Estafa piramidal: “Ganaba L70 mil semanales, pero los últimos perdieron todo”

Una víctima relata cómo se gestó y colapsó Goarbit, una estafa piramidal similar a las que actualmente operan en Honduras. Recomienda no confiar en sistemas de alta rentabilidad

El hondureño César Martínez (nombre ficticio) relató su paso en una estafa piramidal en Honduras. Aunque gozó de ganancias, admite que hubo gente que perdió todo su dinero.

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San Pedro Sula, Honduras

"Después de haber invertido solo 100 dólares (2,400 lempiras, al cambio de la época) tenía ganancias semanales de hasta 70 mil lempiras, por lo que estaba contento, pero estaba consciente de que en cualquier momento todo desaparecería”.

César Martínez (nombre ficticio) fue protagonista en primera fila de cómo se gestó y colpasó una estafa piramidal en Honduras y Latinoamérica, dejando un rastro de pérdidas en miles de personas estafadas.

Todo comenzó en 2022, luego de haber quedado sin trabajo, según contó a LA PRENSA Premium este excliente de un modelo piramidal. César vio un anuncio en redes sociales sobre Goarbit, una supuesta plataforma de inversión en criptomonedas con una agresiva estrategia de promoción digital.

La oferta era interesante y atractiva, en pleno estallido de monedas virtuales en el mundo, por lo que pidió información de inmediato.

Apenas una semana después ya depositaba en una cuenta bancaria unos 2,900 lempiras, equivalentes a 110 dólares para esa fecha. De ese pagó, cien dólares se destinaban a la inversión y diez correspondían a la membresía mensual de carácter obligatorio.

En pocos días ya estaba recibiendo su inducción. Los encargados de la plataforma le explicaron que todas las transacciones se manejarían de forma “online” y con el mínimo esfuerzo sus ingresos aumentarían.

Sumado a lo anterior, por cada persona que invitase a invertir recibiría una comisión o un porcentaje de acuerdo al monto del nuevo inversor.

“Estaba consciente de que como era dinero fácil, pues así podía desaparecer, pero me arriesgue y decidí permanecer con ellos más de un año”, apuntó.

Tres meses después, César recibió un golpe de adrenalina al revisar que "los números iban creciendo sin hacer nada, me interesó aún más y comencé a invitar a amigos, pero como eran cercanos siempre les hice énfasis en que habían riesgos”.

Gracias al modelo de referidos, la billetera digital de César se agrandaba (recibía el 10 por ciento de la inversión de cada uno de sus amigos o invitados, además que trabajaba en armar su propio equipo).

Como socio, César todavía gozaba de ciertas prebendas y privilegios, como celulares de alta gama, tablets, relojes de marca, incluso vehículos de lujo, pero todo a cambio de meter inversionistas con cantidades de 20 mil o 30 mil dólares.

“En mi caso como incentivos recibía celulares y tabletas, pero lo mejor era que cada semana estaba ganando hasta 70 mil lempiras, que nunca los iba a tener en un trabajo” señaló.

Los socios de Goarbit relataron que cada viernes realizaban retiros en efectivo por medio de cajeros de Bitcoin (BTC), una de las criptomonedas más populares del mercado.

Aunque los inversores podían vender las criptomonedas entre la misma comunidad, retirar en moneda nacional la inversión daba mayor credibilidad a la inversión, aunque detrás estaba un modelo piramidal o multinivel.

César recuperó su inversión el mismo año, alcanzando ganancias que le permitieron la compra de un vehículo y varias propiedades, pero este monto no se compara con la inversión realizada por otros socios, que llegaron a comprometer hasta 30 mil dólares (unos 735 mil lempiras en el 2022).

Otros socios le reportaron ganancias de casi medio millón de lempiras, pues habían construido una red de aproximadamente quinientas personas en su pirámide.

