Están metiendo tusi y éxtasis en “musicones” de San Pedro Sula

Fiestas de música electrónica, discotecas y otros centros nocturnos son los principales espacios para esta actividad. Estudiantes de Medicina e Ingeniería son quienes las más están consumiendo.

Foto: Exclusiva de LA PRENSA

Se obtuvo material de los detonantes efectos que provocó tras consumir popper en una estudiante de Enfermería de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras.

dom 14 de enero de 2024

20 min. de lectura

San Pedro Sula, Honduras.

En la historia de Honduras, tanto la cocaína como la marihuana han sido las sustancias ilegales predilectas tanto para jóvenes como para adultos, sin embargo, en los últimos años han surgido con fuerza en el mercado sampedrano otras drogas que se han convertido una peligrosa tendencia.

Una de ellas es MDMA, conocida en la calle como éxtasis. Esta droga induce euforia, energía, excitación e intensifica las experiencias. Comúnmente se consume en tabletas que contienen metanfetamina, el anestésico ketamina y cafeína.

La práctica común es ingerir dos tabletas, una al principio y otra cuando el efecto de la primera disminuye. También se le denomina “droga del amor” debido a su capacidad para facilitar empatía, sociabilidad, cercanía y contacto interpersonal.

$!La futura enfermera también trabaja en un call center y una de sus principales aficiones es el consumo de drogas.

Otra sustancia que ha ganado popularidad en aproximadamente los últimos ocho meses es tusi o cocaína rosada. Su composición provoca efectos alucinógenos y una sensación de euforia. Destaca por su potencial peligro debido a la adicción a generar, con efectos que perduran entre cuatro y ocho horas. A mediano plazo, su consumo puede desencadenar episodios de pánico, ataques de ansiedad, depresión, alteraciones emocionales y despersonalización.

Pagan por placer

Los años pasan, las generaciones evolucionan, el consumo se vuelve más fuerte, pero los precios de los alucinógenos casi no han cambiado mucho a pesar de todo. La Unidad de Investigación de LA PRENSA Premium llevó a cabo indagaciones entre vendedores, distribuidores y consumidores de drogas en la ciudad para determinar los precios promedio actuales en el mercado local.

$!Este material de fotografías no se comparte con el fin de promover las sustancias, pero deja en evidencia, que aunque provoca un placer momentáneo, a mediano y largo plazo impactará dañinamente en la salud del individuo.

Por ejemplo, un gramo de cocaína oscila entre 100 y 500 lempiras, y la presentación comúnmente vendida como gramo, en realidad contiene menos, complementándose con la llamada “punta”, que tiene un costo adicional de alrededor de 100 lempiras.

En el caso de marihuana, el precio varía según la calidad; es decir, una onza de marihuana tipo A cuesta unos 4,000 lempiras y quienes acceden frecuentemente son personas de clase social alta, mientras que una media onza tipo B oscila en 900 lempiras, con altas posibilidades para personas de estatus medio o bajo.

Específicamente la tusi cuesta 500 lempiras y si se quiere un gramo, como sucede en la mayoría de compras que se hacen, puede llegar a costar 1,500 lempiras. Esta droga, proveniente de Colombia y alterada con cocaína y fentanilo, atraviesa Centroamérica antes de llegar al mercado sampedrano.

$!LA PRENSA Premium accedió a contenido gráfico real de la droga tusi recién fabricada en un laboratorio sampedrano. Aquí se muestra también alguien sosteniendo pasaporte colombiano.

El consumo masivo de éxtasis y tusi se ha vuelto común en eventos de música electrónica nocturnos, conocidos como “musicones”, que se realizan habitualmente en salones de restaurantes y hoteles o casas privadas. En estos lugares, el consumo es notoriamente abierto y sin control, el uso de drogas no depende únicamente del consumidor, muchas veces no es algo planeado, se da espontáneamente y es por la facilidad de encontrarlas y comprarlas.

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El jefe de la Unidad Contra Estructuras Criminales de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) en San Pedro Sula, (pidió no se precisara su nombre), aseguró que “hemos hecho inspecciones y registros en bares, discotecas y en otros sitios hacen este tipo de eventos para hallar algún tipo de droga o pandilleros que participen, incluso hemos tenido infiltrados en el sector”.

El oficial pormenorizó que, aunque penetrar estos espacios privados resulta difícil por los niveles de control, “no es imposible, solo hay que buscar estrategias, y podemos decir que hoy por hoy tenemos gente vigilando adentro”.

Datos
  • > Un total de 11 drogas en promedio son las que se mueven en San Pedro Sula, de acuerdo con las indagaciones. Unas son más adictivas y mortales que otras
  • > Tegucigalpa es poco, es San Pedro Sula la ciudad que se alimenta de grandes cargas de marihuana y cocaína, que viene desde Colombia, México y Guatemala
  • > De toda la droga que entra a San Pedro Sula, más del 90% viene de Guatemala, según análisis
  • > Por su alto precio, “ricos” son los que acceder a marihuana VIP, y los “pobres” a la “tiburón”
  • > Toneladas de droga fueron decomisadas y destruidas una veintena de pistas de aterrizaje clandestinas hacia México y Estados Unidos durante el año 2022

En eventos sociales, los revendedores ofrecen cocaína y marihuana, mientras que en discotecas y bares proliferan marihuana y wax en plumas. El “pen” de wax (es hasta cinco veces más potente que la marihuana tradicional y sus efectos duran varias horas e incluso tornarse irreversibles) y el ácido LSD (altera la capacidad de juicio y el comportamiento) también han ganado popularidad entre los jóvenes; y se ha observado una tendencia hacia arriba del consumo de cocaína, marihuana y popper por parte de mujeres en centros nocturnos.

