Madre de hermanos asesinados en Chamelecón: “Mis hijos eran muchachos estudiosos y trabajadores”

“Solo doy gracias a Dios por la fortaleza que me da y no puedo decir cómo pasó y por qué me mataron a mis hijos, que eran trabajadores, educados y no tenían problemas con nadie”.

Esas fueron las primeras expresiones de doña Rosa Martínez, quien en medio de su profundo dolor accedió a hablar con los periodistas de LA PRENSA en el cementerio que enterró ayer a sus hijos Jefferson Omar (de 20 años), Anthony Josué (de 18) y Jorge Emanuel Martínez Soleno (de 16), quienes el domingo fueron ultimados en el centro de Chamelecón junto con su amigo Roberto Escalón Isaula.

“Yo los eduqué. Mi hijo Jefferson era un mecánico automotriz y técnico en refrigeración, y Anthony Josué era un muchacho educado, apasionado por el fútbol, él amaba a su Olimpia, era apasionado por ese equipo. Le gustaba estudiar, su meta era graduarse de bachiller en Informática y estaba próximo a lograrlo, estaba con mucho entusiasmo y salió con alto índice académico”, manifestó doña Rosa, al tiempo que dirigía su mirada adonde le estaban echando las últimas paladas de tierra a las fosas de los tres jovencitos.

“Gracias a Dios, mis niños tenían principios morales y cristianos. Jorge Emanuel estaba sacando el segundo curso de ciclo común. Anthony y Jorge Emanuel estudiaban a distancia”.

La madre de los jóvenes dijo que no “tenemos enemigos y de mis hijos no hay comentarios negativos porque ellos eran unos muchachos de bien”.

Refirió que el trabajo de Jefferson era la mecánica automotriz y la refrigeración, y relató que el domingo se encontraba frente a la casa de Escalón reparándole un carro y lo lavó, “y cuando mis hijos salieron del colegio llegaron donde él a ayudarle para que se fueran juntos; pero lastimosamente no pasó así”.

“Me han quitado mi fuerza que he tenido para salir adelante, pero tengo el respaldo de Dios y Él no me va a desamparar porque yo voy a la iglesia, soy una sierva de Dios y mis hijos también estuvieron en su crecimiento bajo una obediencia en un programa de la iglesia Fuente de Amor. Sé que todo mundo los quería a ellos”, dijo mientras estaba rodeada de parientes y hermanos de iglesia dándole fortaleza en el cementerio.

Manifestó que ella es una madre soltera que con gran sacrificio crio a sus hijos y “la enseñanza que les pude dar a ellos es que aprendieran a trabajar para que en su futuro se defendieran”.

Indicó que ella tiene una pequeña granja de cerdos y sus hijos le ayudaban en la crianza de los mismos, y hace dos semanas estaban trabajando con un hermano de la iglesia sacando cerámica.

“No pido nada, solo le pido a Dios que en su tiempo Él va a hacer la justicia. Tenemos un Dios que todo lo puede y es el único que pelea por nosotros”, expresó doña Rosa Martínez.