Fría confesión del sicario de Byron Ruiz: “Solo me dieron foto y placa”

Un sicario colombiano confesó haber ejecutado al narco hondureño en Guatemala. Capturado tras el ataque, fue enviado a prisión mientras sigue la investigación

El colombiano Byron Eliu Valencia Pérez, detenido por el crimen del narcotraficante hondureño Byron Ruiz Ruiz, fue enviado una cárcel militar en Guatemala.

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San Pedro Sula, Honduras

Una fotografía de un hombre de tez morena, complexión robusta, cabello negro y nariz ancha, junto con el número de placa P852KFW de una camioneta Lexus gris, fue la única información que le proporcionaron.

No conocían la identidad de su objetivo, pero sí estudiaron sus movimientos y patrones. Con estos datos, dos sicarios colombianos procedieron a ejecutar el asesinato del narcotraficante hondureño Byron Ricardo Ruiz Ruiz el pasado 12 de febrero.

Estos detalles forman parte de una confesión grabada en audio, en la que el sicario colombiano capturado por el crimen relata cómo se llevó a cabo el ataque. El detenido fue enviado a prisión preventiva este jueves 13 de febrero mientras avanzan las investigaciones.

En la grabación, Byron Aliu Valencia Pérez, de 29 años, detalla el seguimiento y la emboscada perpetrada contra la víctima cuando esta salía de un centro comercial en una transitada zona de Guatemala.

Valencia Pérez, de nacionalidad colombiana (en un principio se dijo que era venezolano, pero esta información fue descartada), afirmó haber llegado a Guatemala hace un año y dos meses.

En la grabación, Valencia Pérez se identifica con su nombre y, al ser consultado sobre lo ocurrido el 12 de febrero al mediodía, respondió: “Me pagaron para hacer un camello, balaceamos un man”.

En el mismo audio, añadió: “Matamos un man que es bandido también, no era una persona inocente, era una persona que mataba niños. No sé ni cómo se llamaba, porque el nombre nunca me lo dieron, solo la foto, el número de la placa, y nosotros solo estuvimos esperando que se nos pusiera en flor (tenerlo ubicado)”, refiriéndose a la víctima.

Al ser interrogado sobre quién los había contratado, Valencia Pérez afirmó que no tuvo contacto directo con los autores intelectuales del crimen. “El de los contactos era el parcero que mataron, el otro colombiano. Él era el que hablaba, yo no hablaba con nadie”, respondió.

En el transitado bulevar de la zona de Fraijanes fue asesinado el narcotraficante Byron Ruiz Ruiz cuando se conducía en una camioneta.

Ruiz Ruiz fue emboscado por sicarios que se movilizaban en dos motocicletas mientras salía de un centro comercial en la zona de Fraijanes, a unos 20 minutos del centro de Ciudad de Guatemala.

El narcotraficante viajaba en el asiento del pasajero de una camioneta gris cuando los atacantes, que iban como copilotos en las motocicletas, abrieron fuego contra él.

En el ataque también resultó herido su conductor, un ciudadano hondureño cuya identidad aún no ha sido revelada.

Tras la emboscada, los escoltas de Ruiz Ruiz, quienes se desplazaban en dos vehículos tipo pick-up blancos, respondieron con disparos, logrando abatir a dos de los sicarios e hiriendo a Valencia Pérez, quien sufrió un rozón de bala en el hombro. Fue detenido por guardias de seguridad del centro comercial mientras se quita un suéter y luego un chaleco antibalas, según un video grabado instantes después del crimen.

Los guardaespaldas sacaron a Ruiz Ruiz de la camioneta y lo trasladaron en uno de los vehículos a un hospital cercano, pero falleció al llegar.

El colombiano Valencia Pérez iba como copiloto en una de las motocicletas desde donde se perpetró.

El detenido iba como copiloto en una de las dos motocicletas desde la que atacaron al narcotraficantes a balazos. Al ser capturados le decomisaron un arma y chaleco.

El otro sicario, identificado como Juan Pablo Bonilla, quedó tendido sobre el bulevar donde ocurrió el ataque. Un video captado en la escena muestra que llevaba dos pistolas con cargadores en la cintura.

Bonilla fue trasladado de emergencia a un hospital, donde finalmente se confirmó su muerte un día después del crimen.

La Policía Nacional de Guatemala confirmó que uno de los sicarios abatidos en la escena del crimen fue identificado como Juan Pablo Bonilla López, de 40 años, originario de Colombia y con nacionalidad guatemalteca.

El otro atacante, que murió en el hospital, fue identificado como Bryan Fernando Sandoval Salazar, de 22 años, de nacionalidad guatemalteca.

Valencia Pérez reconoció que Bonilla López era su compañero y quien le consiguió el “trabajo”, ya que era el contacto encargado de gestionar la operación y realizar las llamadas.

Valencia Pérez fue presentado este jueves 13 de febrero ante un juzgado, acusado del asesinato del narcotraficante hondureño. Tras la audiencia, en la que la fiscalía presentó los hechos y los cargos en su contra, fue enviado a una cárcel militar.

