El WhatsApp, la vía más usada por extorsionadores en La Ceiba

LA CEIBA. Negocios cerrados, migraciones y luto por comerciantes asesinados, es lo que deja la extorsión en el litoral atlántico del país.

A pesar que el Gobierno ha creado nuevos órganos jurisdiccionales para contrarrestar este flagelo, son cientos de denuncias que se reciben en la unidad antiextorsión.

En los últimos meses, la ahora Dirección Policial Anti Maras Pandillas y Crimen Organizado (Dipamco), antes Fuerza Nacional Antimaras y Pandillas (FNAMP), ha intensificado los operativos y asesorías a raíz de un incremento de este delito en los últimos meses en esta región.

Los agentes antiextorsión han alertado a la ciudadanía que los extorsionadores están utilizando mayormente las redes sociales para cometer el ilícito.

“El WhatsApp está siendo la vía directa para enviar mensajes con fotografías bajadas de internet e información que extraen de las redes sociales de las víctimas. A la población le pedimos que no compartan información privada como números de teléfonos o familiares”, dijo Bety Rosales, portavoz de la Dipamco.

“La extorsión se está generando vía redes sociales. Deben bloquear los números y no contestar llamadas”, agregó Rosales.

Según investigaciones de los agentes antiextorsión, gran parte de los mensajes extorsivos a través del WhatsApp provienen de los centros penales a pesar que en los recintos carcelarios del país está restringido el acceso a internet; sin embargo, los antisociales se las ingenian para lograr la conexión.

La Dipamco destaca que a raíz de la socialización y la asesoría se ha evitado pagar 2,100,000 de lempiras en lo que va del año. Llaman a la ciudadanía a denunciar al 143 o al número de teléfono 9482-1268.

Pese a los esfuerzos de la policía antiextorsión, logrando capturas frecuentes de extorsionadores, sentencias condenatorias y asesorías, el mal llamado impuesto de guerra sigue haciendo estragos en La Ceiba.

En el ultimo año han cerrado al menos unos 20 negocios de diferente índole. Otros siguen operando porque sus dueños por temor se ven obligados a pagar entre 15,000 y hasta 30,000 lempiras mensuales.

Un comerciante anónimo que habló con diario LA PRENSA aseguró que “me pedían de entrada 50 mil lempiras y 15 mil al mes y mejor opté por cerrar”.

En La Ceiba se han registrado varias muertes violentas relacionadas a la extorsión. El caso más reciente fue la de Mario Oseguera, asesinado el 23 de junio cuando abría su negocio de lavado de carros. Según familiares, hacía unos días lo habían contactado extorsionadores para subirle la cuota. “A él lo mataron por un par de pesos”, dijo una hermana de Oseguera.

Aunque no hay dato específico en la alcaldía ceibeña, sí tienen registro que cada mes reciben solicitudes para dar de baja a unos diez negocios, algunos de estos cierres son por el impuesto de guerra.