Madre del padre Quique a un año de su muerte: “Lo lloro todos los días”

Hoy 2 de marzo se cumple un año del asesinato del sacerdote José Enrique Vásquez. Su madre lo recuerda todos los días.

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SANTA CRUZ DE YOJOA

“Yo nunca sentí en mi corazón que a mi hijo le había pasado algo. Yo les decía a los otros sacerdotes que no sentí algún aviso de que estuviera muerto. Sentía que mi hijo estaba vivo, por lo que tenía la esperanza, fue un gran dolor recibir esa noticia. Por qué pasó eso con un hombre que solo se dedicaba a ayudar a los demás, era un hijo de Dios”, expresó entre lágrimas María Cálix, la madre del padre José Enrique Vásquez.

Hace un año, el padre Enrique Vásquez tenía que oficiar la misa del Miércoles de Ceniza, pero su feligresía quedó esperando.Esa noche, el cuerpo del padre, levantado como desconocido de la escena del crimen, fue ingresado a la morgue, en donde el 3 de marzo monseñor Ángel Garachana confirmó que se trataba de él.

Ha pasado un año y su familia lo llora.Sus amigos y familiares lo recuerdan con mucho cariño y esperan que su legado de ayudar a los demás siempre se mantenga.

En la humilde vivienda en Agua Azul Sierra hoy celebran el último día del novenario por cumplirse un año de la muerte del sacerdote Vásquez. Fotos Héctor Edú

LA PRENSA llegó hasta la humilde vivienda en la aldea Agua Azul Sierra, ubicada en Santa Cruz de Yojoa, en donde su madre María Cálix llora todos los días sobre un humilde altar.

En ese mismo lugar, hace un año, cientos de personas de diferentes partes del país y feligreses de la parroquia San José de San Pedro Sula le dieron el último adiós.

Fue el 2 de marzo de 2022 que sus familiares vieron por última vez al padre Quique, como cariñosamente lo llamaban, quien tenía 16 años de haberse ordenado en el sacerdocio.

Ese miércoles salió de su casa para San Pedro Sula, ya que lo esperaban en la parroquia para que oficiara la santa misa, pero la espera fue eterna, nunca más llegó.

Al día siguiente de ser reportado como desparecido, el vehículo del padre fue hallado en una zona solitaria del municipio de Victoria, Yoro.

El cuerpo fue encontrado sobre el puente Regina, en el municipio de Morazán, en Yoro. Aproximadamente a las 10:00 pm fue llevado a la morgue de San Pedro Sula como desconocido.El jueves 3 de marzo confirmaron que era él, su cuerpo tenía seis impactos de bala.

Los acusados del asesinato del padre Quique están a las puertas del juicio.

Doña María Cálix recibió a LA PRENSA vestida con una camiseta blanca con una foto del padre y el mensaje “Siempre vivirás en nuestro corazón padre Quique”.

Según contaron sus familiares, desde niño era predicador, por lo que desde que tenía cinco años su madre se dio cuenta de que sería un hijo fiel de Dios.

“Era una persona muy estricta y hasta enojado porque le gustaba que las cosas se hicieran bien o si no mejor que no se hicieran, era entregado a la iglesia, rescataba a los jóvenes que estaban en riesgo. Como hijo era muy especial, yo era todo para él. Siempre me decía que nunca me faltaría nada y que no me preocupara por él, ahora ya no está físicamente; pero lo siento en mi corazón”, dijo la acongojada madre.

A doña María le ha costado superar su muerte, “pero poco a poco voy aceptando porque su espíritu me da fortaleza para seguir adelante. Todos los días le hablo a mi hijo porque mataron la carne, pero no su espíritu. Los lunes y martes siempre me visitaba y aún siento que él va a venir”.

Desde el 22 de febrero, sus personas más cercanas han rezado el novenario, hoy es el ultimo día de rezo, por lo que le harán un homenaje y vestirán camisetas blancas con el mensaje “Dejaste un vacío en mi corazón padre Quique”.

Después de varias operaciones policiales capturaron a tres sospechosos, quienes fueron identificados como Jorge Martín Guzmán Maldonado, Nelson Ariel Lara Pineda y un menor de edad.

Según fuentes del Poder Judicial, el proceso ya está en el tribunal en la etapa de saneamiento, que es donde se citan las partes procesales para que presenten incidentes.

Luego de ese proceso se acude a la audiencia de proposición de pruebas y después fijan las fechas para el desarrollo del juicio oral.

Jorge Martín Guzmán y Nelson Ariel Lara Pineda son acusados de los delitos de asesinato y robo con intimidación agravada, por lo que podrían pagar condenas de 27 a 30 años de cárcel.

Como parte de las evidencias, la Fiscalía tiene el cruce de llamadas telefónicas, el celular que le fue robado al padre Quique también es una evidencia que indica que los acusados son los hechores del crimen.

Tienen como prueba testimonios de la acción que cometieron antes y después los acusados, elementos que serán presentados en el juicio.El juzgado libró orden de captura contra otras dos personas, quienes aún no han sido capturadas.

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