Un juez decidirá si el proceso en contra del colombiano Bayron Alui Valencia será llevado a un juicio oral.

El portavoz de la Policía Nacional de Guatemala, Edwin Monrroy, confirmó que cuatro personas participaron en el ataque: dos de los sicarios murieron en el enfrentamiento, uno fue capturado y una cuarta persona logró huir, por lo que actualmente es buscada por las autoridades.

“Se está estableciendo quién o quiénes ordenaron el ataque, por lo que se están realizando todas las investigaciones, partiendo de la identificación de los fallecidos, el detenido y su participación en el crimen”, apuntó Monrroy.

El director de la Policía Nacional de Guatemala ordenó a los agentes de investigación criminal y antidrogas entregar un informe detallado del caso en un plazo de 48 horas. Este informe incluirá el análisis de videos de seguridad y las declaraciones del detenido.

En tanto, la jueza a cargo del proceso dio un plazo de dos meses a las autoridades para investigar la participación del sospechoso en el ataque armado perpetuado, pues dentro de 60 días el juzgado noveno de primera instancia penal iniciará el proceso donde se decidirá si el detenido debe enfrentar un debate por el delito de homicidio.

Por su parte, autoridades guatemaltecas confirmaron que agentes de la Policía de Honduras han llegado al país para obtener más información sobre el ataque en el que murió el narcotraficante.

Fuentes hondureñas afirman que el narcotraficante Ruiz Ruiz estuvo directamente vinculado a la masiva desaparición de personas en la aldea Crique Las Marías, en Tela, y en Baracoa, Cortés.

El 10 de junio de 2024, 12 hombres vinculados a un grupo de narcotraficantes fueron secuestrados por una organización rival en el Ramal de El Tigre, en Baracoa, Cortés.

Una semana después, el 17 de junio, en un acto de represalia, 14 vecinos de la aldea Crique Las Marías fueron secuestrados, luego de que sus viviendas y maquinaria pesada fueran incendiadas.

De acuerdo con los informes de inteligencia, Ruiz Ruiz mantenía una feroz disputa con el también narcotraficante y extraditable José Rafael Sosa Méndez. Se cree que Ruiz ordenó el asesinato de los 12 hombres secuestrados de Sosa, ya que pertenecían a su estructura criminal.

Las tensiones entre ambos capos no eran recientes. Según las investigaciones, el 26 de febrero de 2017, Ruiz Ruiz habría ordenado el incendio de una gasolinera y varios locales comerciales en Jutiapa, Atlántida, todos propiedad de Sosa Méndez.

Un audio filtrado de una intervención telefónica revela la conversación entre un coronel del Ejército y un hombre identificado como Sosa Méndez, quien pedía ayuda luego de que un grupo de agentes lo detuviera mientras viajaba en un vehículo 3.0.

En la grabación, el coronel solicita hablar con el oficial de mayor rango presente en la escena.

El capitán al mando le informa que los sujetos detenidos portaban tres fusiles AR-15 y siete pistolas. Sin embargo, el coronel insiste en que los hombres fueron enviados por otro alto mando y que pertenecían a un grupo que “se dan con Bayron”, es decir, que mantenían enfrentamientos con él.

El oficial menciona su intención de comunicarse con Tegucigalpa para asegurarse de que la detención no interfiriera con una posible operación de la Fuerza de Seguridad Interinstitucional Nacional (Fusina). “Porque no vaya a ser que estés fregando alguna operación de Fusina”, advierte en la grabación.

El 20 de marzo de 2018, Ruiz Ruiz fue capturado en Guatemala y, un año después, extraditado a Estados Unidos, donde habría proporcionado información clave sobre Sosa Méndez a las autoridades estadounidenses, según agentes antidrogas consultados por LA PRENSA Premium.

En enero de 2020, el Gobierno de Estados Unidos solicitó la extradición de Sosa Méndez, la cual fue concedida por la Corte Suprema de Justicia de Honduras el 30 de abril de 2020. Sin embargo, la entrega será diferida, ya que el acusado cumple una condena en la Penitenciaría Nacional de Támara.

El asesinato del criminal hondureño ha generado incertidumbre entre grupos delictivos, quienes buscan esclarecer quiénes eran sus principales socios en Honduras. Fuentes antidrogas aseguran que su estructura criminal seguirá operando en el tráfico de drogas y mantendrá nexos con personas influyentes.

Ruiz Ruiz se caracterizó por su perfil sanguinario y violento, al punto de que se le atribuyen al menos 100 homicidios en Honduras.

Según agencias antidrogas estadounidenses, entre 2010 y 2017, Ruiz Ruiz estuvo involucrado en el aterrizaje de narcoavionetas en Olancho, Colón y Gracias a Dios, operando junto a otros carteles y grupos criminales.

Tras declararse culpable y colaborar con la justicia estadounidense, Ruiz quedó en libertad en junio de 2022. LA PRENSA Premium reveló en 2023 que Ruiz seguía operando con su grupo criminal desde Guatemala.

Narcotráfico
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Guatemala
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