Jesse Corrales y Gisselle Prieto se unen en matrimonio

La boda Corrales - Prieto se caracterizó por el lugar escogido para su realización, el Jardín del Árbol posee un majestuoso árbol que cubre casi toda la zona elegida

destino. La pareja disfruta ya de su luna de miel en la paradisíaca isla de Roatán, Islas de la Bahía.

Moisés Valenzuela

Walter y Rosa Prieto

Moisés Valenzuela

Salvador y Mabel Corrales

Moisés Valenzuela

Saúl y Jacky Izaguirre junto a Elizabeth Guerrero

Moisés Valenzuela

Shayla Prieto, Marlluory Sarmiento, Débora Sarmiento y Heydi Pavón

Moisés Valenzuela

Adela y Fredy Jaramillo

Moisés Valenzuela

Óscar Romero, Fabricio Duarte y Óscar Pagoada

Moisés Valenzuela

Julieht Corrales y Ana Rosa Corrales

Moisés Valenzuela

Exclusivo para Suscriptores

¿Ya tiene su suscripción? Únase a nuestra comunidad de lectores.

Suscríbase

Gracias por informarse con
La Prensa

Alcanzó su límite de artículos

Suscríbase y acceda a artículos, boletines, eventos y muchos más beneficios, sin límite.

Suscríbase

Gracias por informarse con
La Prensa

Artículo exclusivo bajo registro

Inicie sesión o regístrese para acceder al mejor contenido periodístico.

Iniciar Sesión

Gracias por informarse con
La Prensa

San Pedro Sula. Luego de varios años de noviazgo, Jesse Corrales y Giselle Prieto decidieron unir sus vidas en sagrado matrimonio. El Jardín del Árbol del Hotel y Club Copantl recibió a los ahora esposos en una velada espectacular. Inundado de un ambiente natural, con el sonido del viento y un cielo despejado, el día se aprestaba para fluir al compás del amor.

Jesse es hijo de Salvador Corrales y Mabel Maradiaga, mientras que Giselle es hija de Walter y Rosa Prieto.

El Anciano Luis Ricardo Flores fue el responsable de dar fe del enlace nupcial ante las leyes divinas eclesiásticas. Como no podía faltar, la rimbombante decoración fue a cargo de Lidabel y Scarleth Mena de la firma Acontecimientos, quienes con su talento decoraron y coordinaron cada detalle en los tonos aibory y sage, con una ornamentación greneery. Todos estos detalles se coludieron con los colores del atardecer, para dar una sensación más natural y romántica.

Luego de la entrada de la novia junto a su padre, se interpretó junto a los invitados el canto “Lo que Dios ha unido”, como símbolo de unión eterno entre las dos almas. Después de confirmar su amor, las personas pudieron pasar a disfrutar de unos bocadillos, a la vez que disfrutaban de los covers que la experimentada violinista Dubis Oviedo, ejecutaba.

Finalmente, se alistaban para la post celebración en el Salón Las Islas, en esta se utilizó una decoración con abundantes follajes como eucaliptos, limonarios, ruscus y sauce combinadas con rosas, lisiantus y hortensias. Y como no podía faltar la buena música de Irwin Duarte, quien puso a bailar a todos los invitados al ritmo de diferentes canciones hasta la madrugada.