Jesse Corrales y Gisselle Prieto se unen en matrimonio
Exclusivo para Suscriptores
¿Ya tiene su suscripción? Únase a nuestra comunidad de lectores.
SuscríbaseGracias por informarse con
La Prensa
Alcanzó su límite de artículos
Suscríbase y acceda a artículos, boletines, eventos y muchos más beneficios, sin límite.
SuscríbaseGracias por informarse con
La Prensa
Artículo exclusivo bajo registro
Inicie sesión o regístrese para acceder al mejor contenido periodístico.
Iniciar SesiónGracias por informarse con
La Prensa
San Pedro Sula. Luego de varios años de noviazgo, Jesse Corrales y Giselle Prieto decidieron unir sus vidas en sagrado matrimonio. El Jardín del Árbol del Hotel y Club Copantl recibió a los ahora esposos en una velada espectacular. Inundado de un ambiente natural, con el sonido del viento y un cielo despejado, el día se aprestaba para fluir al compás del amor.
Jesse es hijo de Salvador Corrales y Mabel Maradiaga, mientras que Giselle es hija de Walter y Rosa Prieto.
El Anciano Luis Ricardo Flores fue el responsable de dar fe del enlace nupcial ante las leyes divinas eclesiásticas. Como no podía faltar, la rimbombante decoración fue a cargo de Lidabel y Scarleth Mena de la firma Acontecimientos, quienes con su talento decoraron y coordinaron cada detalle en los tonos aibory y sage, con una ornamentación greneery. Todos estos detalles se coludieron con los colores del atardecer, para dar una sensación más natural y romántica.
Luego de la entrada de la novia junto a su padre, se interpretó junto a los invitados el canto “Lo que Dios ha unido”, como símbolo de unión eterno entre las dos almas. Después de confirmar su amor, las personas pudieron pasar a disfrutar de unos bocadillos, a la vez que disfrutaban de los covers que la experimentada violinista Dubis Oviedo, ejecutaba.
Finalmente, se alistaban para la post celebración en el Salón Las Islas, en esta se utilizó una decoración con abundantes follajes como eucaliptos, limonarios, ruscus y sauce combinadas con rosas, lisiantus y hortensias. Y como no podía faltar la buena música de Irwin Duarte, quien puso a bailar a todos los invitados al ritmo de diferentes canciones hasta la madrugada.