Tres operadores del transporte ultimados en menos de 24 horas

Ayer le quitaron la vida al ayudante de un bus de la empresa Caribe y el martes asesinaron al chofer y al cobrador de un rapidito del sector López Arellano.

Compañeros de Mario Javier Deras pararon la unidades en protesta por su muerte.

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Choloma

Un joven de 17 años que trabajaba como ayudante en un rapidito de la empresa Caribe es la tercera víctima que cobra la violencia en el transporte en menos de 24 horas en este municipio motivada por la extorsión.El ayudante asesinado ayer respondía al nombre de Mario Javier Deras (de 17 años).

Las averiguaciones de la Policía establecen que el crimen del menor se suscitó a eso de las 6:30 am, cuando el bus en el que trabajaba venía de Puerto Cortés hacia San Pedro Sula y paró a recoger pasajeros en el lugar conocido como Las Pilas en Choloma.

En ese lugar, dos individuos que venían como pasajeros se pararon de los asientos en que viajaban y uno de ellos le entregó un celular con unos proyectiles al conductor de la unidad y le manifestó: “Lleváselo al dueño del bus”.

El otro individuo bajó al ayudante del rapidito y le disparó con una pistola hasta quitarle la vida. Después, los sicarios huyeron rumbo al norte.

El motorista puso en marcha el rapidito y unos 500 metros adelante los pasajeros histéricos se bajaron temiendo que los delincuentes siguieran el bus y lo atacaran.

El cuerpo del ayudante quedó a la orilla del pavimento y unos policías acordonaron la escena del crimen a la espera de que llegaran las autoridades a hacer el levantamiento, pero un grupo de compañeros de Mario Javier Deras se llevaron su cadáver para la casa de sus familiares, ubicada en la comunidad de Baracoa, frente al bulevar que conduce a Puerto Cortés.

A Mario Deras, izquierda, lo ultimaron en el sector de Las Pilas. A Roberto Paz, cobrador del rapidito de la colonia Cerro Verde, y al chofer José Orellana los mataron en la entrada a la López.

En ese lugar, conductores y ayudantes de buses de las empresas Caribe e Impala pararon las unidades en protesta por el crimen de su compañero.

Los operadores de las unidades demandaron más seguridad de parte de las autoridades del Gobierno porque ellos están a merced de los delincuentes.

Manifestaron que ellos ponen los muertos y el problema es de los dueños de los buses, que tienen pagar a las estructuras criminales.

“Todos los días que salimos a trabajar solo nos queda encomendarnos a Dios porque no sabemos si vamos a volver a la casa”, dijeron.

Manifestaron que están consternados por la muerte de su compañero Mario Javier Deras, a quien describieron como un joven tranquilo y trabajador.

Denunciaron que ayer también fue tiroteada otra unidad de la empresa Impala en ese mismo bulevar, pero afortunadamente no hubo daños a personas. Relataron que el año pasado les mataron a cuatro compañeros y sus hijos quedaron huérfanos.

El martes, el motorista de un rapidito de la ruta del sector López Arellano a San Pedro Sula fue asesinado.

Parientes y vecinos describieron a Mario Javier como un joven trabajador que ayudaba al sostenimiento de la familia y muy cariñoso con su mamá.

“Cuando venía de su trabajo siempre le traía comida a su mamá”, dijeron sus vecinos.Indicaron que Deras tenía planeado irse para Estados Unidos con la ayuda de unos parientes que viven en ese país.

Johnny Ortiz, dirigente del transporte en la zona norte, manifestó que el estado de excepción decretado para combatir el accionar de las estructuras criminales “no funcionó y la delincuencia a plena luz del día ejecuta sus acciones delictivas, y es muy lamentable”.

Ortiz refirió que este año ya se han dado siete asesinatos de conductores y ayudantes del transporte en menos de un mes y “somos el rubro más azotado por la violencia”.

Manifestó que el estado de excepción “no es suficiente, y si el Ministerio de Seguridad no usa las herramientas de la inteligencia, tecnología y estrategia es en vano, pues se necesitan esos tres pilares para poder desmantelar las bandas de criminales”.

Expresó que mientras tanto ellos lamentablemente siguen poniendo las víctimas hace más de 20 años y desde el 2022 se ha agudizado la crisis, y “esto que está pasando a principio del año es un mal augurio con siete asesinatos, y yo creo que ya es tiempo de que el ministro de Seguridad dé la cara”.

El dirigente dijo que ya no quieren que la delincuencia siga enlutando el sector transporte.

Choloma. Las indagaciones de las autoridades policiales establecen que una nueva banda delictiva dirigida por mareros salvadoreños es la que supuestamente está cometiendo los crímenes de operadores del transporte en este municipio.

Se informó que en los tres casos están trabajando equipos de la Dirección Policial Antimaras y Pandillas contra el Crimen Organizado (Dipampco) y de la Dirección Policial de Investigaciones.

Las autoridades policiales indicaron que las indagaciones apuntan a que las acciones delictivas las está ejecutando una banda de pandilleros que salieron huyendo de El Salvador por la persecución que hay en ese país contra las estructuras criminales.

Hasta ayer, las autoridades policiales no habían capturado a ningún implicado en los crímenes de los dos ayudantes de rapiditos y el conductor, todos ellos asesinados en el sector López Arellano.

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