Hoy, hace dos años, EE UU pedía la extradición de JOH

Mañana se cumple el aniversario de su arresto, un acto que quedó grabado en la memoria de los hondureños, porque aquel hombre poderoso salía esposado de manos y pies.

La captura, juicio y posterior condena de su hermano Tony lo pusieron en la mira de EE UU.

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San Pedro Sula

A Juan Orlando Hernández, el tiempo para saborear la libertad se le empezó a acabar el mismo día que también se le terminó el poder.

El 27 de enero de 2022, tras el acto de toma de posesión de Xiomara Castro, fue la congresista estadounidense de origen guatemalteco, Norma Torres, quien sonó los tambores de la extradición.

Ese día su vida tendría un antes y un después. Llamado el “indómito” por vivir con orgullo su herencia lenca y su descendencia lempirana, Juan Orlando Hernández era considerado un hombre exitoso en la política.

Tras su arresto el 15 de febrero de 2022 fue extraditado el 21 de abril, 65 días después. AFP

Su carrera fue diseñada para ir en vertiginoso ascenso.

Eso justamente lo llevó a convertirse en el presidente más joven de Honduras, pues tenía cumplidos apenas 45 años.

Su incursión en la política, al lado de connotados políticos de la talla de Ricardo Maduro, Rafael Leonardo Callejas y con mentores como Porfirio Lobo Sosa, le garantizaban una carrera sin obstáculos y llena de triunfos.

Lideró las huestes del Partido Nacional, fue un muy querido líder en su natal Lempira, también dirigió el Congreso Nacional en tiempos de Lobo Sosa, período 2010-2014, y de ahí saltó a la máxima vitrina política de Honduras: la silla presidencial.

Este puesto lo ocupa no una, sino dos veces cuando fue electo presidente de la república en las elecciones del 24 de noviembre de 2013 y reelecto el 26 de noviembre de 2017 en una polémica contienda donde ganó por un estrecho margen a Salvador Nasralla, que llegó arropado por la Alianza con el partido Libre.

El 27 de enero de 2018, Hernández quedó en la historia al tomar posesión para su segundo mandato como presidente electo en tiempos democráticos.

Sin embargo, así como alcanzó la cima, igualmente fue su caída.

El 23 de noviembre de 2018, Juan Antonio “Tony” Hernández, hermano del presidente, es arrestado en los Estados Unidos. Y de ahí, el nubarrón se posó sobre la familia Hernández.

Al cierre de su segundo mandato, pasó del cielo al infierno. La posterior condena por narcotráfico de su hermano Tony en la Corte del Distrito Sur de Nueva York, y las constantes menciones de narcotraficantes quienes a cambio de acuerdos con la Fiscalía, lo delataban sin consideración, vaticinaban el oscuro año que se le venía encima.

En su pedido, Norma Torres, que esperó que Hernández cesara en sus funciones como presidente, hizo un llamado al Departamento de Estado de Estados Unidos para solicitar la extradición del hombre convertido ahora en expresidente.

Aunque su exigencia no fue atendida de inmediato, fue el 7 de febrero de 2022 que el Secretario de Estado, Antony Blinken, hizo pública la revocación de la visa a Hernández para entrar a ese país y lo incluyó en la lista de personajes “antidemocráticos y corruptos” del Triángulo Norte de Centroamérica, un listado también conocido como Lista Engel. Lo que se venía era la extradición.

Una semana después de entrar en la llamada lista negra, y justo el día del Amor y la Amistad, el 14 de febrero de 2022, la Cancillería hondureña informó que remitió a la Corte Suprema de Justicia una solicitud de extradición de “un político hondureño” a quien no identificó.

Horas más tarde, medios internacionales y locales daban la noticia de que dicho personaje era el expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, quien oficialmente había sido pedido en extradición por los Estados Unidos.

Un día después, aunque Hernández se entregaba por voluntad propia, era esposado de pies y manos en su casa, frente a su familia y ante la vista de todo el mundo que jamás imaginó tal escena.

Tras intentos por evitar su entrega a la justicia estadounidense, finalmente el 21 de abril de 2022 Juan Orlando abordó el avión de la DEA que lo entregó a una nueva realidad: la prisión y la larga espera por su juicio.

El 11 de mayo de 2022, el oriundo de Lempira conoció los cargos que le imputaba la justicia estadounidense.

Él se declaró no culpable ante el juez Kevin Castel. Por su parte, la Fiscalía aseguró tener audios que lo implican con el narcotráfico, así como escuchas telefónicas. Llegó a la Corte del Distrito Sur de Nueva York con grilletes, vestido de reo y lucía demacrado. Su abogado dijo: “El trato que le están dando en la cárcel es de prisionero de guerra”.

Pero su suplicio no ha terminado. La próxima semana está previsto el inicio de su juicio, un proceso que se ha pospuesto en cuatro ocasiones y que se había fijado para comenzar el pasado lunes 12.

De comenzar en tiempo y forma, el juicio en el que se decidirá su culpabilidad o inocencia por tres delitos donde la condena máxima es cadena perpetua, duraría de dos a tres semanas, aunque aún cabe la posibilidad de que se declare culpable y logre reducir su tiempo preso.

TEGUCIGALPA. “Nosotros tuvimos afuera de nuestra casa más de 600 hombres fuertemente armados, o sea, ni Osama Bin Laden tuvo un acecho como el que sufrimos nosotros”.Aquel 15 de febrero de 2022 sigue fresco en la memoria de la ex primera dama Ana García de Hernández. Ese día fue el último que pudo besar y abrazar a su esposo en libertad y en el calor de su hogar.

La esposa del expresidente Juan Orlando Hernández aseguró en una reciente entrevista con Univisión, que cuando iban a capturar a su esposo sintieron miedo y temieron lo peor. Durante la plática con la periodista hondureña Maity Interiano, detalló todos los miedos que enfrentaron ese día.

“Sinceramente le digo, no sabía si iban a empezar a dispararnos, si la intención de ellos era secuestrar a mi esposo o asesinarlo a sangre fría”, confesó. García, quien desde ese momento ha defendido la inocencia de su esposo. Ella está segura de que Juan Orlando es una víctima. “Aquí hay una venganza política en medio también de una venganza de narcotraficantes”.

Sobre el dinero que presuntamente Juan Orlando Hernández recibió por parte del narcotraficante Chapo Guzmán para la primera campaña electoral, García aseguró que es una total mentira. “Es absolutamente falso, eso es parte de la narrativa novelesca que crearon y la crearon para que los testigos pudieran decir las cosas más exageradas que llamaran la atención para querer hacer de este un gran caso”, aseveró García.

“Eso que ellos están poniendo ahí no se trata nada más que de mentiras y mentiras y lo que señala el Departamento de Justicia está apegado a las mentiras de los narcotraficantes”, reiteró.

“Todos los narcotraficantes que están allá y que hoy son testigos tienen la característica de que salieron huyendo del país cuando vieron que Juan Orlando iba a tomar decisiones y estaba tomando acciones concretas para combatir el crimen organizado, tienen acuerdos de colaboración con la DEA y otros que fueron extraditados también”, dijo.

Entrevista. Ana García de Hernández.

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