Padre de taxista asesinado: “La verdad no sé por qué mataron a mi hijo”
El taxista Tobi Josué Castillo quedó muerto dentro de su carro en el bulevar del norte.
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El taxista Tobi Josué Castillo Rodríguez (de 28 años) fue acribillado a balazos ayer por dos sicarios que se conducían en una motocicleta que lo atacaron en el transitado bulevar del norte.
El crimen de Castillo ocurrió a eso de la 1:30 pm frente a las instalaciones del Instituto Hondureño de Seguridad Social (IHSS).
Las averiguaciones de la Policía establecen que Castillo transitaba por la trocha del bulevar que conduce al centro de la ciudad en su taxi colectivo, con número de registro 4414, del punto de las colonias Las Vegas y Modelo.
Cuando el taxista se orilló cerca del puente peatonal y estacionó el carro en la parada de buses, supuestamente a bajar un pasajero, fue tiroteado por individuos que andaban en una motocicleta negra.
El crimen ocurrió a la vista de muchas personas que estaban en la zona. Se informó que los homicidas se pusieron a la par del taxi por el lado del conductor y acribillaron a Castillo.
Las indagaciones de la Policía establecen que los sicarios se dieron a la fuga por el bulevar rumbo al sur. Al lugar llegaron parientes de Castillo, entre ellos, su papá José Tobías Castillo, quien relató que su hijo en la mañana anduvo buscando un repuesto para otro taxi que él estaba reparando.
Castillo dijo que a eso de la 1:00 pm su hijo llegó a dejarle el repuesto a su casa en la colonia Honduras y le dijo que iba ir a trabajar a la ruta porque no había hecho dinero.
Media hora después le avisaron que habían ultimado a su hijo, y “la verdad no sé por qué mataron a mi hijo, porque nosotros somos gente trabajadora y no le debemos nada a nadie. Yo le he inculcado a mis hijos que andemos bien y que no andemos buscando problemas con nadie”.
“Me imagino que agarró una carrera en el camino y por eso se vino para este sector, ya que el corredor de nosotros no es este, sino que en las colonias Las Vegas, Ideal y Modelo”.
Castillo dijo que su hijo no había recibido ninguna amenaza y “por eso me extraña lo que ha pasado. Yo siempre he tenido taxis y he tenido mi par de carritos para que mis hijos trabajen y le lleven la comida a sus hijos”.