Así es la vida de Juana, la mamá yoreña de trillizos, gemelas y otras seis bendiciones más

A Juana Francisca Mencía, originaria de Yoro, Honduras, la bendición de tener hijos le llegó por partida múltiple. Hace 20 días trajo al mundo a trillizos, dos niñas y un varón, pero ya tenía ocho. Dice que los pequeños son su regalo del Día de Las Madres.

Aunque reconoce que criar a 11 niños no es tarea fácil, ella cree que son una bendición enviada por Dios. Asegura que aunque lloró cuando supo que venían tres niños más, jamás renegó de ellos, ya que confía que logrará sacarlos adelante.

Melvin Cubas

Juana posó para el lente de LA PRENSA junto a sus niñas Karla y Karina, las gemelas; Nataly Jazmín y Ana Nayeli y sus pequeños trillizos: María Esther Luis Aarón y Martha Esther. Ella tiene 39 años y es de Yoro.

Los trillizos de Juana Francisca nacieron el 22 de abril en el hospital Mario Catarino Rivas. Ella fue trasladada de emergencia desde el hospital Manuel de Jesús Subirana de la cabecera de Yoro ya que presentaba un cuadro de preeclampsia y había comenzado a dilatar para dar a luz.

Aunque esta madre yoreña tiene 11 hijos, los cuatro mayores ya no están con ella. A su cargo están las gemelas, las dos niñas que les siguen y los trillizos recién nacidos. De los otro cuatro, Óscar David, el mayor de 22 años, emigró de forma ilegal para poder ayudar con la crianza de sus hermanos.

La segunda hija de Juana es Fernanda Abigaíl de 18 años. Ya tiene una niña a la que llamó Juana Abigaíl y que pasa la mayor parte del tiempo al cuidado de su abuela. La joven está embarazada de su segundo hijo, pero le ayuda con los mandados a su mamá.

Debido a que está aún convaleciente por el parto, a Juana le ayuda en los quehaceres su hermana Ramona quien pasa en el apartamento junto a su niña Angie Jackeline, y la pequeña Juanita, nieta de bendecida mamá. Por eso, en la casa conviven seis niñas en edades de dos a nueve años más los trillizos.

A la madre de nueve recientemente le regalaron una cama tamaño king para que pudiera estar cómoda con sus niños. Antes de que nacieran apenas tenía un par de colchonetas en las que dormía con las cuatro niñas. Para ella fue incómodo el embarazo por el peso de los bebés y los malestares.

Juana apenas tiene lo básico para vivir. La ropa de todas las niñas la guarda en sacos que cubre con sábanas. Tampoco tiene enseres básicos como refrigeradora o una cocina equipada. Ella ha sido una mujer esforzada que vive del día a día y que ha trabajado lavando ajeno o vendiendo tortillas para alimentar a sus niñas.

Aunque llama por sus nombres a los trillizos, nadie le dijo que los podía haber registrado en el hospital donde nacieron. Los pequeños gozan de buena salud y antes de darlos de altas los sometieron a varios exámenes, incluido un ecocardiograma al varón, para descartar cualquier anomalía. No estuvieron en incubadora.

Las enfermeras Therlyng Berenice Medina y Mirty Palacios Peña se han convertido en los ángeles guardianes de Juana y sus siete pequeños hijos. Ellas han gestionado ayudas económicas, materiales y hasta la ayudaron a trasladarse a vivir a un apartamento con más comodidades y seguridad.

Juana está consiente que debe trabajar duro por sus siete niños pequeños que aún debe criar. Ella va a continuar vendiendo tortillas cuando se recupere. Anhela tener un negocio en casa para poder estar al tanto de los pequeños. También apeló al poder de las autoridades municipales o nacionales para que le ayuden con un solar y una casita para no tener que pagar renta.

Juana afirmó que en el Mario Rivas la operaron para ya no tener más hijos. A ella no le ha ido nada bien con los hombres, por lo que ha decidido dedicarse por completo a la crianza de sus niñas y trillizos, ya que sabe que dejar entrar a alguien más a su hogar, podría significar un riesgo para sus menores hijos.

Las enfermeras que han ayudado a Juana desde que la atendieron en la sala de Atención a la Mujer durante el control prenatal le están ayudando a ahorrar el dinero de las ayudas económicas que le han brindado corazones solidarios. Entre las tres llevan un control estricto, porque no ha faltado quien ya se ha querido aprovechar del noble corazón de Juana.

Si usted quiere contactar a Juana o a las enfermeras que le están prestando su ayuda incondicional y desinteresada puede comunicarse directamente con ellas a los siguientes números: 9848-7696; al 3147-0685 o al 9829-0112. Ella urge de leche NAN de tapa dorada para los pequeños y víveres no perecederos para las niñas grandes, ya que de momento no puede trabajar.

Los niños necesitarán de revisiones periódicas con el pediatra y por ser tres, muchos pañales desechables y artículos para su higiene personal. Si usted tiene noble corazón y quiere apoyar a Juana sin juzgarla, ella estará feliz de recibir su colaboración mientras recobra fuerzas para volver a trabajar.

Exclusivo para Suscriptores

¿Ya tiene su suscripción? Únase a nuestra comunidad de lectores.

Suscríbase

Gracias por informarse con
La Prensa

Alcanzó su límite de artículos

Suscríbase y acceda a artículos, boletines, eventos y muchos más beneficios, sin límite.

Suscríbase

Gracias por informarse con
La Prensa

Artículo exclusivo bajo registro

Inicie sesión o regístrese para acceder al mejor contenido periodístico.

Iniciar Sesión

Gracias por informarse con
La Prensa

FOTOGALERÍA
Yoro
Nacimientos
Día de la Madre en Honduras
Yoro, Yoro