Las luces, los metales y la intensidad del rojo son siempre sinónimo de una Navidad que busca la ilusión y la fantasía, sin embargo, este año la calidez de los adornos en tela añaden un plus de confort sobre la mesa y en el árbol.
El marrón vuelve, pero no de cualquier manera. Este otoño el tono que arrasa en salones de belleza y pasarelas se llama ‘mocha mousse’.