Agricultores no logran comprar fertilizantes y se agudiza la crisis

Los efectos del conflicto entre Rusia y Ucrania afectan cada vez más a los agricultores de Honduras.

Las empresas comercializadoras proveerán a sus clientes la misma cantidad de fertilizantes que adquirieron en 2021.

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San Pedro Sula, Honduras.

Los fertilizantes, cuyos precios se incrementaron a finales de 2021 por la crisis internacional de los contenedores y el aumento de la cotización del petróleo, en las últimas semanas se convirtieron en insumos agrícolas inalcanzables para los pequeños productores de Honduras.

La invasión rusa en Ucrania, un tercer factor que sacude el mercado mundial desde el pasado 24 de febrero, disparó los costos de los fertilizantes nitrogenados, como la urea, hasta llegar a cifras impagables y no rentables que no le permiten a los propietarios de pequeñas plantaciones ni lograr el punto de equilibrio.

En el mercado internacional, el precio de la tonelada de urea escaló de aproximadamente $131.13 (marzo de 2020) a más de $875 esta semana. En la plaza local, por un saco de 43 kilogramos, con 46% de nitrógeno, el productor debe pagar L1,100. En octubre del año anterior valía alrededor de L480.

“Más o menos como en 2008 hubo un aumento internacional de precios por unos tres meses. Esta es la segunda vez en 20 años que vemos un incremento bastante grande. Ese conflicto en Ucrania nos está perjudicando. Normalmente, nosotros aquí hemos tenido en inventario 300 sacos de urea, hoy tenemos unos 50. Tenemos poco porque no vienen a comprar, el precio está demasiado alto”, dijo Dionisio Romero, administrador de una tienda de insumos en la avenida Lempira de San Pedro Sula.

La tienda de Romero y más de una decenas de negocios del mismo giro, situados en esta zona céntrica de la ciudad, le compran los sacos de fertilizantes a las tres empresas (Fenorsa-Disagro, Fertica-Cadelga y Proagro) que importan a granel desde diferentes países, como Rusia, y envasan y comercializan en Honduras con sus propias marcas.

De prolongarse el conflicto en Ucrania, el cual llegó a la cuarta semana, según Romero, “muchos productores pequeños dejarán de producir”.

“Para cultivar una manzana de maíz, el productor tiene que comprar unos seis sacos de fertilizante, comprar semilla, limpiar. Y por una carga solo le dan L190. Con estos precios de fertilizantes no es rentable cultivar”, dijo.

Esta semana no solo aumentaron los precios internacionales de los fertilizantes nitrogenados, también subieron los fosfatados, potásicos, sulfatados ampliamente usados en el mundo para garantizar los alimentos, como el trigo de Ucrania, consumido por una gran parte de la población planetaria.

Importación

En Honduras, las alianzas empresariales Fenorsa-Disagro, Fertica-Cadelga y Proagro importan anualmente alrededor de 500,000 toneladas de todos los tipos de Rusia, Estados Unidos, Canadá y otros países. De todo ese contingente, el 50% es comercializado en el mercado por Cadelga.

La invasión a Ucrania y las medidas de bloqueo y aislamiento tomadas por el mundo occidental contra Rusia impactan directamente en la agricultura hondureña: el 60% de los fertilizantes utilizados en el campo es comprado a esa potencia bélica gobernada por Vladímir Putin.

Recientemente el ministerio de Industria y Comercio de la Federación Rusa anunció que no exportará durante seis meses fertilizantes y alimentos, como azúcar, trigo, cebada, maíz, lo cual incidirá en los precios en el mercado internacional de esos commodities.

Rodolfo Rubio, gerente regional de desarrollo técnico de Grupo Cadelga, le dijo a Diario LA PRENSA que las empresas importadoras se anticiparon y desde hace varias semanas comenzaron a buscar proveedores en Estados Unidos y Canadá para cubrir la cantidad de fertilizantes que Rusia dejará de proveer.

A juicio de Rubio, resultan inevitables en el mercado los efectos negativos derivados del conflicto; sin embargo, él no tiene una visión pesimista sobre lo que enfrentará la agricultura hondureña a corto plazo.

“Tenemos una reserva de fertilizantes para cubrir la demanda en los próximos seis meses y toda la cadena, junto con el Gobierno, estamos trabajando para evitar desabastecimiento”, dijo.

“Para la siembra de primera, que tiene un ciclo de mayo a septiembre, tenemos fertilizantes. Para la de postrera, que va de octubre a enero de 2023, tendremos fertilizantes producidos en países como Canadá. Estamos satisfechos con el plan del Gobierno y con el análisis que ha hecho de la situación. Vemos que tiene claridad. Por ejemplo, le dará el bono tecnológico (fertilizante y semilla) a 250,000 familias para garantizar sus alimentos”, dijo.

Rubio, quien ha participado en reuniones con autoridades gubernamentales para abordar la crisis de los fertilizantes, confía en la ministra de Agricultura, Laura Suazo, egresada de Zamorano y de Cornell University.

“Está haciendo gestiones de manera anticipada y oportuna y buscando soluciones compensatorias por los altos precios en medio de limitaciones económicas”.

Este especialista es consciente que a corto plazo el precio de los fertilizantes no retrocederá si Rusia sigue atacando Ucrania. Mientras el conflicto persista, que podría dilatarse meses y hasta años, los agricultores hondureños tendrán que evitar los derroches y hacer uso de abonos orgánicos.

Para las organizaciones de agricultores y empresas que comercializan insumos, el aumento del precio de los fertilizantes es uno de los tantos problemas que ya enfrenta la seguridad alimentaria mundial.

A raíz de que Rusia y Ucrania dejarán de exportar trigo, el mundo buscará sustitutos, como el maíz, un producto agrícola altamente demando por los hondureños y por la industria avícola y porcina.

Guillermo Cerritos, director ejecutivo de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (Fenagh), plantea que el conflicto en Ucrania obliga a Honduras a replantear la agricultura en pos de la soberanía alimentaria.

“Todos los actores agrícolas, incluido el Gobierno, debemos, por ejemplo, promover el cultivo de la soya para producir harina por medio de un proceso agroindustrial de extrusión. Con la soya se logra la rotación perfecta para generar fertilizantes de manera natural”, dijo.

Los precios de varias materias primas, como el trigo y la soya (principal fuente proteína para la crianza de aves), se han disparado también a causa del conflicto armando.

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