De la guerra fría a los desastres naturales: la presencia de las tropas de EEUU en Honduras
Décadas de cooperación militar, ayuda humanitaria y debates sobre soberanía en Honduras se plantea entre las autoridades y sectores del país.
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Comayagua, Honduras
La Fuerza de Tarea Conjunta-Bravo (FTC-Bravo) es una unidad militar estadounidense establecida en 1983 en la Base Aérea Soto Cano, ubicada en Palmerola, Comayagua, Honduras. Desde su creación, ha desempeñado un papel crucial en operaciones humanitarias, de asistencia en desastres y en la lucha contra el narcotráfico en la región centroamericana.
El 1 de enero de 2025, la presidenta de Honduras, Xiomara Castro, anunció en cadena nacional que reconsideraría la presencia de la base militar estadounidense en Palmerola si la administración del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, procede con deportaciones masivas de hondureños. Castro enfatizó que, ante políticas inamistosas, Honduras evaluaría su relación bilateral y la utilidad de mantener dicha base en su territorio.
Esta declaración ha generado diversas reacciones. Analistas locales la califican como “delicada, equivocada e ideológica”, sugiriendo que podría deteriorar las relaciones entre ambos países. Por su parte, el exmandatario Manuel Zelaya respaldó la postura de Castro, afirmando que Honduras tiene una excelente relación con Estados Unidos en defensa y seguridad, y que es necesario dialogar para evitar su deterioro.
La FTC-Bravo ha sido fundamental en la cooperación militar entre Honduras y Estados Unidos, facilitando operaciones conjuntas y brindando asistencia en situaciones de emergencia. La posible reconsideración de su presencia en Palmerola podría tener implicaciones significativas en la dinámica de seguridad y cooperación regional.
Dicho lo anterior, la Fuerza de Tarea Conjunta-Bravo ha jugado un papel esencial en la colaboración entre Honduras y Estados Unidos desde su establecimiento en 1983.