Entre lechugas y rosas

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En agosto de 2015, el astronauta estadounidense KjellLindgren, su colega Scott Kelly y el japonés KimiyaYui, lavaron y rociaron un poco de vinagreta a las hojas de la primera lechuga romana cultivada en el espacio, antes de la primera degustación.

Aunque no es la primera vez que se cultiva fuera de la atmósfera terrestre, nunca el producto había sido consumido en órbita. Fue el astronauta KjellLindgren, quien por primera vez aplicó en órbita el sistema de crecimiento de plantas Veggie.

La técnica consiste en situar los cultivos sobre el agua que está enriquecida con nutrientes y minerales (hidroponía). En febrero de 2016, el astronauta Scott Kelly anunció que la primera flor (zinnia) había crecido en el espacio.

En 2019, brotaron las semillas de algodón llevadas al espacio por Chang’e-4, la misión china a la cara oculta de la Luna, según informó la Administración Nacional del Espacio de China (Anec), un acontecimiento histórico.

En diciembre de 2020, la astronauta de la Nasa Kate Rubins cosechó los primeros rábanos cultivados a bordo de la Estación Espacial Internacional (EEI). En la actualidad sabemos que no solo hay hortalizas y verduras, sino también rosas espaciales en la EEI.

Según declaró una investigadora de la Nasa, cultivar una planta floral es un reto mayor que cultivar una verdura como la lechuga, debido a las condiciones de iluminación y otros parámetros ambientales.

El proyecto de cultivar plantas en el espacio con el objetivo de facilitar la alimentación de las tripulaciones en futuras misiones de larga duración, no descarta que una misión tripulada a Marte se beneficie de los cultivos extraterrestres.

En una pequeña tierra llamada Honduras se vive entre sembrados de lechugas y rosas.

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