¿Por qué estafan fácilmente a los hondureños?
Cientos de hondureños son estafados todos los días por empresas o personas que prometen alta rentabilidad en cualquier tipo de activos (incluidos los digitales) o inversiones informales no reguladas.
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Miles de hondureños caen todos los días en fraudes financieros organizados por individuos que ofrecen mayores tasas de interés a cambio de trasladar su dinero a supuestos esquemas de inversión que en realidad resultan ser estafas.
Todos los días, estafadores nacionales e internacionales, tanto en el plano real como virtual, encuentran hondureños fácilmente de envolver con promesas fantasiosas para despojarlos de manera inmediata o a largo plazo de los recursos económicos que han logrado acumular por trabajo, herencia, negocios o prestaciones laborales.
Los estafadores detectan como presas fáciles a los hondureños que buscan, en primera instancia, mayor rendimiento por el dinero, pero sobre todo, los que muestran ambición y deseo de riqueza, escasa o nula información o educación financiera, susceptibilidad a las nuevas influencias o modas que les imponen por medio de redes sociales o canales de mensajería, como WhatsApp y Telegram.
En Honduras, la falta de diversidad en opciones de inversión hace que muchas personas busquen alternativas fuera del sistema financiero regulado. Esto facilita el trabajo de los estafadores, quienes ofrecen oportunidades atractivas pero fraudulentas a aquellos que ambicionan mayores rendimientos que los ofrecidos por bancos, cooperativas y financieras tradicionales.
Noel Vargas, consultor en finanzas y especialista en auditorías financieras, explica que “el negocio del dinero (préstamos no bancarios o inversiones no bancarias) surge cuando hay recesión económica y esto es un comportamiento natural de las personas, pero no de las empresas”.
Plantea que los a esquemas de inversiones prometedoras “han encontrado un mercado sin conocimiento que tiene efectivo e invierte y las condiciones las ponen ellos y el que invirtió lo sabe”. Advierte que “si el Gobierno pone freno a eso, colapsaría una parte de la economía informal. Es como si el Gobierno intentara controlar los precios de las pulperías”.
“Ahora, si las personas no tuvieran necesidad de dinero, es decir, si sus ingresos fueran suficientes para mantenerse y aún les sobrara cada mes, su comportamiento no sería invertir. Y para alguien recibir un rendimiento rápido es tentación, pero el riesgo es alto”, dice. Es del criterio que por ahora no es posible contrarrestar esos esquemas, pues “eso es como que quieran controlar las loterías clandestinas, una guerra de nunca acabar”.
Efectivamente, en los últimos tres años, el Banco Central de Honduras (BCH) y la Comisión Nacional de Banca y Seguros (CNBS), autoridad que supervisa y regula el mercado financiero, ha advertido de los riesgos que asumen las personas por hacer inversiones en esquemas no autorizados (incluidos los activos digitales), no obstante, miles de hondureños no escuchan las alarmas de las autoridades y arriesgan todo su capital.
Los expertos en finanzas creen que si existiera un mercado de valores desarrollado, el cual permite el flujo de fondos de las unidades de superávit (inversionistas) a las de déficit (como empresas que necesitan capital para iniciar nuevos proyectos), mermaría las probabilidades de estafas, pero, por ahora, es imposible.
Según Vargas, economías en desarrollo, como la de Honduras, enfrentan dificultades para establecer un mercado de valores robusto como el de Estados Unidos.
Explica que, mientras la educación financiera no mejore, será difícil instaurar un sistema sólido que proteja a los inversionistas y fomente un crecimiento sostenible.
Desde 1993, opera la Bolsa Centroamericana de Valores (BCV), con sede en Tegucigalpa, la cual negocia pagarés, bonos, certificados, reportos y otros títulos valores. Esta instiución, por medio de talleres, cursos, seminarios, procura extender la educación y cultura bursátil en las universidades y otras instituciones. También utiliza las redes sociales para ese fin, sin embargo, no capta masivamente la atención de los hondureños.