Entre finales de 2022 y los primeros meses del 2023, la plataforma experimentó un crecimiento exponencial. Usuarios recuerdan que a través de redes sociales muchos socios compartían videos de las ganancias producto de su inversión.

Atrapados por la fiebre, nuevos clientes invertían sumas que sobrepasaban los 400 mil lempiras y, con el afán de acumular más ingresos, nunca retiraron las inversiones, es decir, reinvertían las ganancias... hasta la plataforma cayó y todo desapareció.

“Primero empezaron a hacer cambios en Goarbit, como eliminar los premios, luego cambiaron la moneda y así fue cayendo en cada cambio que nos decían, que era para mejorar, pero todo era una pirámide que había llegado a alto y que ya no se podía sostener”, recordó César.

Como uno más de esta pirámide, el entrevisto recomendó alejarse de cualquier modelo similar o que trabaje mediante la afiliación de nuevos miembros.

Los encargados de la plataforma Goarbit, que operaba en países como República Dominicana y en Dubái —adonde incluso llevaron a muchos hondureños de viaje—, han sido denunciados y enfrentan acusaciones.

Con algunos afectados llegaron a conciliaciones y les devolvieron parte del dinero perdido, pero cientos de personas aún siguen esperando recuperar lo que invirtieron.

"Entre más personas metía a mi grupo, más dinero granaba, llegué a tener más de sesenta personas que eran manejadas como un equipo, los primeros no perdimos nada de dinero, pero los últimos que decidieron hacer inversiones perdieron todo su dinero", recordó el entrevistado.

Los grupos de personas son convencidos para depositar dinero con el ofrecimiento de obtener altas rentabilidades semanal y mensualmente.

Los hondureños viven bajo un bombardeo constante en redes sociales con videos de supuestas empresas de inversión que prometen altas rentabilidades, además de ofrecer porcentajes de ganancia por referir a nuevos clientes.

Una de esas empresas se hace llamar KMEC. Su estrategia comienza ofreciendo capacitaciones a sus asociados, en las que explican cómo invertir utilizando códigos. A través de TikTok anuncian que, al comunicarse con ciertas cuentas o números, cualquier persona puede invertir de forma rápida y sencilla.

“Invierte en KMEC y recuperarás tu inversión en dos meses” es uno de los mensajes llamativos que circula, acompañado de la promesa de que las ganancias serán depositadas directamente en la cuenta bancaria del inversionista, con supuestos rendimientos diarios que van desde 17.50 hasta 875 dólares.

Para unirse, ofrecen información virtual. Una vez que el interesado decide invertir, le ayudan a descargar la aplicación. En algunos casos, los nuevos miembros deben realizar depósitos iniciales de hasta 16 mil lempiras para comenzar.

A esta empresa también la conocen como “Keda”, ya que dicen tener varias fases en su forma de operar. Aseguran estar ubicados en Choloma, donde grupos de personas acuden a puntos específicos para retirar dinero en efectivo.

Uno de los clientes relató que KMEC les entrega unos aparatos amarillos —aparentemente cargadores de celular— donde va instalada la aplicación. Aunque dice no saber si realmente es necesario el dispositivo, asegura que ha estado recibiendo sus ganancias en una casa de Choloma, en efectivo.

Otros inversionistas se reúnen en eventos sociales organizados por la plataforma, donde se explican las formas de operación y se busca atraer a más personas.

En redes sociales, varios hondureños han advertido que KMEC sería en realidad la misma empresa conocida como Whales Power, que operó en República Dominicana y Guatemala, debido a ciertas similitudes.

En esos países utilizaban cargadores portátiles de color azul para atraer a los inversionistas, quienes luego fueron víctimas de una estafa piramidal que afectó a miles.

La proliferación de estos modelos y supuestas empresas de inversión mantiene en alerta a las autoridades hondureñas. En febrero pasado, la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) alertó que la denominada Koriun Inversiones no estaba autorizada por la institución, por lo que los depósitos no tenían ningún tipo de protección.

