Lucha por plazas tiene cerradas 11 escuelas

Los estudiantes de estos centros educativos ya perdieron el 25% del año lectivo y del aprendizaje que deberían tener.

Solo en El Merendón hay tres escuelas cerradas.

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Cero día de clases

Mientras miles de maestros prácticamente vivían apostados en todas las direcciones departamentales de Educación del país para cuidar y pujar por sus plazas ganadas en el concurso, más de un centenar de niños (se estima que son más) sufrían su ausencia porque no han tenido ni un tan solo día de clases.

De acuerdo con un sondeo realizado por la oenegé Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) y a la comprobación realizada en campo por LA PRENSA Premium, en pleno mes de mayo, todavía hay niños sin empezar su año académico porque no tienen maestros.

El concurso para la asignación de plazas permanentes a los docentes ya cerró la segunda fase: la de las audiencias públicas, lo que indica que la última plaza que había, ya se entregó.

Dennis Cáceres, director de Educación de esta organización, lamentó que todo el trámite que permitirá a algunos docentes tener un puesto permanente de trabajo, y dejar el interinato o la temporalidad que tuvieron por años debido a concursos fallidos y que ya lleva varios meses, esté impactando en el desarrollo de las clases en los niveles de prebásica, básica, tercer ciclo y media.

En el sondeo realizado por ellos en cinco departamentos del país, detectaron que de 40 centros educativos visitados, el 20% tiene problemas de nombramientos de profesores.

Es decir, solo en ese conteo rápido, unos ocho centros educativos en Santa Bárbara, Francisco Morazán, El Paraíso, Valle y Choluteca todavía no han comenzado clases, o dicho de otra forma, las escuelas están completamente cerradas y no han abierto en todo el año.

Esa medición también identificó varias escuelas a las que les faltan maestros, lo que provoca que varios grados tampoco hayan comenzado clases.

Otros maestros han sido nombrados, pero no han llegado y en algunos lugares, los padres rechazan a los recién nombrados.

Con esta situación, los estudiantes de estos centros ya perdieron el 25% del año lectivo de clases, y el 25% del aprendizaje que ya deberían haber adquirido, condenó Cáceres.

Debido a que creen que el problema es mayor y se extiende por todo el país, el otro mes publicarán una investigación más completa con más centros cerrados.

LA PRENSA Premium constató que cuatro escuelas unidocentes de El Merendón también están cerradas, y en al menos una, los niños no han tenido ni un solo día de clases.

Pocas plazas

Para tener una idea de lo que pasa, para el caso en Cortés, en este departamento 4,390 aprobaron el concurso docente realizado en 2022, pero de todos ellos, no todos lograron plaza.

Los que no consiguieron, pudieron tramitar una licencia que los exonera de someterse en el próximo concurso y encabezar las listas de ese para nuevas plazas. Desbordado por la presión del magisterio, el ministro de Educación, Daniel Esponda, admitió hace dos semanas que para resolver la problemática de falta de docentes se requiere crear unas 6,000 nuevas estructuras presupuestarias para el otro año.

Añadió que “el país está obligado a crear nuevas plazas docentes, porque las que generamos este año ya las hemos agotado; el próximo año necesitamos al menos unas 6,000 plazas nuevas para poder resolver”.

En todo el país se ofertaron solo 14,000 plazas para 38,000 maestros que hicieron la evaluación, lo que dejó por fuera a miles que deben seguir trabajando en el interinato. En la actualidad, el sistema público tiene 55,000 docentes.

¿Y las escuelas cerradas?

Muchos docentes no están en los salones dando clases porque con el concurso, las estructuras presupuestarias prestadas con las que muchos trabajaban, se las dieron a los recién nombrados.

Esas estructuras no son otra cosa que el código único que se requiere para que el Gobierno les pague a los maestros y hay escuelas enteras que no tienen ni siquiera una. Uno de los sectores de San Pedro Sula que más problemas tiene por este caso es El Merendón.

Allí, la gran mayoría de escuelas no tiene estructuras presupuestarias, dijo Elder Iván Rivas, Director Distrital #20 de El Merendón.

“Tenemos cerradas tres escuelas que tienen en conjunto unos 150 alumnos. Cada una tiene matrículas entre 40 y 50 niños”, señaló el distrital.

“En administraciones anteriores, lo que ocurría es que el maestro se iba. Ponía un traslado y se llevaba la estructura, es decir el código para que los maestros reciban pago. Debido a eso, hay varias escuelas en El Merendón que no tienen ninguna estructura, y por lo tanto, no pueden tener un maestro porque no existe el código para pagarles”, expuso.

En El Merendón las escuelas cerradas son la José Trinidad Reyes de la aldea San Cristóbal; la Héctor Portillo Valle de Miramar; y la Alfonso Salvador Melgar de Guanales, que tiene un módulo en una comunidad, y otro en otra.

El concurso docente está en la recta final, sin embargo, muchos maestros están inconformes.

Los directores departamentales tienen la presión de entregar las plazas a los profesores, pero desde adentro, algunos maestros alzan sus voces inconformes porque varios que no lograron puntaje ni buena posición se quedaron con las mejores plazas, por padrinazgos políticos o porque las compraron.

En El Merendón tres escuelas están cerradas por falta de maestros, mientras miles de docentes aún no tienen una plaza.

José, una docente que pidió que la llamáramos así para no ser perjudicada en el concurso, contó a LA PRENSA Premium que aunque ella quedó en los primeros lugares del concurso por su nota, tenía la opción de elegir su plaza, sin embargo, no está en el sitio que ella eligió e incluso le imparte clase a dos grados, porque su lugar lo ocupó “un maestro” afín a las autoridades, y era optar a esa plaza o se quedaba sin nada.

“Hay mucha corrupción en el concurso, en la misma administración de los centros educativos. Ahorita hubo mucha política, muchos directores distritales, a puerta cerrada, mandaban a sus docentes amigos a buenos centros educativos -los céntricos y bonitos- o cercanos a sus domicilios. Hay directores que le quitan grado a un docente para que se dedique a hacerle trámites administrativos y otros docentes con dos grados y más de 50 niños”.

José añadió que el concurso empezó mal y cerró mal, ya que concursaron miles y las plazas eran pocas. “Eso ha propiciado que muchos quieran entrar a la fuerza o pagando hasta L180,000 por una plaza. Ahí, bajo bajo. Uno debe ceder por pura necesidad”.