En una cuenta institucional de sólo 25 seguidores en la red social X, Edgar Gutiérrez, gerente general de la BCV, explica “¿qué es una bolsa de valores?. En el caso de Honduras, es la bolsa que brinda la plataforma de negociación para que se pueda canalizar el ahorro hacia la inversión productiva, mediante la colocación de instrumentos de inversión, finalmente lo que se colocan son bonos en el mercado, a diferencia de un mercado más desarrollado, como puede ser la bolsa americana, que tenemos un mercado de capitales, ahí se transan acciones a diferencia de nuestros mercados que generalmente son instrumentos de renta fija”.
En países desarrollados, dentro del mercado de valores está el mercado de dinero, donde negocian instrumentos financieros con vencimiento a un año o menos, como letras del tesoro, certificados de depósito, pagarés corporativos, acuerdos de recompra y otros, a los cuales pueden acceder los inversionistas a través de bancos, brokers o plataformas de inversión.
Igualmente, dentro del mercado de valores, está el mercado de bonos, valores a largo plazo emitidos por organismos gubernamentales o corporaciones que están obligadas a pagar intereses (o cupones) de forma periódica (anual o semestral) y el valor nominal (principal) al vencimiento.
En este segmento, transan bonos municipales, corporativos, gubernamentales en el mercado primario (donde los inversionistas los compran directamente al emisor) y en el mercado secundario (los bonos emitidos son negociados entre inversionistas con precios fluctuantes, según oferta y demanda). Estos son negociados de manera institucional, pero una persona común y corriente accede por medio de bancos, casas de bolsas y otras entidades autorizadas.
En Honduras tampoco existe mercado de capital accionario que facilitan el flujo de fondos de los inversionistas individuales o institucionales a las corporaciones para que desarrollen nuevos proyectos o expandir operaciones, como lo hacen Meta, Tesla, Amazon, Apple y Microsof que cotizan en el Nasdaq en Estados Unidos, donde puede invertir cualquier persona, desde alguien que trabaja en la construcción hasta un personaje famoso.
Erick Andrade, un hondureño que invierte en activos digitales, como bitcóin, e instrumentos financieros en la bolsa de Estados Unidos, dice que “las estafas se dan en todos los países, tanto en los desarrollados como subdesarrollados, porque los estafadores tienen la habilidad de manipular la información y alterar la realidad con esos réditos exagerados y facilidades que prometen engañan a la gente”.
Andrade cita como ejemplo la estafa mundial ejecutada por FTX, plataforma fundada por Sam Bankman-Fried, la cual permitía comprar y vender criptomonedas. “El CEO salió en la portada de Forbes como el multimillonario más joven que ha existido. Tuvieron tanta habilidad para engañar a la gente, pero no engañaron a cualquiera, engañaron a la gente del smart money, gente que se dedica a tiempo completo, compañías y personas reconocidas en el ámbito de inversión. Engañaron a gente con mucha experiencia e información”.
“Claro que la falta de educación de conocer estos mecanismos ayudan a que las personas sean fácilmente engañadas, pero aquí se trata de la habilidad de los estafadores. Engañan a la gente desde el momento que les prometen débitos exagerados. La gente debe ser perspicaz y cuestionar, pero es tanto el deseo de superarse y salir adelante que se dejan engañar”, dice.
Si en “Honduras tuviéramos un mercado de valores donde las compañías, como Café Costello, mi negocio, pudieran convertirse en una compañía pública y la gente pudiera comprar y vender acciones, esto impulsaría los negocios que ya son exitosos. Eso es lo que hace grande a Estados Unidos: una gran parte de los americanos invierten en las compañías americanas. Eso les permite a las compañías recibir capital fresco para expansiones, para inversiones en tecnología, en desarrollo”, dice.
Andrade, propietario de la cadena de café Costello, dice que empresas pequeñas como la de él están a merced de las altas tasas de interés de los bancos, entre 26% y 34%, lo cual imposibilita a un negocio realizar inversiones y cree que si hubiera un mercado de valores desarrollado “para que el hondureño de a pie, común y corriente, pudiera invertir en empresas que puedan realmente generarles un buen rédito como sucede en Estados Unidos, le daría impulso a las empresas y economías”.
