Más de 3,000 adolescentes dieron a luz en 2024 en hospitales de SPS

Pese a que los embarazos adolescentes han tenido un leve descenso a nivel nacional, estos siguen al alza en la zona norte, con preocupación por las niñas de 10 a 14 años

Una joven embarazada en una sala de espera hospitalaria en San Pedro Sula.

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San Pedro Sula.

Más de 3,000 niñas y adolescentes, de entre 10 y 19 años, dieron a luz en los dos principales hospitales públicos de la zona norte durante 2024, informaron fuentes oficiales.

Esta realidad, que en la mayoría de los casos limita los proyectos de vida de las niñas y adolescentes, perpetrando el círculo de la pobreza, preocupa cada vez más a médicos, autoridades y organismos internacionales.

En el hospital Mario Rivas, el año pasado se registraron 1,237 embarazos en adolescentes, unos 13 más que en 2023.

Mientras que en enero 2025 ya sumaban 85 embarazos adolescentes. La situación se vuelve más alarmante al encontrar que los partos en niñas de 10 a 14 años muestran una tendencia al alza.

Expertos señalan a la educación como la principal herramienta para prevenir embarazos.

Para el caso, en 2023, este centro hospitalario atendió 85 partos de niñas en este rango de edad, mientras que en 2024 la cifra ascendió a 103, y en 2025 ya se registran cinco más.

Al respecto, el doctor Liberato Madrid, ginecólogo del Mario Rivas, comenta que, aunque la mayoría son adolescentes de entre 15 y 19 años, cada mes suelen encontrar a menores de 14 años.

Madrid explicó que en estos casos el personal sigue un protocolo e informa al Ministerio Público para que investigue si fue producto de incesto o violación.

No obstante, señaló que la mayoría de estos casos no proceden, ya que, aunque el hospital hace la notificación, los familiares no interponen denuncia.

En cuanto a los riesgos para la salud, el experto indicó que el cuerpo de las niñas y adolescentes muchas veces no se ha terminado de desarrollar ni está listo para enfrentar una situación estresante como un embarazo.

De San Pedro Sula, Choloma, Villanueva y El Progreso procede la mayoría de embarazos adolescentes que llegan al hospital Leonardo Martínez.

Por esta razón son más propensas a desarrollar enfermedades como anemia, preeclampsia, partos pretérmino o hemorragias posparto. “Aunque no pesen tanto, los bebés son muy grandes para ellas, ya que su útero aún es pequeño, lo que aumenta la posibilidad de requerir una cesárea o sufrir hemorragias, aumentando el riesgo de muerte”, explicó Madrid.

El panorama es similar en el hospital Leonardo Martínez Valenzuela, que ha tenido un aumento del 19% en los embarazos adolescentes en el último año.

La doctora Adrys Caballero, jefa de Urgencias Obstétricas, informó que unas 1,824 adolescentes dieron a luz en este centro asistencial en 2024, 1,582 mediante partos vaginales y 242 requirieron cesáreas. Caballero apuntó que en los últimos años ha habido un descenso en los nacimientos atendidos en el hospital, pero los partos en adolescentes son cada vez más frecuentes.

“Históricamente hemos tenido un descenso en las atenciones. Pasamos de atender 15,526 partos en 2019 a 9,598 en 2024; no obstante, nos llama la atención que los partos en adolescentes subieron 19% el año pasado”, dijo.

La ginecóloga subrayó que esto pone a las niñas en una situación de vulnerabilidad, limitando sus posibilidades y condenándolas a la pobreza.

También coincide en que un embarazo a esa edad representa un riesgo para su salud, ya que son más propensas a sufrir desproporción cefalopélvica, contraer enfermedades como el virus del papiloma humano o desarrollar cáncer de cérvix a edad temprana.

Los embarazos adolescentes no solo representan un riesgo para la salud de la madre, sino también para los bebés.

Sobre este tema, el doctor Gamaliel Ferrufino, neonatólogo del hospital Mario Rivas, explicó que muchas veces las adolescentes se enteran que están embarazadas tardíamente o no se realizan controles prenatales, desconociendo las infecciones que puedan tener y provocando que se adelante el trabajo de parto.

Detalló que todo esto también predispone a que el bebé tenga algún defecto congénito, sobre todo del sistema nervioso central o cardiopatías.

A su vez, dio a conocer que en la sala de neonatos B, con capacidad para 32 pacientes, atienden de cuatro a diez bebés mensuales con defectos del sistema nervioso central.

“En embarazos adolescentes se corren más riesgos de que el bebé tenga enfermedades congénitas. El hecho de que el bebé nazca antes de tiempo aumenta el riesgo de infecciones o cardiopatías, son defectos asociados a un embarazo no controlado, que se pudieron detectar con ultrasonido prenatal”, expresó.

En cuanto a los factores que inciden en el embarazo adolescente, la doctora Adrys Caballero señaló que uno de los grandes problemas es la falta de educación sexual y que la anticoncepción se sigue viendo como un tabú en Honduras. Lo mismo opina Claudia Avilés, psicóloga y especialista en sexología, quien agrega a la pobreza la desintegración familiar, la inteligencia emocional y la hipersexualización a estos factores.

Avilés apuntó que muchas niñas vienen de hogares desintegrados, conflictivos o en situación de pobreza y piensan que quedando embarazadas tendrán el respaldo de sus parejas o son manipuladas por estos para que les entreguen su sexualidad.

Subrayó que la hipersexualización en las redes sociales, la música, la televisión y que ahora se vista a los niños como adultos también ha influido negativamente. Agregó que los embarazos son una noticia fuerte para las niñas y adolescentes, que muchas veces no son conscientes de lo que les está pasado, por lo que pueden desarrollar trastornos alimenticios, ansiedad y depresión.

Los expertos coinciden en que se requiere de un trabajo integral para hacerle frente a esta problemática social, partiendo de la educación sexual en las familias y centros educativos.

Acerca de este punto, Rosa Marlen Flores, jefa de Atención Integral a las Familias de la Secretaría de Salud, expresó que uno de los retos que se han propuesto este año es bajar los índices de embarazo adolescente.

Flores indicó que en los últimos años ha habido un leve descenso en embarazos adolescentes a nivel nacional, pero aun así Honduras sigue siendo el segundo país con la tasa más alta de natalidad adolescente en Latinoamérica.

Detalló que en 2022, el país registró 23,843 partos adolescentes, mientras que en 2023 la cifra se redujo a 21,527 y en marzo de 2024 sumaban 4,294, con una proyección de cierre de 18,684.

En cuanto a las medidas que han adoptado, Flores dijo que el año pasado se actualizó el protocolo de acceso a planificación para que las adolescentes puedan acceder a ella desde los 16 años.

También manifestó que los centros asistenciales están recomendando métodos de larga duración, como los dispositivos intrauterinos, y este año iniciarán una campaña fuerte de concienciación, aunque el objetivo principal será prevenir el segundo embarazo.

Honduras
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