el 46 a.C., el emperador Julio César impuso que el día 1 de enero sería la fecha para celebrar la entrada del nuevo año, debido a que los ciclos de la luna no eran constantes, ocasionando desfases en las estaciones según el calendario mesopotámico.
Ya en nuestras tierras catrachas, desde nuestro imaginario, muestran una serie de elementos donde ahora es difícil identificar cuáles son costumbres propias o cuáles son las adoptadas producto de la globalización económica y cultural.
Para un gran parte de la población, los pueblos o zonas rurales son más propicios para festejar esta fecha, aunque esa subjetividad se asemeja más a los recuerdos que esto le evoca, posiblemente porque allí fue donde creció y vivió cientos de momentos irrepetibles con personas significativas, ya que quién no recuerda cuando la comida ya estaba lista y nuestros abuelos o padres nos llamaban para cenar en familia y celebrar esta fecha especial.
A continuación, para que disfrutemos de la fiesta de Nochevieja les presentaremos una recopilación de costumbres que aplicamos en Honduras.
Las doce uvas: Uno de los rituales favoritos para atraer fortuna son el consumo de 12 uvas a la medianoche, estas representan cada mes del año.
Fiesta con variedad de comidas y música bailable: En el área rural hondureña, sin importar las condiciones económicas o credos religiosos, la familia se reúne a compartir tamales, pan e incluso bebidas espirituosas. No hacen falta las fiestas con equipos de sonido, quizá lo más bullanguero se presente en las comunidades garífunas, donde al ritmo de tambores, maracas y tinajas se baila hasta tarde del día siguiente en un ambiente de algarabía y plenas muestras de afecto.
Quema de monigotes: Si existe un elemento que emocione a los hondureños es la elaboración de monigotes, muchas veces repletos de cohetes. Estas prácticas de quemar monigotes se han vuelto una costumbre. En algunos casos utilizan rostros de políticos hondureños, quizá para expresar el descontento social a las clases dirigentes. La quema de cohetes es una constante, tanto que, desde tiempos coloniales, muchas autoridades eclesiásticas las prohibían.
El ritual del huevo que predice el futuro: Todavía en algunas familias rurales acostumbran a las 12:00 am lo siguiente: “se parte un huevo y se tira en un vaso de agua, y si de la clara se forma un manto, significa que alguien de la familia va a contraer nupcias; si la clara del huevo no forma ninguna figura o se estrella, entonces significa que en la familia puede haber tragedias”. Sin duda, una de las costumbres más antiguas en Centroamérica y algunas zonas de Colombia.
Salir de la casa con una maleta: Puede parecer loco, pero también es parte de las tradiciones que hemos adoptado en Honduras, donde luego de realizar la acción en las afueras de la casa recién cumplidas las 12:00 am atraeremos viajes, ¿y quién no quiere viajar? Otra de las variantes de esta tradición que hacen algunas personas es que se suben a una silla con la maleta esperando el mismo deseo: viajar por doquier.