Contrario a eventos de música electrónica, en lugares cerrados como estos, el consumo se mantiene “prudente”, principalmente en baños, y las transacciones se llevan a cabo de manera discreta.

$!En redes sociales como Instagram y Twitter proliferan sitios locales dedicados a atraer a personas que buscan consumir diferentes sustancias, entre ellas popper.

Los grupos organizados Pandilla 18 y Mara Salvatrucha no solo venden drogas en centros nocturnos, sino también en colonias y barrios marginales.

La MS, en particular, está estrechamente vinculada al cultivo y venta de cocaína y marihuana cultivadas por ellos, especialmente una llamada “tiburón”, pero que se cree entre los vendedores es de mala calidad, mientras que la Pandilla 18 se concentra en metanfetamina (hace que la gente siga despierta y en continua actividad) y crack (derivado de cocaína y altamente adictivo) en forma de papa y con un precio de 100 lempiras.

En cuanto a otras drogas, el popper (conlleva a sensación de euforia, ligereza y aumento del deseo sexual, efectos que desaparecen a los pocos minutos para dar paso a un estado de agotamiento que lleva a repetir el consumo) se vende a un promedio de 700 lempiras, el ácido a 600 lempiras, la cápsula de MDMA o molly 500 lempiras cada uno dependiendo su calidad y cantidad, mientras que el wax vale entre 1,600 y 2,500 en uno o dos gramos.

También se menciona brevemente una droga llamada DMT (a dosis altas, la experiencia a menudo se caracteriza por una sensación de entrar en otro mundo o dimensión, aparentemente tan real como el presente), con un costo de 500 lempiras por dosis, y el gramo de cristal o metanfetamina, que se cotiza en 3,500 lempiras.

Prácticas mortales

Lenín Antonio Fú, jefe de la División de Tratamiento y Rehabilitación del Instituto Hondureño para la Prevención del Alcoholismo, Drogadicción y Farmacodependencia (Ihadfa), manifestó que en promedio, los hondureños están consumiendo hasta cuatro drogas, y en los últimos dos años han documentado 8,000 expedientes de pacientes que están recibiendo tratamiento.

“Las drogas no distinguen clase social o formación académica, y uno de los principales retos es el estigma. Tenemos casos de personas que viven con sus padres o son de familia acomodada, pero tienen patologías duales; es decir, son bipolares, depresivos, esquizofrénicos y se han enganchado a estas sustancias”, añadió el funcionario.

Investigaciones hechas por este medio indican que los estudiantes de Medicina son los que más consumen marihuana, cocaína y cristal en San Pedro Sula, seguidos por los estudiantes de Ingeniería y Derecho, quienes se ven sometidos a proyectos intensivos y largas horas de estudio y trabajo.

Se ha detectado una creciente venta y compra de marihuana en colegios públicos de áreas socio-económicas media y baja de la ciudad, abarcando desde Barandillas y Paz Barahona hasta Satélite y Rivera Hernández, por citar un ejemplo. Este intercambio ilícito es llevado a cabo por adolescentes vinculados a pandillas, quienes actúan como intermediarios para introducir el producto en entornos educativos, con complicidad de algunos adultos.

Uno de los casos más recientes es el del catedrático de un popular colegio de La Lima, Roger Geremías Girón, alias El Licenciado, arrestado con 15 libras de marihuana, y quien según la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol), se desempeñaba como vendedor independiente a gran escala en colonia Miguel Ángel Pavón de esta ciudad y en el colegio donde laboraba.

$!Como confites consumen drogas en exclusivas fiestas que realizan cada año en San Pedro Sula.

En universidades públicas y privadas, el consumo también es frecuente por la falta de protocolos de seguridad, especialmente en la educación superior privada por su alto poder adquisitivo.

Drogas como LSD y hongos (valen entre 300 a 500 lempiras) tienden a moverse mucho en épocas, y aunque el tráfico de drogas se mantiene durante todo el año, temporadas de Navidad y Año Nuevo presentan un aumento significativo en la demanda, dificultando su obtención si no se compra a tiempo. Fuera de San Pedro Sula, excepto en Tegucigalpa, es difícil encontrar estas drogas para su consumo, lo que motiva a consumidores ir a las principales ciudades y buscar contactos específicos.

En la actualidad, se estima que el grupo demográfico más propenso al consumo de drogas en San Pedro Sula abarca edades entre los 18 y 37 años. Principalmente, se observa entre adultos una inclinación hacia sustancias como cocaína, marihuana, tusi, ácido y otros. Por otro lado, entre los más adolescentes, hay una creciente preferencia por drogas como el wax.