Además, a raíz de ciertas denuncias y que opera sin ningún tipo de licencia, la Fiscalía mantiene una investigación contra esta empresa que tiene presencia en seis departamentos de Honduras, pero que destaca por su sede de Choloma debido a la muchedumbre de gente que hace fila para afiliarse o retirar dinero.

El Ministerio Público también investiga otra red llamada NCH, que opera en la zona atlántica del país. Esta organización se enfoca en reclutar personas en iglesias, presentándose como un grupo que brinda ayuda humanitaria y organiza eventos comunitarios, a través de los cuales ofrecen oportunidades para generar dinero rápidamente.

En sus anuncios en redes sociales, NCH propone invertir apenas 100 lempiras con la promesa de duplicar la cantidad en un mes. Sin embargo, una vez que ganan la confianza de la víctima, intentan convencerla de depositar 100,000 lempiras, prometiéndole que en 90 días recibirá una ganancia de 92,886. Además, aseguran ser una empresa estadounidense con sedes en varios países.

Aunque muchas personas dudan de estas promesas, lo cierto es que miles de hondureños continúan depositando dinero en estas plataformas, pese a que la Comisión Nacional de Bancos y Seguros ha advertido que estas entidades no cuentan con los permisos legales para operar como instituciones financieras ni garantizan la seguridad del dinero de los ciudadanos.

A esta empresa también la conocen como “Keda”, ya que dicen tener varias fases en su forma de operar. Aseguran estar ubicados en Choloma, donde grupos de personas acuden a puntos específicos para retirar dinero en efectivo.

Uno de los clientes relató que KMEC les entrega unos aparatos amarillos —aparentemente cargadores de celular— donde va instalada la aplicación. Aunque dice no saber si realmente es necesario el dispositivo, asegura que ha estado recibiendo sus ganancias en una casa de Choloma, en efectivo.

Otros inversionistas se reúnen en eventos sociales organizados por la plataforma, donde se explican las formas de operación y se busca atraer a más personas.

En redes sociales, varios hondureños han advertido que KMEC sería en realidad la misma empresa conocida como Whales Power, que operó en República Dominicana y Guatemala, debido a ciertas similitudes.

En esos países utilizaban cargadores portátiles de color azul para atraer a los inversionistas, quienes luego fueron víctimas de una estafa piramidal que afectó a miles.

La proliferación de estos modelos y supuestas empresas de inversión mantiene en alerta a las autoridades hondureñas. En febrero pasado, la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS) alertó que la denominada Koriun Inversiones no estaba autorizada por la institución, por lo que los depósitos no tenían ningún tipo de protección.

Además, a raíz de ciertas denuncias y que opera sin ningún tipo de licencia, la Fiscalía mantiene una investigación contra esta empresa que tiene presencia en seis departamentos de Honduras, pero que destaca por su sede de Choloma debido a la muchedumbre de gente que hace fila para afiliarse o retirar dinero.

El Ministerio Público también investiga otra red llamada NCH, que opera en la zona atlántica del país. Esta organización se enfoca en reclutar personas en iglesias, presentándose como un grupo que brinda ayuda humanitaria y organiza eventos comunitarios, a través de los cuales ofrecen oportunidades para generar dinero rápidamente.

En sus anuncios en redes sociales, NCH propone invertir apenas 100 lempiras con la promesa de duplicar la cantidad en un mes. Sin embargo, una vez que ganan la confianza de la víctima, intentan convencerla de depositar 100,000 lempiras, prometiéndole que en 90 días recibirá una ganancia de 92,886. Además, aseguran ser una empresa estadounidense con sedes en varios países.

Aunque muchas personas dudan de estas promesas, lo cierto es que miles de hondureños continúan depositando dinero en estas plataformas, pese a que la Comisión Nacional de Bancos y Seguros ha advertido que estas entidades no cuentan con los permisos legales para operar como instituciones financieras ni garantizan la seguridad del dinero de los ciudadanos.

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