Este empresario hondureño invierte en opciones sobre acciones, ETFs e índices negociados en el Nasdaq. “Estas herramientas permiten invertir en un múltiplo de cien veces el capital, es decir, si una persona tiene $100, puede abrir una posición a la alza o a la baja. Con solo esos $1,00, el bróker le presta a la persona cien veces el capital que invierte. Si la acción del Nasdaq se mueve un 3%, en vez de ganar 3% sobre $100, gano 3% sobre $10,000. Obviamente, es mayor el riesgo, pero es mayor la ganancia. Las personas que estudiamos mucho esto y que nos consideramos traders, sentimos la confianza de usar este tipo de herramientas”.
En el mundo de bursátil impera la regla de “a mayor tasa de interés, mayor riesgo”, es decir, las inversiones con altas tasas de interés suelen estar asociadas con una mayor probabilidad de pérdida o de que el emisor no pueda cumplir con sus compromisos financieros. Esto impera en el mercado de bonos. Mientras el riesgo de una acción es medible por la volatilidad de su precio.
El espectro de las estafas está compuesto por empresas que tienen permisos de operaciones, pero no están autorizadas por la Comisión Nacional de Bancos y Seguros para captar dinero del público y hacer transacciones financieras; personas que, de manera individual, dicen ser bróker de una firma extranjera o inversionistas que promueven servicios financieros de entidades extranjeras radicadas en el extranjero, como Dubai, por ejemplo.
En este mundo, también operan los falsos asesores financieros que a las víctimas les arman carteras de inversión con varios activos digitales dentro de plataformas virtuales, que existen, a cambio de una determinada cantidad inicial de dólares que deben entragar de manera inmediata.
El colombiano Santiago Guzmán, inversionista, empresario y CEO fundador de Cripto Latin Fest, le recomienda a los hondureños ser cautelosos ante la abrumadora oferta de opciones de inversión que a la postre termina en estafas piramidales basadas en el sistema de reclutamiento.
“A mis amigos y amigas de Honduras les digo que siempre hagan una pequeña pausa en cualquier inversión para que se den el tiempo para investigar un poco más el proyecto o el lugar que los están invitando a invertir”, dice Guzmán.
El año anterior, Guzmán y todo su esquipo de expertos y conferencistas en blockchain, fintech, activos digitales y otros temas celebraron el Cripto Latin Fest 2024 en Tegucigalpa en alianza con la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (Unah). En ese evento ofrecieron algunos consejos a los quienes desean invertir en criptoactivos.
En el ámbito cripto, según este experto, “una señal de alerta o bandera roja es cuando prometen una rentabilidad fija mensual. Ninguna inversión seria garantiza rendimientos elevados de forma constante. Un ejemplo de inversión legítima con rendimiento predecible son los certificados de depósito bancarios, que pueden ofrecer entre un 7% y 10% anual. Sin embargo, cuando anuncian retornos del 10% o 20% mensual, o incluso del 1% diario, es motivo de sospecha y recomendable investigar a fondo antes de invertir”.
“La segunda bandera roja: Determinar quién está detrás del proyecto. Amigos hondureños y hondureñas, si los invitan a algo, pregunten quién está detrás. En este momento andamos en la era digital, en la era tecnológica de la Inteligencia Artificial, como ChatGPT, DeepSeek, tranquilamente pueden escribirle a esta IA: quiero que me ayudes como inversionista profesional a analizar tal proyecto al cual me están invitando a invertir, quiero saber los pro y los contra”, dice.
Estas herramientas, según Guzmán, “hacen un análisis completo al proyecto. Si detrás de una criptomoneda o detrás del proyecto que sea está el señor Pepito Pérez (nombre inventado) quien es una persona que se ha visto involucrada en proyectos fraudulentos y problemas financieros, esta es una bandera roja. Hay que salir corriendo de ahí”.
“Cuando te piden traer a otra persona para que tu inversión tenga mayor alcance, ya sabemos que eso se sostiene por traer más personas. En el momento que todos dejen de traer más usuarios, lamentablemente deja de sostenerse la pirámide y cae. Y siempre ganan los primeros y pierden los últimos. También tengan cuidado hasta con las páginas clonadas que hay en internet (...)”, dijo en entrevista con La Prensa.