Los Metates guarda evidencia de los primeros pobladores del valle de Sula

El sitio arqueológico Los Metates es uno de los 11 que tiene el municipio de Quimistán, Santa Bárbara, y por su tamaño es el más grande e imponente, sin embargo, la represa El Tablón-Los Limones lo puede condenar a desaparecer. ¿Sabes quiénes habitaron el valle de Sula muchísimo antes de la llegada los españoles?

Aunque sus ruinas están cubiertas de maíz y frijoles, su historia es la clave para conocer más sobre los primeros pobladores del valle de Sula. Este sitio está en grave amenaza de desaparecer a causa de la represa El Tablón y se localiza en la ciudad de Quimistán, Santa Bárbara.

Jessica Figueroa

El profesor y escritor Adalid Martínez Perdomo ha documentado la historia del sitio arqueológico Los Metates, así como la del resto de sitios que se localizan en varios municipios cercanos al río Chamelecón y varios de sus afluentes. Específicamente en Los Metates han hallado pequeñas piezas talladas en piedra.

Moisés Valenzuela

Esas pequeñas piezas se llaman: Pitos y ocarinas (pitos tienen un agujero y ocarinas dos o más agujeros) encontrados en el sitio los metates por trabajadores agrícolas y resguardados por personas “Guarda recursos culturales” de la ciudad de Quimistán. La colección es extraordinaria.

Hasta ahora se han identificado en Los Metates 42 montículos, tres plazas y también se ha identificado un barrio residencial con un mercado en el centro. Justo en esa zona de mercado es donde se encontraron muchísimas piedras de moler o metates, que es la palabra antigua.

Los Metates es el sitio más grande de los ubicados en Quimistán y está muy cerca de las riberas del río Chamelecón y donde se juntan el río Cañas con el río Chamelecón. Como varios pueblos de esa época, se asentaban cerca de los ríos para tener el agua siempre disponible.

De acuerdo al profesor Martínez, han llegado a la conclusión que los primeros pobladores de Naco y de Quimistán, y de Los Metates fueron pueblos lencas, que posteriormente establecieron nexos con los pueblos mayas, a tal grado que se estableció un taller maya para trabajar tanto rocas como cerámicas en Quimistán.

Se ha encontrado en Quimistán mucha cerámica asociada a los pueblos lencas. Justamente por el tipo de esmalte, por los colores, por los patrones de pintura que pertenecen al polícromo del Ulúa, se deduce que es el pueblo lenca el que lo trabajó.

Hay mucha evidencia que todos estos pueblos, incluyendo Copán, originariamente fueron habitados por pueblos lencas. Y que posteriormente ya fueron habitados por pueblos mayas, que se superpusieron a los a los lencas ya establecidos. Sitio de Los Metates que sería cubierto por el embalse de El Tablón.

Esta es la pieza insigne hallada en Los Metates. Se cree que es una estatuilla de origen Tolteca que pudo haber sido elaborada entre el 500 y 600 años después de Cristo. Es decir, que a la llegada de los conquistadores españoles, esta pieza ya tenía alrededor de mil años de haber sido elaborada en Quimistán, asegura el profesor Martínez y autoridades municipales que documentan la historia del sitio.

Brent Metz, un antropólogo norteamericano, ha dicho que los mayas llegaron para subyugar, para avasallar a los lencas, y los lencas tuvieron que escapar a las montañas donde les era más fácil sobrevivir. También han sostenido este mismo criterio George Hassman, y también el antropólogo y arqueólogo Maca, que ha documentado también la existencia de pueblos premayas, que son los lencas establecidos en la región.

En el valle de Sula se han encontrado más de 400 sitios arqueológicos, y la mayoría están en propiedades privadas. Currusté en San Pedro Sula, el sitio arqueológico Cerro Palenque, ubicado en la aldea Santiago, en Pimienta en donde se han sido identificado 575 estructuras así como el parque Los Naranjos son de los más conocidos. La gran mayoría no han sido explorados, pero sí documentados y registrados.

Pocos se atreverían a creer que en la Capital Industrial de Honduras, en medio de lo que ahora es una importante zona residencial que aloja tres de las torres más altas de la urbe donde otras dos están en construcción, haya un sitio arqueológico más antiguo que casi todo lo que hoy está en pie en esta ciudad.

El sitio cercano a la zona de más crecimiento de la ciudad, data del Periodo Clásico Tardío y consta de tres montículos de piedra que son celosamente resguardados por el movimiento cristiano Camino en Rancho El Coco, y que pasan desapercibidos ante los ojos de todo el mundo, ya que la misma naturaleza se encargó de preservarlos y esconderlos.

Este lugar data del Periodo Clásico Tardío y consta de tres montículos de piedra que son celosamente resguardados por el movimiento cristiano Camino en Rancho El Coco, y que pasan desapercibidos ante los ojos de todo el mundo, ya que la misma naturaleza se encargó de preservarlos y esconderlos.

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