“La familia de Fabricio me salvó varias veces de las golpizas que me daba”: Hazel Cortés

La joven maquillista Hazel Michell Cortés Ruiz relató que ya había sido víctima de varias golpizas de parte de su exnovio Fabricio Jared Matute y que incluso la arrastró dos veces en la calle y le rompió la ropa.

Hazel Michelle (de 19 años) se encuentra en estado convaleciente en el hospital Mario Rivas, luego de que sufriera un salvaje ataque en Chamelecón de parte de su expareja el domingo 23 de julio, cuando se conducía en una motocicleta con su amigo Ariel Girón, quien también fue agredido por Matute y se encuentra grave de salud.

El agresor de los jóvenes fue acusado por el Ministerio Público en los juzgados. En el caso de Hazel Michell, la Fiscalía acusó a Matute Cabrera por el delito de femicidio agravado en su grado de tentativa acabada y en el caso de Ariel Girón, el ente acusador le imputó el delito de tentativa de homicidio por la gravedad de las lesiones que sufrió. Pese a la gravedad de las lesiones que sufrieron las dos víctimas, la jueza que conoce el caso dejó en libertad al encausado.

En la causa de la tentativa de femicidio agravado de la jovencita, la jueza le decretó sobreseimiento provisional a Matute y, en el caso de la tentativa de homicidio en perjuicio de Ariel Girón, la togada favoreció al imputado otorgándole medidas sustitutivas.

Desde su lecho de convalecencia en el hospital Hazel Michell le relató a La Prensa que el día del ataque “yo estaba trabajando porque soy maquillista y empecé a recibir a mensajes amenazantes de él y noté que andaba tomado”.

“Entonces yo me alisté y me fui para donde mi amiga y en el camino lo encontré y me preguntó que para dónde iba y yo le dije que iba a estar con mi amiga y me fui”, dijo la muchacha, quien también es bachiller en informática. Manifestó que después, Jared la estuvo llamando y hostigándola bastante cuando estaba en la casa de su amiga y ella trató de ignorarlo.

Hazel dijo que con su amiga se fueron para una taquería y expresó que “ya estando allí (en la taquería) comenzó de nuevo a llamarme para hostigarme y entonces yo le dije a Ariel que me fuera a dejar porque Fabricio me estaba hostigando demasiado y me decía que me iba ir a buscar y que me iba a matar”.

“Ariel me fue a dejar y cuando nosotros lo encontramos por El Crucero se nos pegó atrás y yo le dije a Ariel que se apurara y cuando íbamos por el colegio Modesto Rodas Alvarado nos botó de la motocicleta, y nos pasó el carro por encima varias veces, y me decía: ‘maldita perra, te vas a morir’ y después yo quedé desmayada”.

Refirió que su exnovio ya tenía advertido a Ariel que le iba hacer daño porque le hacía favores a ella en su motocicleta y “él (Fabricio) pensaba que yo tenía algo con Ariel y nunca fue así”.

“Recuerdo que una vez me arrastró en la calle y me rompió la ropa que andaba y otra vez me acorraló en un pasaje y me subió a su carro y me llevó para donde amigos, y adelante de ellos me arrastró y uno de ellos me salvó y llamó a una amiga que me fue a traer. Esa vez también me agarró del pelo y me dio contra unas verjas”, relató.

“La familia de Jared muchas veces me salvó de las golpizas que me daba. En una ocasión me estaba casi matando en el cuarto de él y una tía de él me salvó”, expresó la agraviada, quien dijo que dejó a Fabricio, pero este siempre la buscaba y la hostigaba.

Según Hazel, nunca denunció a su exnovio por miedo. Al referirse a la liberación de su exnovio manifestó que “estoy bien molesta porque cómo es posible que lo hayan dejado libre y yo estando en esta situación tan delicada, no estoy de acuerdo con eso”. “No pude ir a testificar porque estaba muy grave y yo pido que lo capturen”. Hazel Michel pide que le den protección policial porque teme que Fabricio Jared la vaya a matar.

El joven Ariel Alejandro Girón Rodríguez fue trasladado ayer vía aérea al Hospital Militar de Tegucigalpa donde se le practicarán las operaciones y tratamiento que necesita para recuperarse. Ariel Alejandro fue llevado al centro asistencial gracias a las gestiones de los medios de comunicación y al jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas, José Fortín, y doctores que contribuirán en su tratamiento.

“Me siento alegre y doy gracias a Dios porque me van a tratar y voy a poder ser una persona normal. Primero Dios todo vuelva a la normalidad y pido justicia”, dijo.