Ulúa saca de sus casas a más familias de los excampos de El Progreso

EL PROGRESO

Mientras el río Ulúa bajaba su caudal, María Juventina Hernández corría a sacar los últimos enseres de su hogar para refugiarse en el bordo frente a la colonia San Isidro, que ayer quedó inundada tras las lluvias de Sara.

“Anoche dormimos en la calle porque vimos que la colonia Duarte, que está más abajo, se estaba inundando y sabíamos que estábamos en peligro”, dijo Juventina, mientras limpiaba unos pescados rescatados de una pila de tilapias.

La familia de Juventina decidió no refugiarse en esta emergencia en un albergue, pues tienen que cuidar los cerdos, gallinas y algunas vacas. Ellos son parte de los 140,000 afectados por los aguaceros de Sara.

LA PRENSA Premium se trasladó hasta las zonas bajas de El Progreso, Yoro, para constatar los daños por las inundaciones, que se repiten de manera cíclica en este municipio.

“Yo tenía una laguna con tres mil peces, que esperaba criar para venderlos y subsistir, pero todos se perdieron”, expresó Alberto, hermano de Juventina.

La casa de los Hernández y las de sus vecinos en la colonia San Isidro se inundaron por el agua de un brazo del río Ulúa. La corriente entró por una abertura de al menos 200 metros cerca de los excampos de Amapa que no fue reparado.

El lugar donde se halla esta abertura se conoce como El Tamarindo. Por meses, los habitantes de la San Isidro imploraron por su reparación, pero nunca atendieron su necesidad, relataron a LA PRENSA Premium.

También afirmaron que a través de un bordo de los recién reparados en Amapa se filtró agua e inundó los sectores de Duarte, Las Cuchillas, Miraflores, Las Chumbas y una parte de Naranjos Chinos.

También están incomunicadas el excampo de Amapa, Monterrey El Paraíso y la aldea La 70, así como Campo Breck, donde el agua ha anegado las calles de acceso.

“Salimos con el agua al cuello, pues la zona donde vivimos es baja y no nos dio tiempo de sacar las cosas que teníamos de venta en la pulpería”, lamentó María Perdomo, quien con su esposo estaba a la orilla de la calle en la colonia Miraflores, otra de las zonas inundadas.

Junto con otros grupos de hombres, la pareja se quedó cerca de su morada para cuidar algunos enseres domésticos que subieron en mesas bajo la esperanza de que el agua no subiera más de nivel.

El anhelo inmediato de los pobladores es que el caudal del río Ulúa baje estos días, pero, a raíz de las aberturas en los bordos, será complejo que el río vuelva pronto a su nivel normal.

De las zonas bajas de El Progreso han sido evacuadas 1,098 personas, quienes fueron movilizadas a diez albergues ubicados en las escuelas de la ciudad y, al menos, tres en las zonas rurales de La Sarrosa, colonia Núñez y Brisas de la Libertad.

La Corporación Municipal de El Progreso decretó emergencia por 30 días para hacer uso de recursos y realizar gestiones de intervención y atender a los habitantes de los excampos bananeros, según el comunicado oficial.

En Yoro, donde las carreteras sufrieron daños y quedaron inhabilitadas, poco a poco ha iniciado la reparación de las vías por parte de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT), particularmente en la comunidad de Samar y Batán, en El Negrito. Igualmente, personal de la municipalidad y empresarios trabajan en la habilitación de algunos pasos destruidos.

La presidenta Xiomara Castro Sarmiento visitó ayer a un grupo de 80 personas albergadas en el instituto Monterrey, ubicado en la colonia Alemán de la capital.

La mandataria, al conocer las condiciones en que se encuentra el casi un centenar de capitalinos, manifestó: “Decirles a las personas que se encuentran aquí refugiadas que entiendo la incomodidad, entiendo la preocupación de dejar sus casas, de dejar sus bienes, pero para nosotros lo más importante es la vida de ustedes”.

“Lo importante es preservar la vida de ustedes, la de sus hijas, la de sus hijos y procuramos que tengan lo más necesario, lo más indispensable”, detalló en su mensaje Castro.

Por su parte, José Jorge Fortín, titular de la Secretaría de Gestión de Riesgos y Contingencias Nacionales (Copeco), detalló que la tormenta tropical Sara ya desapareció del territorio nacional, pero se están generando lluvias por los remanentes en la zona sur, “por lo que continuaremos apoyando a los damnificados”.

En su última actualización, Copeco informó que el número de afectados ya sobrepasada las 140,000 personas, mientras que las víctimas ascendían a tres (se sumó el caso de una persona de la tercera que murió por sumersión en Choluteca).