Masacre en cárcel: Guardias abrieron portón a “la Crazy y la Psico”, según testigos
Una sobreviviente identificó a “la Crazy y la Psico”, quienes entraron luego de que “las guardias abrieron los portones”.
Los testimonios de las mujeres que sobrevivieron a la masacre en la Penitenciaría Nacional Femenina de Adaptación Social (PNFAS) continúan saliendo a la luz y macabros detalles se han dado a conocer.
Ahora, gracias a los testimonios, se maneja que las víctimas fueron “seleccionadas” por las criminales que perpetraron la masacre.
Para ejecutar a las 46 mujeres, se utilizaron armas de grueso calibre, como fusiles AR-15.
También se revelaron qué era lo que las asesinas decían a las víctimas: “Se van a morir todas, perras”, gritaban, según una sobreviviente.
“Estaban grabando videos y riéndose”, relata, entre el miedo y el dolor, una de las privadas de libertad que estuvo dentro de la penitenciaria.
También identificó a dos asesinas como “la Crazy y la Psico”, quienes entraron disparando luego de que “las guardias abrieron los portones”.
Las asesinas, según testimonios, utilizaban chalecos antibalas y “llevaban picos, piochas, cuchillos, punzones” y hasta “le vi la Uzi a una en la mano”.
Otro aspecto que hasta hace unas horas se desconocía es que, antes de la masacre, las mujeres que fueron víctimas recibieron un mensaje escrito en una hoja de papel.
El mensaje fue puesto en el portón de ingreso. Ninguna de las mujeres le prestó atención, pues siempre pasan con amenazas.
El papel solo decía “dejen de estar pelando papa, pónganse chiva”.
Pero esta vez las pandilleras de la 18 cumplieron su amenaza y dejaron el trágico resultado de 46 mujeres asesinadas, 23 de ellas calcinadas y 23 a quienes les dispararon.
Pero la presunta complicidad de las guardias de seguridad no es algo que comparten todas las sobrevivientes.
“Al iniciar los disparos, las guardias penitenciarias abrieron los portones, el de nosotras es un modulo de máxima seguridad porque solo hay MS y lo abrieron”, opinó una.
“No le puedo decir que ellas tuvieron algo que ver porque no me consta”, dijo otra.
Mientras las mujeres contaban en pequeños espacios sus relatos, a la nueva zona en que las tienen llegó personal de asociaciones de Derechos Humanos.
También entraron funcionarios del Poder Judicial en busca de las privadas de libertad que por la condición de sus delitos pueden ser llevadas a San Pedro Sula.
2023/06/2210:56H. / Redación Web
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