Chamelecón: La guerra entre la MS-13 y la 18 por el control territorial

En el sector Chamelecón, en el sureste de San Pedro Sula, hay una violencia silenciosa: una lucha de poder entre la Pandilla 18 y la Mara Salvatrucha (MS-13), dos estructuras criminales que se disputan el poderío en el lugar.

En 2024, en las 20 colonias que conforman Chamelecón hubo una disminución de índices de criminalidad. La Policía asegura que solo se registraron dos muertes violentas.

La disputa de estas dos estructuras data de años. La MS-13 siempre ha tenido el control de la mayor parte de las colonias de Chamelecón; sin embargo, en los últimos años, la Salvatrucha, debido a su organización, se está apoderando de zonas dominadas por la Pandilla 18. Eso a pesar de la lucha de las fuerzas de inteligencia de Honduras que combaten las maras y pandillas.

Desde 2015, la MS-13 dejó de cobrar extorsión y desde entonces se ha centrado en el narcotráfico, actividad que le ha permitido mejores ingresos y por ende mejor adquisición de logística y captación de recurso humano. LA PRENSA publicó en exclusiva cómo la mara es el principal socio del cártel mexicano Jalisco Nueva Generación.

Es de esta forma que su avanzada por el control en Chamelecón es cada vez más fuerte, debilitando de su poder a sus contrarios.

En cuanto a la Pandilla 18, sus actividades se basan en el sicariato, la extorsión y la venta de drogas. Esta última actividad es la principal causa de su enemistad con la mara y de su lucha por el poder.

LA PRENSA revela en este reportaje cómo están delimitadas las 20 colonias de Chamelecón según el poder que ejercen las estructuras criminales, a pesar de las operaciones constantes que ejecutan para parar a las maras en esa zona.

El mapa detalla que actualmente la Mara Salvatrucha tiene sus operaciones en 13 de las 20 colonias, lo que representa el 65%. Estas son la colonia Providencia Uno y Dos, La Panting, residencial Monte Bello, San Antonio, Losusa, Los Zorzales, San Jorge, Ángel Fajardo, Morales, Sabillón Cruz, Fe y Esperanza y Palmira.

Las otras siete: colonias Suyapa, San Isidro, Ebenezer, 15 de Septiembre, Santa Ana, La Lempira y Los Ángeles, son territorio de la Pandilla 18.

Desde noviembre de 2024 a la fecha, la Mara Salvatrucha ha desterrado a los pandilleros de la 18 de 40 cuadras de sus diferentes zonas de control. Además de haberse apoderado de unas 24 casas.

Los agentes revelaron que la MS quiere acaparar puntos estratégicos de sus adversarios en Chamelecón. Quieren dominar en la colonia 15 de Septiembre, que es de la Pandilla 18, porque es una zona con desarrollo económico y hay mayores posibilidades de acaparar el mercado consumidor de drogas.

Los miembros de la MS llegan a una casa ubicada en un punto estratégico, intimidan a los dueños y luego hacen que se vayan para posteriormente adueñarse de esa vivienda y ocuparlas como refugio para sus acciones delictivas.

Más de 100 viviendas están desocupadas en todo Chamelecón, muchas de ellas conforman cuadras completas.

El agente explicó a LA PRENSA que los pandilleros les dan un plazo a los dueños y les advierten que si hablan, los matan. Desde noviembre del año pasado hasta la fecha, han desalojado 24 casas, además de solares baldíos y algunas estructuras deterioradas que fueron abandonadas hace muchos años tras el desalojo de sus dueños.

Agregó que “esta es una pelea constante y la idea es estarse moviendo para no darle tregua a la otra estructura”.

LA PRENSA recorrió varias calles a las que las autoridades llaman “líneas de fuego”, dividen cada zona de control de las dos estructuras criminales que por años han dejado muerte en Honduras.

Son cuatro fronteras: la primera divide la colonia San Jorge (territorio MS), con la colonia Santa Ana (territorio 18); queda por el campo de fútbol de Santa Ana

La segunda delimitación es la carretera de Chotepe, entre la colonia Héctor Sabillón Cruz (MS), con la colonia 15 de Septiembre (Pandilla 18). Otra de las fronteras está en la colonia Ebenezer, dominada por la 18, y en donde hay una disputa de poder entre ambas organizaciones, al igual que en la colonia 15 de Septiembre.

Y la cuarta frontera es la carretera principal, donde está el campo de futbol de la colonia San Antonio (MS), que colinda con la colonia Suyapa (18).

“El conflicto es en abarcar mayor territorio para poder expandir su producto, en este caso estupefaciente. Ahora, la línea de fuego se encuentra en la colonia Ebenezer y la 15 de Septiembre, dos territorios que son operados por los pandilleros, pero en los que la MS se quiere apoderar”, revelaron las fuerzas de seguridad.

Funcionarios del orden aseguran que el poderío de la MS se debe a que han evolucionado en cuanto a su funcionalidad.

“Tienen una misma jerarquía militar, es decir, tienen un encargado de recursos humanos, tienen una persona de inteligencia, un encargado de operaciones, uno de logística, tienen un pagador y así sucesivamente. Esto les permite estar bien organizados y por eso se han posicionado como una estructura del crimen organizado fuerte”, explicaron.

Además, mencionan que ahora la mara ha dispuesto que sus miembros se mantengan en el anonimato, lo que ha reducido las capturas durante las operaciones realizadas por la Policía, la Policía Militar o la Dirección Anti Maras y Pandillas.

Registros oficiales indican que, en lo que va del año, se han capturado siete miembros de la pandilla 18 en diversas operaciones en Chamelecón. Además, en San Pedro Sula, Choloma y La Lima, se ha aprehendido a 28 pandilleros y nueve mareros.

Una persona que vivió por mucho tiempo en una de las colonias de ese sector, dijo a LA PRENSA que si bien es cierto, ambas estructuras son peligrosas, la Mara Salvatrucha es menos violenta.

Todo lo contrario a la Pandilla 18, que es conocida por ser violenta y ejerce extorsión a todo tipo de comerciante. “Uno le tiene más miedo a los pandilleros porque no perdonan nada y hasta al vendedor de latas le cobran extorsión”, dijo.

Autoridades policiales que resguardan el sector ejecutan acciones constantes para mantener el orden.

Entre estas se encuentran los patrullajes permanentes y el trabajo de inteligencia en conjunto con otras entidades de seguridad para tener una mayor cobertura.

También hay alianzas con entidades internaciones, iglesias y oenegés que desarrollan programas sociales preventivos orientados a educar a los niños y jóvenes sobre la importancia de llevar una vida alejada de la violencia, las drogas y el alcohol.

“Estos programas han servido mucho para los jóvenes y han sido bien recibidos por la población. Estamos seguros, han sido promotores para mantener a los jovencitos alejados de las maras y pandillas. Lastimosamente, siempre hay uno que otro que siempre opta por involucrarse con estas estructuras, pero recalcamos que nadie los obliga”, indicaron agentes de seguridad.